NACIÓN
Fuerte temblor se sintió en Bogotá la noche de este lunes 6 de febrero
Según el Servicio Geológico Colombiano, el epicentro del movimiento telúrico se produjo a 11 km del municipio de Pasca, Cundinamarca.
En horas de la noche de este lunes 6 de febrero, se registró un fuerte temblor de magnitud 3,7 que se sintió Bogotá y otras zonas del centro del país.
De acuerdo con el reporte del Servicio Geológico Colombiano, el epicentro del movimiento telúrico se produjo a 11 km del municipio de Pasca, Cundinamarca. Así mismo, se informó que tuvo una profundidad superficial de menos de 30 km.
#SismosColombiaSGC Evento Sísmico - Boletín Actualizado 1, 2023-02-06, 19:44 hora local Magnitud 3.7, Profundidad Superficial (Menor a 30 km), Pasca - Cundinamarca, Colombia ¿Sintió este sismo? repórtelo https://t.co/ehDqPbETsf https://t.co/63pt8nVsSe #Temblor pic.twitter.com/ARyHGrejey
— Servicio Geológico (@sgcol) February 7, 2023
Por medio de las redes sociales, ciudadanos que residen en la capital del país y municipios de Cundinamarca reportaron que sintieron el temblor con intensidad. Hasta el momento, no se registran personas lesionadas ni afectaciones.
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El pasado 29 de enero se registró otro temblor de magnitud 3,2 en la escala de Richter, según información dada por el Servicio Geológico Colombiano. Ocurrió a las 8:33 a. m. y su epicentro fue en el municipio de Ábrego, en el departamento de Norte de Santander. La profundidad del movimiento telúrico fue de 146 kilómetros y se presentó en una zona en la que son recurrentes los temblores de tierra.
Unos días antes, el 26 de enero, también presentó un temblor de magnitud 4,4, con profundidad de 87 km y con epicentro en el municipio de San José del Palmar, departamento de Santander. Tras el movimiento telúrico, algunos internautas en los departamentos de Quindío, Risaralda, Manizales, Valle del Cauca, dijeron haber sentido el ‘remezón’, más fuerte en unas regiones que en otras.
Temblor hoy: ¿por qué este lunes 6 de febrero ocurrieron sismos en diferentes países?
Varios países del mundo sufrieron este lunes movimientos telúricos que han generado zozobra y preocupación por su magnitud, especialmente tras el terremoto que azotó a Turquía y Siria que dejó más de 3.000 muertos según algunos estimativos oficiales.
El servicio de emergencias de Turquía informó que al menos 1.762 personas habían muerto en el temblor de magnitud 7,8.
A esa cifra se suman otras 1.293 víctimas mortales registradas en Siria, 593 en las regiones controladas por el Gobierno y al menos 700 en las zonas bajo control de los rebeldes.
El total en ambos países se eleva a 3.055 fallecidos.
Pero también en Estados Unidos y Guatemala se presentaron temblores, aunque de menor magnitud, que, sin embargo, causaron alarma entre la población, teniendo en cuenta que previamente había sucedido el terremoto en Turquía y Siria.
En el caso de Estados Unidos, el epicentro fue en la población de West Seneca, ubicada en el estado de Nueva York y muy cercana a la ciudad de Búfalo, la cual sufrió hace poco las consecuencias de la denominada ‘tormenta del siglo’.
“Temblor en Nueva York: sismo de magnitud 3,8 sorprende a Búfalo. El terremoto en Turquía está generando fricciones en las placas tectónicas de todo el planeta”, escribió vidaaustera.nft en su cuenta de Twitter, al publicar un video.
El Servicio Geológico de ese país (USGS por sus siglas en inglés) reportó el temblor a las 7:09 a. m. (hora del este) con una intensidad de 3,8 en la escala de Richter.
En el caso de Guatemala, se registró un sismo de 4,7 en la escala de Ritcher, y se sintió también en países vecinos como El Salvador y México.
Previamente, se sintió otro temblor a 27 km de Jutiapa. El movimiento sísmico tuvo una magnitud de 1,8 y una profundidad de 1 km.
Ese país centroamericano es uno de los más vulnerables a los terremotos debido a su situación en el Cinturón de Fuego del Pacífico, la zona con mayor actividad sísmica del mundo.
Según el Departamento de Investigación y Servicios Geofísico de INSIVUMEH, el territorio nacional de Guatemala está repartido en tres placas tectónicas: Norteamérica, Caribe y Cocos.
¿Qué está pasando en el mundo?
Lo primero que hay que tener en cuenta es qué es, técnicamente, temblor, sismo y terremoto. “Temblor” y “sismo” son utilizados para referirse a un movimiento de baja magnitud, mientras que todo lo contrario sucede con “terremoto”, que es de gran magnitud.
Y aunque estos fenómenos no pueden predecirse, los expertos han advertido que algunas regiones del mundo son más propensas a sufrirlos, debido, esencialmente, a que están ubicados en inmediaciones de placas tectónicas.
