Judicial
Lesión de jugador de Millonarios iniciaría debate en la Corte Constitucional sobre estabilidad laboral de deportistas en Colombia
El caso de Jorge Isaac Perlaza ya generó un pronunciamiento por parte del alto tribunal, sin embargo, Millonarios pide que se revise nuevamente el expediente. El presidente de la Corte Constitucional pidió examinar el “asunto novedoso”.
Casi un año después que la Corte Suprema de Justicia le ordenara a Millonarios reintegrar y pagarle los salarios atrasados al futbolista Jorge Isaacs Perlaza Aguiño por despido injustificado en el año 2013, el club Embajador contraatacó y pidió revisar nuevamente el expediente. Por medio de una acción de tutela, los apoderados del club consideran que se omitieron varias pruebas sobre la situación del delantero.
“En el proceso ordinario se probó que el momento del despido del jugador tenía un pronóstico excelente, no tenía una pérdida de capacidad calificada, no estaba incapacitado ni en situación de debida manifiesta”, citando para esto el extenso proceso que se extendió por diez años y que cursó por el juzgado 11 laboral del circuito de Bogotá, la Sala Laboral del Tribunal Superior de Bogotá y la Sala de Descongestión de la Corte Suprema de Justicia que determinó, finalmente, Perlaza “estaba lejos de poder desempeñar con normalidad la función de futbolista”.
Frente a esto, Millonarios pidió que se dejen sin efectos las sentencias que ordenaron tanto el reintegro del futbolista como el pago de los salarios teniendo en cuenta las condiciones en las que llegó el futbolista, comprobadas por el cuerpo médico, así como la junta que decidió finalizar su contrato.
El magistrado José Fernando Reyes consideró que el caso cuenta con un “asunto novedoso” que genera un pronunciamiento de fondo. “Aunque la Corte Constitucional se ha pronunciado en múltiples oportunidades sobre el derecho a la estabilidad laboral reforzada, hasta la fecha no ha estudiado un caso en el cual se pretenda la aplicación de esta garantía a los jugadores profesionales de fútbol”.
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En este sentido, el actual presidente del alto tribunal consideró que el expediente se debe revisar teniendo en cuenta la gran cantidad de futbolistas profesionales que hay en Colombia y que podrían enfrentarse a una situación similar. “El anterior análisis parece imponerles a los empleadores de deportistas profesionales un estándar más alto en comparación con los empleadores de relaciones laborales generales”.
El magistrado, en su petición, añadió, que “dicho entendimiento no sería suficiente con que un futbolista profesional esté en condiciones de ejercer un empleo, sino que se debe garantizar que sea exactamente el mismo que ocupaba al momento de sufrir la lesión. Adicionalmente, dicho pronunciamiento sugiere que las valoraciones al momento de la terminación del vínculo acerca del buen estado de salud no son suficientes para legitimar la decisión de los empleadores, puesto que la activación de la garantía de estabilidad puede ocurrir con fundamento en valoraciones posteriores”.
Por esta situación le pidió a la Sala de Selección de Tutelas revisar el expediente de Perlaza y emitir un pronunciamiento sobre estos derechos laborales. “La selección de este caso le permitirá a la Corte pronunciarse de un asunto novedoso relacionado con las particularidades de la garantía de estabilidad laboral reforzada para deportistas profesionales, a partir de las implicaciones del modelo social de la discapacidad para esta específica actividad laboral”.
En su análisis, el magistrado Reyes advierte que sus preceptos la Corte Suprema “parece imponerles a los empleadores de deportistas profesionales un estándar más alto en comparación con los empleadores de relaciones laborales generales (...) no sería suficiente con que un futbolista profesional esté en condiciones de ejercer un empleo, sino que se debe garantizar que sea exactamente el mismo que ocupaba al momento de sufrir la lesión”.
A mediados de abril de 2013, Jorge Perlaza sufrió un accidente laboral y fue diagnosticado con “luxo fractura de peroné con ruptura de ligamento del tobillo”. Debido a su lesión se sometió a un proceso de recuperación y reacondicionamiento físico. Estuvo vinculado hasta el 31 de diciembre de 2014, fecha en la cual se cumplió el plazo establecido en el último contrato firmado. Debido a que no se había recuperado de su lesión, el delantero radicó una demanda laboral donde reclamó su derecho a la estabilidad laboral reforzada, de la cual resultó victorioso en abril de 2014.