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“Lloró cuando nos vio”, Iglesia católica reveló detalles de la liberación de Luis Manuel Díaz
Monseñor Francisco Ceballos, quien participó y estuvo cercano a todo el proceso de liberación, dijo que el ‘Mane’, como le dicen al papá de Luis Díaz, llegó demacrado y maltratado luego de caminar seis días en la selva de la Serranía del Perijá.
La Iglesia católica, representada por monseñor Francisco Ceballos, que participó en la liberación de Luis Manuel Díaz, el papá de Lucho Díaz, entregó detalles desconocidos sobre su secuestro.
Ceballos, quien forma parte de la arquidiócesis de La Guajira, dijo que la primera reacción de Luis Manuel cuando vio a la comisión humanitaria que le daría la libertad luego de 12 días de andar por las trochas de la Serranía del Perijá, secuestrado por la guerrilla del ELN, fue llorar.
“Lo primero que hizo fue llorar, cuando yo lo abrazo, él se pone a llorar y agradecer, pero sin muchas expresiones, sin muchas palabras. Era llanto al sentirse ya libre, la emoción al sentirse libre y ver gente conocida. Yo lo había confirmado a él a final del año pasado y me reconoció como obispo, luego se casó (con doña Cilenis Marulanda) y por eso siente mucha alegría, porque encuentra una mano amiga y es un católico”, dijo monseñor.
Sobre cómo lo encontraron, explicó monseñor: “Inicialmente, cuando nos lo encontramos en el camino, cuando nos lo iban a entregar, un poco demacrado y cansado, cojo porque lo habían hecho caminar prácticamente dos días, venía malherido y cansado después de esta situación”.
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De acuerdo con el relato que les entregó ‘Mane’, los guerrilleros lo hicieron caminar durante seis días. “Cuatro días caminando cuando lo retuvieron, sin descansar, y dos días ahora que lo iban a entregar, se supone que aunque el ser humano puede caminar ciertos kilómetros, pero cuando a uno lo ponen a caminar bajo presión es más complicado”.
Y es que además los secuestradores del ELN pusieron a caminar a don Luis Manuel Díaz con una herida en su rodilla que le fue ocasionada por una caída de la moto en la que se lo llevaron el día del secuestro.
Díaz fue valorado por un equipo médico, que detectó una hinchazón en su pierna derecha, producto de un golpe que recibió el día de su secuestro. En la pierna, Díaz presenta una inflamación, aunque los especialistas dicen que no se trata de algo grave.
Al momento de llegar a su casa, con su familia, don Luis Manuel Díaz, con un megáfono en mano, agradeció a Dios, a su familia y a todos los que estuvieron pendientes de su liberación. Mientras se convertía en moneda de cambio para el ELN, un ser humano que los delincuentes esperaban canjear, desistió al comprender quién era realmente.
“¡Mane, Mane, Mane, Mane...!”, gritaban los vecinos al ver a Luis Díaz en el municipio, en libertad y antes de llegar a la casa de sus padres, que habían estado inmersos en una tragedia desde el 28 de octubre.