CONGRESO
Ley de amnistía, el triunfal debut de ‘Voces de Paz’ en el Congreso
Comisiones primeras del Senado y la Cámara aprueban primer debate de la ley de amnistía e indulto para guerrilleros rasos de las FARC y un tratamiento jurídico especial para agentes del Estado.
En menos de cinco horas, un auténtico récord en el Congreso, las comisiones primeras del Senado y la Cámara de Representantes aprobaron el primer debate de la ley de amnistía, que otorgará la renuncia de la acción penal para los guerrilleros de las FARC que hayan cometido delitos relacionados al político, además de indultos para aquellos que hayan sido condenados y estén pagando prisión por las mismas conductas.
No era un asunto fácil de despachar. La ley que le otorga perdón al grueso de la guerrillerada, y que es reclamada por los jefes de las FARC para proceder a la concentración en las zonas veredales, y allí dar inicio al proceso de dejación de armas. Pese a lo complejo del asunto, y aprovechando al máximo las bondades del mecanismo fast track, el texto del proyecto, de 59 artículos, fue aprobado casi que por aclamación. De esta forma, el proceso de implementación del nuevo acuerdo de paz, comenzó en el capitolio.
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Más allá de la decisión de las comisiones, y de lo previsible de la votación, 15 votos por el Sí en el Senado, y 30 por el Sí en la Cámara, la gran novedad la protagonizaron los seis voceros de la agrupación política ‘Voces de Paz y Reconciliación’, encargados de vigilar el cumplimiento del contenido de los acuerdos de paz.
Imelda Daza, Judith Maldonado, Pacho Tolosa, Jairo Estrada, Pablo Cruz, y Jairo Rivera, debutaron este lunes en el Congreso, y desde que llegaron a instalarse en la segunda fila de curules, eran señalados como si se tratara de los voceros de las FARC, condición que rechazaron durante todo el debate.
Tolosa y Estrada, de jean, blazer y camisa celeste, se ubicaron detrás del senador Juan Manuel Galán. Rivera, el vocero de la Mane, con su larga cabellera, llegó de camisa roja y se sentó junto a Horacio Serpa. Todos ellos flanqueados por los congresistas Iván Cepeda y Germán Navas Talero, y asesorados muy de cerca por Roy Barreras y el alto comisionado de paz, Sergio Jaramillo.
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Mientras Armando Benedetti (La U) rendía ponencia en favor de la ley de amnistía, los seis de Voces de Paz eran abordados por agentes de la Policía quienes los conducían, por el túnel del capitolio hasta el edificio nuevo, a la oficina de carnetización. En cuestión de pocos minutos registraban sus huellas digitales para activar las puertas del capitolio, y les expidieron un carnet de identificación. En los próximos seis meses permanecerán en el Congreso, durante todo el proceso de implementación del acuerdo de paz.
Samuel Hoyos, vocero del Centro Democrático en la Cámara de Representantes, no desaprovechó la presencia de los seis voceros para enviar un mensaje a la guerrillerada. “La unidad nacional hoy tiene una nueva bancada, la de las FARC…” y les pidió que información por los secuestrados. Ya que tienen representación política sin respaldo popular les exigimos que digan qué pasó con Pedro Nel González, su esposa y su hija, secuestrados por el frente 14 en junio del 2001…”.
La intervención del uribista encendió los ánimos. Pacho Tolosa se le vio con ganas de dar respuesta, pero Barreras y Navas lo calmaron. El congresista del Polo exigió al Congreso entender que Voces de paz no representan a las FARC.
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Pero Hoyos no fue el único. El liberal Norbey Marulanda también pidió, a través de los voceros, que las FARC vayan a pedir perdón en Mitú, la única capital que fue blanco de una incursión guerrillera.
El estreno de la nueva agrupación vino por cuenta de Imelda Daza, dirigente sobreviviente de la matanza de la Unión Patriótica, a quien el reto de dirigirse ante el Congreso pareció quedarle pequeño.
Para que pudieran intervenir los voceros, se debía declarar sesión informal. Así se hizo. Tres minutos se le concedieron a Daza quien no necesitó ninguna prórroga. Calificó la ley de amnistía como el comienzo del fin del conflicto, y que los términos amnistía, indulto y perdón deben ser deberes de todo buen ciudadano. “Es el camino a la verdad y la reconciliación. Por fin resolveremos las disputas y las diferencias de una forma civilizada”.
Imelda Daza aprovechó para rechazar cualquier vinculación con las FARC. “No representamos a la guerrilla, ellos mismos sabrán hacerlo”. Y al referirse a la intervención del congresista Samuel Hoyos, exigió que no se hiciera política con los seis voceros, y que si así como preguntan por los secuestrados, “Nosotros también podríamos preguntar dónde están nuestros desparecidos”.
Imelda pidió el voto para la ley de amnistía. “Si para el Congreso el tiempo es oro, para el pueblo el tiempo es sangre. Apresúrense con la implementación”, dijo en tono de súplica.
De más de 25 proposiciones para modificar el texto, solo 4 fueron aprobadas por el gobierno, dos de ellas del senador Germán Varón, de Cambio Radical, a quien le preocupó el capítulo de libertadas condicionadas incluido en el proyecto de ley.
El Centro Democrático también propuso modificaciones relacionadas para evitar posible conexión del narcotráfico con el delito político. No fueron admitidas. Como ya es costumbre, los uribistas abandonaron el recinto al momento de la votación.
La liberal Viviane Morales sorprendió con su postura. Apoya la amnistía, pero cree que el Congreso está violando la constitución al dar por habilitado el fast track. Por esa razón, le vaticinó un limbo jurídico de grandes proporciones a la ley de amnistía.
Los grandes triunfadores fueron los seis voceros de Voces de Paz y Reconciliación. Los que fueron delegados por las FARC para vigilar el cumplimiento de los acuerdos en el Congreso. En su estreno en el capitolio, vieron como las comisiones primeras de Senado y Cámara le daban el visto bueno a la ley de amnistía.