Es el caso del Pacífico, especialmente en California, ya que la placa se mete debajo de la placa continental, lo que origina una fricción, y cuando se libera la energía (de ese contacto) ocurren los sismos.
El denominado Cinturón Circumpacífico se extiende por todo el océano, pasa por todo ese límite con el continente Americano (Estados Unidos, México, Chile, Colombia) y llega hasta Japón, Nepal y Nueva Zelanda.
Se extiende a lo largo de las costas de América del Sur, México y California hasta Alaska; después continúa por las islas Aleutianas, antes de dirigirse hacia el sur a través de Japón y las Indias orientales. La mayor parte de la energía sísmica se libera en esta región, libera entre 80 y 90 % de la energía sísmica anual de la Tierra.
También existe el Cinturón Eurasiático-Melanésico (Alpino-Himalaya), que incluye las cordilleras alpinas de Europa y Asia, conectando con el anterior en el archipiélago de Melanesia. Desde España se prolonga por el Mediterráneo hasta Turquía, el Himalaya y las Indias Orientales.
Esta inmensa falla se produce por las plataformas Africana e India, que se mueven hacia el norte rozando levemente la plataforma Euroasiática. Aunque la energía liberada aquí es menor que en el del Pacífico, a lo largo de los años ha producido devastadores terremotos, como el ocurrido en China en 1976, donde murieron más de 650 mil personas.
Finalmente, una tercera región altamente sísmica la formaría la Dorsal Mesoatlántica ubicada en el centro del océano Atlántico.
No solo placas tectónicas
Aunque es la principal causa de temblores y terremotos, no es la única. Los expertos han advertido que cualquier proceso que pueda lograr grandes concentraciones de energía en las rocas puede generar sismos.
En estos casos la magnitud dependerá, entre otros factores, de qué tan grande sea la zona de concentración del esfuerzo.
En consecuencia, estos son los principales factores que influyen en la ocurrencia de temblores y terremotos, según el Servicio Geológico de México:
- Tectónica: son los sismos que se originan por el desplazamiento de las placas tectónicas que conforman la corteza, afectan grandes extensiones y es la causa que más genera sismos.
- Volcánica: es poco frecuente; cuando la erupción es violenta, genera grandes sacudidas que afectan sobre todo a los lugares cercanos, pero a pesar de ello su campo de acción es reducido en comparación con los de origen tectónico.
- Hundimiento: cuando al interior de la corteza se ha producido la acción erosiva de las aguas subterráneas, va dejando un vacío, el cual termina por ceder ante el peso de la parte superior. Es esta caída la que genera vibraciones conocidas como sismos. Su ocurrencia es poco frecuente y de poca extensión.
- Deslizamientos: el propio peso de las montañas es una fuerza enorme que tiende a aplanarlas y que puede producir sismos al ocasionar deslizamientos a lo largo de fallas, pero generalmente no son de gran magnitud.
- Explosiones atómicas: realizadas por el ser humano y que al parecer tienen una relación con los movimientos sísmicos.
¿Qué hacer en caso de un temblor?
Colombia, según detalló el Servicio Geológico en su momento, es una de las naciones de la región donde más temblores se presentan y esto se debe a que el país está ubicado en una “zona geológica compleja”.
En su territorio está la unión de las placas tectónicas Suramericana, Nazca y Caribe, y al interior se encuentran fallas geológicas como la de Romeral y la falla del Piedemonte Llanero, que generan múltiples sismos.
El SGC recomienda que, en este tipo de casos, lo mejor es conservar la calma. “Esto permitirá actuar con mayor seguridad. Lo primero que se debe hacer es buscar protección. Si está en una construcción sismorresistente, ubíquese cerca de las columnas, debajo de un escritorio o en las zonas demarcadas como seguras, siempre lejos de los vidrios o elementos que puedan caer”, precisó.
Ahora, se debe seguir el siguiente consejo si se está en una construcción informal: “Trate de salir de inmediato y durante la salida, vigile su entorno para identificar los peligros durante la evacuación. Evite el uso de ascensores y no se ubique debajo de los marcos de las puertas, ya que ayudan a disipar la energía del sismo, por lo cual pueden romperse y colapsar”.
Para una persona que se encuentra en silla de ruedas, las recomendaciones indican que debe ubicarse al lado de una columna, cubriéndose la cabeza con los brazos. Al estar en la calle, se sugiere que busque una zona despejada, lejos de postes y cables.
“En el momento de evacuar, los lugares de concentración y puntos de encuentro siguen vigentes, pero la recomendación es guardar, en lo posible, el distanciamiento físico. En un desastre natural existen riesgos mediatos, como el contagio de una enfermedad, y otros inmediatos, como la caída de un muro. La persona debe tomar precauciones y no regresar a la edificación por elementos personales”, concluyó Luis Jorge Hernández, experto en salud pública.