Nación
Lo último: en ataque con explosivos destruyeron el puente Guabito, en el norte del Cauca
Las autoridades intentan dar con el paradero de los responsables. La infraestructura comunicaba a los municipios de Padilla y Guachené.
Los ataques de organizaciones criminales en Colombia no dan tregua. En las últimas horas, con explosivos fue destruido el puente Guabito, ubicado en el norte del departamento del Cauca.
Las autoridades iniciaron una investigación para dar con los responsables del hecho criminal.
De acuerdo con información preliminar, la infraestructura vial comunica a los municipios de Padilla y Guachené, siendo un punto clave de transporte para los habitantes de esa región.
En el video que se difundió por las redes sociales, se ve la magnitud del daño ocasionado en el puente Guabito, en esa zona se ve la presencia de uniformados de las Fuerzas Militares haciendo una inspección de la infraestructura un control de la región afectada por ese hecho criminal.
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#Atención: Con explosivos fue destruido un puente en la zona donde se registran las disputas por tierras en el norte del Cauca.
— Carlos Cerón (@carlosaceron) September 4, 2022
Se trata del puente sobre el Río Guabito, entre El Tetillo y Llano de Taula, límites de Guachené y Padilla.
Las autoridades investigan lo ocurrido. pic.twitter.com/zochEsLng9
Los habitantes de la zona mostraron su preocupación por la destrucción del puente, situación que los motivó hacer un llamado a las autoridades, con el propósito de que activen los mecanismos y lleven ante la justicia a los responsables de detonar el artefacto explosivo.
Medidas tras masacre de policías en el Huila
Luego del atentando en el que siete policías fueron asesinados en el corregimiento de San Luis, en el departamento del Huila, el presidente Gustavo Petro se dirigió a la región para analizar la situación en la zona con su equipo de trabajo y desde ya se conocen las primeras decisiones tomadas en el marco de las reuniones sostenidas durante la visita.
Durante la rueda de prensa ofrecida del 3 de septiembre, luego de regresar del lugar en el que sucedió la masacre, el primer mandatario de la República indicó que esta tragedia es reflejo de un incumplimiento del Acuerdo de Paz, lo que ha mantenido el conflicto en algunas partes del país.
“No es propiamente un día alegre el que nos convoca aquí”, expresó el presidente Gustavo Petro, lamentando el hecho que hoy enluta al país. Y procedió a anunciar algunos cambios que se realizarán, a partir de las conclusiones extraídas de la revisión de los hechos.
“No puede haber más auxiliares de la policía en las zonas que denominamos de conflicto”, dejó en firme el mandatario, quien afirmó que le hizo la solicitud al director general de la Policía, Henry Sanabria, para que revise las filas y retire de esas zonas conflictivas a los jóvenes que forman parte de la institución.
El propósito, según afirmó, es “cuidar esa primera juventud, de 18 a 20 años, que equivale más o menos a lo mismo que el servicio militar obligatorio, en el caso de las fuerzas armadas”.
Pero, además, fue claro en que en esos territorios debe haber uniformados con mayor experiencia y conocimientos para enfrentar situaciones complejas. “Por su nivel de experiencia que es bajo, por su condición que es básicamente la de cumplir un requisito de ley, esos muchachos y muchachas no pueden estar en sitios de alto riesgo donde se necesita capacidad, mucha más experiencia y más años”.
“En esa medida le he pedido al general Sanabria que haga ya el balance y saque de ese tipo de zonas y el tránsito hacia ese tipo de zonas a lo que hoy se denomina auxiliares de policía”, anotó.
Hay que recordar que entre el grupo de siete policías asesinados en San Luis, vereda de Corozal, en el departamento del Huila, cuatro de ellos eran auxiliares de Policía.
En los vehículos viajaban los auxiliares de Policía Santiago Gómez, Mauricio Pascuas, Cristián Cubillos; los patrulleros John Fredy Vargas y Duverney Ernesto Carreño, y los intendentes Wilson Cuéllar y Luis Alberto Sabi.
Los policías, según información de las autoridades, estaban participando en una actividad de bienestar social y se dirigían hacia un punto donde fueron atacados. Los uniformados fueron víctimas de la activación de un explosivo que estalló al paso de la caravana.