BOGOTÁ

Este jueves será adjudicado el metro de Bogotá

La licitación de la primera línea del metro elevado de Bogotá estaba planeada para el 21 de octubre. Sin embargo, a falta de la no objeción de la banca multilateral, el proceso se adelantará cinco días.

16 de octubre de 2019
De izquierda a derecha: Andrés Escobar, gerente de la Empresa Metro de Bogota; Enrique Peñalosa, alcalde de Bogotá; Juan Pablo Bocarejo, secretario de Movilidad de Bogotá. Foto: SEMANA | Foto: SEMANA

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"Llegó el momento esperado". Así se lee en una publicidad de la Alcaldía de Bogotá en la que convocan a una rueda de prensa para este jueves 17 de octubre. El motivo de la reunión es la adjudicación del metro elevado de Bogotá, que estaba prevista para el 21 de octubre. A las 10 de la mañana se dará a conocer el nombre del consorcio ganador. O Metro de Bogotá o Apca Transmimetro estará a cargo de la construcción del megaproyecto. En el evento estará presente el presidente Iván Duque, ya que la nación aporta el 70 por ciento del valor de la obra; el alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa y el gerente de la empresa Metro, Andrés Escobar. 

Apenas se conoció la noticia en algunos sectores hubo regocijo y en otros suspicacias. Para algunos el hecho de que se adelante la licitación tiene que ver con la noticia de que la policía de Andorra investiga si la firma FCC, parte del consorcio Metro Bogotá, pagó sobornos para ganarse obras en centroamérica por 434 millones de euros. Sin embargo, desde el Distrito se ha dicho en varias oportunidades que las empresas que entraron al proceso fueron precalificadas y que no hay ningún riesgo. 

Hace unos días, cuando se conoció el nombre de los finalistas, el alcalde dijo “Bogotá aseguró su Metro y tenemos que celebrar (...) Este es un trabajo enorme, gigantesco, que venimos llevando a cabo desde que llegamos a la Alcaldía y estamos felices de darle esta buena noticia a los bogotanos”, dijo el alcalde Enrique Peñalosa.

En la rueda de prensa se le preguntó al alcalde si no era apresurado decir que el metro ya era un hecho teniendo en cuenta que uno de los candidatos a la Alcaldía, Hollman Morris, no planeaba darle continuidad a la obra y además había en curso en contra de la obra dos demandas ante el Consejo de Estado. A esto el alcalde contestó que el metro ha surtido todo el proceso de forma idónea y que en este punto, si se reversa la obra, ya habría demandas al Distrito porque estas propuestas tuvieron un costo: “La elaboración de cada propuesta tuvo un costo de entre 5 y 10 millones de dólares, y cuando se adjudiquen el 21 de octubre y se firme el contrato unas semanas después, queda absolutamente asegurado”.

También le preguntaron si no era preocupante que solo se hubieran presentado dos proponentes y si con esto había la posibilidad de que la licitación fuera declarada desierta. Con respecto a los proponentes el alcalde dijo que era algo normal. Aseguró que en Sao Paulo, Quito y Lima solo se presentó un oferente para hacer las respectivas líneas de metro, por lo que consideraba que era una buena noticia que en Bogotá existan dos opciones. Por su parte, el gerente de la Empresa Metro de Bogotá, Andrés Escobar, aseguró que es muy poco probable que la licitación sea declarada desierta pues estas empresas, junto a otras 4 que no se presentaron, ya habían sido preseleccionadas, es decir, que ya cumplen con la mayoría de requisitos para asegurar la construcción del metro. 

Escobar agregó que es posible que los demás consorcios no se presentaran porque se trata de un negocio muy exigente. “Dejamos en manos del ganador no solo la construcción, sino los sobrecostos que la obra pueda tener, y la operación por los próximos 20 años. Es decir que el ganador va a tener que comprometerse a hacer una gran obra pues estará al frente de esta por los siguientes 27 años”. Otros han dicho que si bien es cierto que los requisitos para construir una obra de tal magnitud son difíciles de cumplir, también es cierto que pudieron haber considerado el ambiente político de la ciudad y las demandas que tiene en su contra la obra como unos factores determinantes de riesgo.

