Colombianos en México
“Llegar al aeropuerto de México para un colombiano es como aterrizar en el infierno”: inadmitido en el país
Así resume uno de los colombianos víctima de las autoridades que no le permitieron la entrada a México. Denuncia la violación de los derechos humanos y piensa que se tratara de un hecho sistemático relacionado con la nacionalidad colombiana.
A quien llamaremos Diego, tenía 17 años cuando salió por primera vez de un municipio del Eje Cafetero. Él es talentoso, uno de los mejores dibujantes de su región. Tanto así que participaría en Ciudad de México en un encuentro de niños especiales artistas, dice su mamá que su tío había logrado un cupo para él. Pese a ser autista “estaba feliz, viajaría por primera vez y solo”, recuerda ella, quien prefiere no identificarse por temor a represalias de las autoridades mexicanas, ya que es residente de este país.
“Fue horrible como maltrataron a mi niño en el Aeropuerto Internacional Benito Juárez Ciudad de México. Él es alto y fornido, a simple vista no se detecta su autismo, este solo sale a relucir en momentos de presión como el que vivió en octubre de 2019”, recuerda como el sueño de su hijo se convirtió en una pesadilla.
Durante varias semanas planearon el viaje. Él joven llevaba consigo una libreta en la cual dibujaba, mientras estaba en las salas de espera y durante el viaje, lo que le ayudaba a liberar la tensión que genera estar rodeado de mucha gente. En una de las hojas de la agenda tenía escrito las indicaciones que su mamá le dio. “Recuerda decir que eres un artista, que viajas a un encuentro de dibujantes y que tu mamá te espera a la salida del aeropuerto, di siempre de que país viajas y como contactar a tu familia”, eran algunas de ellas.
Cuando llegó a México, se encontró con el peor panorama. Cuando el vuelo aterrizó y antes de que él llegara a Migración perdió el rastro de Diego. De ahí en adelante todo fue incertidumbre y angustia.
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Mientras ella estaba en la puerta de llegada de los vuelos internaciones. Su hijo estaba siendo entrevistado por unas personas que, según el menor, lo gritaban y le decían que no era recibido en su país. Le quitaron el celular, su agenda de dibujos y lo metieron en un cuarto que el menor describe como la cárcel. Él le cuenta a su mamá que le decía a las autoridades, una y otra vez, que no había hecho nada malo, que era un artista colombiano, que viajaba a un encuentro de dibujantes, que su mamá lo esperaba, que era colombiano y que podían llamar a su familia.
Pero más le gritaban. “Acercaban su cara a la mía y me gritaban que, porque hablaba así, que qué escondía. Me tiraron un lápiz y me dijeron que si era dibujante que dibujara, y yo hice un elefante que vi ahí, en un cuadro. Lo estaba dibujando con tiempo para que me quedara bonito y se dieran cuenta que no hacia nada malo, pero me insultaron otra vez y me rompieron los dibujos.”, le dijo Diego a su mamá. Al describir esa escena ella llora. “En ese momento en el que lo maltrataron mi hijo tuvo una crisis”, cuenta.
Ese no fue el peor momento. Luego lo metieron a un cuarto que el menor describe como oscuro y con olor a orines, donde mucha gente lloraba y gritaba, lo cual lo alteraba más a él. Había mujeres, ancianos y niños. Diego solo gritaba “yo no hice nada malo, ¿por qué estoy en la cárcel?”. Pensaba que el cuarto donde tenían a otros inadmitidos era una celda, pues realmente a eso la asemejan los miles de colombianos que han pasado por allí y que denuncian recibir tratos inhumanos.
“Llegar al aeropuerto de México para un colombiano es como aterrizar en el infierno”, dijo otro de los entrevistados por SEMANA. Él solo quería hacer turismo, pero le quitaron el celular, los cordones, la chaqueta, la correa, no lo dejaron comer, ni beber agua. No le explicaban por qué razón no era admitido en México y aparte los maltrataban de diferentes maneras.
Solo en 2020 fueron inadmitidos más de 4.500 colombianos en México, según datos oficiales. Pero es una situación que aún se vive y que se viene presentando años atrás. “Ni siquiera en Estados Unidos han inadmitido a tanto colombiano”, es unos de los reclamos. En Estados Unidos en los últimos cuatro años se ha presentado esta situación con 5.384 colombianos, una cifra similar a la de México en un periodo de 12 meses.
Una de las personas que asegura ser víctima de lo que ella calificó como xenofobia por parte de los mexicanos hacia los colombianos indicó que: “Si llega un hombre, piensan que es un delincuente, que es gota a gota, sicario o narcotraficante y las mujeres, si tienen algún atributo físico que les llame la atención, las tratan de prostitutas y prepagos”. Según las autoridades mexicanas el porcentaje de criminalidad de los colombianos en su país equivalente al 0,06 %.
Valentina González, una joven tenista colombiana que estudia en Estados Unidos y tuvo que hacer escala en México, tres años atrás, recuerda cómo fue estigmatizada por su nacionalidad. “Me robaron las raquetas, me dijeron que yo podía matar a alguien con ellas”, rememora la tarde de dolor que sufrió cuando tenía 18 años y llevaba las herramientas con las que representa a su universidad en deportes. “Yo nunca había llevado las raquetas por bodega porque se me dañaban y en esa oportunidad llevaba cuatro, como me negué a mandarlas por bodega me las quitaron, yo no paraba de llorar, pero nadie se compadeció”, dice que cuenta su historia porque no quiere que ningún otro connacional sea estigmatizado.
Son miles de ciudadanos que consideran que sus derechos han sido vulnerados en el aeropuerto de México, algunos quedan incomunicados varias horas con sus familiares. Las afectaciones son múltiples. Diego, el joven autista finalmente puedo encontrarse con su mamá, pero nunca más volvió a viajar, quedó con un trauma que lo cohíbe de regresar a un aeropuerto.
Lo que más indigna a la comunidad de colombianos en México es que no sienten el respaldo de la embajadora en ese país, Patricia Cárdenas, quien no responde y quien duró varios meses viviendo en Colombia. Según fuentes cercanas a la embajada, por orden del alto gobierno tuvo que viajar en las últimas horas a México para hacerle frente a la situación.
Por su parte, la Cancillería de Colombia emitió un comunicado en el que señalan que: “La canciller Claudia Blum envió comunicación formal a su homólogo mexicano en donde expresa la preocupación del Gobierno ante las reiteradas inadmisiones de colombianos que llegan a México, las que han registrado un aumento en las últimas semanas”.
De igual manera recalca que Colombia y México tratan las inadmisiones en el Grupo de Trabajo sobre Asuntos Migratorios y Consulares, espacio en el cual se ha reiterado la preocupación por las frecuentes inadmisiones y por las presuntas vulneraciones a la dignidad y los derechos de nuestros compatriotas por parte de la autoridad migratoria mexicana.
Cabe recordar que, desde 2012 los colombianos pueden entrar a México sin visa de turismo, negocios, tránsito y estudios, por períodos limitados.