Sin embargo, para la Alcaldía ya con estas dos propuestas es prácticamente un hecho que la obra quedará contratada. En los próximos días un grupo evaluador independiente revisará el cumplimiento de los requisitos y quien presente la mejor oferta económica se quedará con el contrato por 16,48 billones de pesos.

El ganador deberá realizar los diseños de detalle, financiar parcialmente el proyecto, construir el viaducto y las estaciones, reconfigurar los corredores viales a lo largo del trazado, trasladar las redes menores de servicios públicos, adecuar y reparar los desvíos de tráfico durante la obra, realizar la gestión social y ambiental, suministrar los trenes y demás equipos y, por los siguientes 20 años, operar y mantener el sistema.

¿Cuál será el ganador?

El Consorcio Metro de Bogotá está conformado por la española FCC Concesiones e infraestructura, una de las 100 mayores empresas de construcción del mundo, con presencia en 15 países. Ha participado en la construcción de metros en Barcelona, Lima, Riad, Bucarest, Panamá, Málaga y Barcelona. El consorcio está conformado por varias empresas: Carso Infraestructura y Construcción, empresa mexicana especialista en proyectos de edificación, hidrocarburos y energía, industria e infraestructura; Promotora del Desarrollo de América Latina, firma mexicana con experiencia en grandes proyectos de infraestructura como megaautopistas.

Adicionalmente, participan en el consorcio Alstom, firma francesa con presencia en América, Asia y Europa que se dedica a la construcción de trenes y barcos, sistemas de control operacional, automatización y a la generación de electricidad. Tiene una planta en Brasil, con la cual, entre otras cosas, abastece la demanda de trenes en Chile. También está Ferrocarril Metropolita de Barcelona, tiene una amplia experiencia en operación de sistemas metro, particularmente en Barcelona, algunas de sus líneas son operadas con trenes automáticos y el Metro de Medellín, que se destaca su experiencia en articular diferentes modos de transporte, como líneas de metro, buses urbanos, tranvías y cables aéreos.

Por su parte, la Apca Transmimetro incluye a las firmas China Harbour Engineering Company Ltd., subsidiaria de China Communications Construction Company (CCCC), una de las compañías más grandes del mundo, incluida en la lista Fortune 500 en el puesto 165. Desarrolla proyectos de infraestructura, carreteras y puentes, ferrocarriles y aeropuertos en más de 80 países en Asia, África y Europa, y la Xi’an Metro Co. Ltd., que se dedica a la inversión, construcción y operación de proyectos de metro urbano en China.

En este grupo se encuentra Bombardier, compañía española, filial de una empresa canadiense especializada en la construcción de aviones, trenes y equipos industriales. Ha participado en más de 40 proyectos de metro realizados en cuatro continentes, tiene 61 sitios de ingeniería y producción en 27 países, una red mundial de centros de servicio y plantas en México y Brasil.

El ganador deberá realizar los diseños de detalle, financiar parcialmente el proyecto, construir el viaducto y las estaciones, reconfigurar los corredores viales a lo largo del trazado, trasladar las redes menores de servicios públicos, adecuar y reparar los desvíos de tráfico durante la obra, realizar la gestión social y ambiental, suministrar los trenes y demás equipos y, por los siguientes 20 años, operar y mantener el sistema.

“Después de surtir una gran cantidad de etapas y trabajar sin descanso durante meses, la espera terminó. Tenemos dos consorcios, conformados por algunas de las más importantes empresas del mundo, con la capacidad integral y la disposición para construir el Metro, con el cual los habitantes de Bogotá hemos soñado durante casi 70 años”, indicó Escobar, quien resaltó la confianza que los proponentes han demostrado con el proyecto, la ciudad y el país. “Es muy satisfactorio que unas empresas que tienen la oportunidad de trabajar en todo el mundo hayan encontrado en Colombia una institucionalidad fuerte”, concluyó el gerente.

La obra no ha estado exenta de críticas y ha generado polarización entre los que querían el metro subterráneo y los que querían elevado. De hecho en esta campaña política ha sido el gran caballo de batalla. No obstante, la ciudad nunca había estado tan cerca de constuir este proyecto tan necesario para mejorar la movilidad de los bogotanos. De concretarse, Peñalosa habría cumplido con una de las promesas más grandes de su gobierno.