Violencia
Los alcaldes están desesperados por la violación al cese al fuego y la ola de violencia y le dicen al presidente Petro: “Hay desesperanza en nuestras regiones”
Mandatarios regionales le enviaron una dura carta al presidente Petro reclamando acciones contundentes ante constantes violaciones del cese al fuego. “Hay desesperanza en nuestras regiones”, dicen.
La situación de violencia en algunos territorios en medio del cese al fuego decretado por el Gobierno nacional, que busca una posible paz total con la mayoría de grupos armados, parece empeorar cada día más.
Así lo dejan en evidencia decenas de alcaldes y gobernadores que le reclaman al presidente Gustavo Petro acciones inmediatas para evitar más hechos criminales y terroristas en sus territorios. Los primeros en levantar la mano y expresar su inconformidad públicamente, a través de una carta dirigida al presidente Petro, fueron 40 de los 42 alcaldes del Valle del Cauca, así como la gobernadora Clara Luz Roldán.
En la carta –que no fue firmada por el alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, ni por el mandatario de Buenaventura, Víctor Hugo Vidal– le reprochan al presidente que no existan acciones contundentes del Gobierno nacional, mientras los grupos armados en esa región vulneran constantemente el cese al fuego con ataques directos a la fuerza pública, extorsiones y atentados con artefactos explosivos.
“Hacemos un llamado al Gobierno nacional, en cabeza del presidente Gustavo Petro, al ministro de Defensa, Iván Velásquez, y el alto comisionado para la paz, Danilo Rueda, para que se haga respetar el acuerdo del cese bilateral al fuego y cesen los hostigamientos contra la población civil en nuestro departamento y el reclutamiento de menores”, dice la misiva, firmada por 40 alcaldes y la gobernadora Roldán. También aseguran que estos “hechos constituyen una flagrante violación al cese al fuego acordado”.
Tendencias
Luego de este reclamo público, más mandatarios de diferentes regiones también levantaron la mano para pedirle al Gobierno nacional recular la idea del cese al fuego bilateral si continúan las constantes violaciones. Por ejemplo, el gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria, sugirió hacerle modificaciones al proceso inicial de negociación con los grupos armados.
Antioquia es uno de los departamentos con mayor número de violaciones al cese del fuego. En diferentes municipios, las disidencias de las Farc han llegado hasta colegios rurales para adoctrinar estudiantes, así como realizar maniobras de intimidación a la población civil. Ante este panorama, Gaviria insistió en la necesidad de frenar el accionar de los grupos armados en los territorios.
Explicó que la percepción de los antioqueños es que estos grupos al margen de la ley y que presuntamente participan de manera activa en un cese al fuego bilateral aumentaron y afianzaron su presencia en diferentes subregiones de Antioquia y el país, y han extendido sus actividades delictivas a la minería ilegal, la siembra de coca, la extorsión y el homicidio.
La situación más crítica en Antioquia se vive en el municipio de Yarumal. El mandatario local, Miguel Ángel Henao, advirtió que hombres armados están sacando provecho para aumentar su presencia en los cascos urbanos. “Nosotros anhelamos la tranquilidad, porque hemos sufrido mucho, aunque reiteramos que la paz no se hace violentando a las personas, lo que está pasando. Las extorsiones no paran. El cese se está cumpliendo con la fuerza pública, no con los civiles”, manifestó el alcalde.
Otras voces
Para el gobernador de Sucre, Héctor Olimpo Espinosa, la violación del cese al fuego también se ha visto representada en el incremento de hechos delictivos como la extorsión. “El cese al fuego no es solo dejar de disparar. Es dejar de extorsionar, dejar de intimidar, dejar de presionar a los funcionarios públicos para que hagan la voluntad de las bandas criminales”, sostuvo Espinosa.
Según el mandatario, los datos sobre aumento de casos de extorsión son preocupantes. “Un estudio muy serio del centro de pensamiento Futuros Urbanos muestra que este delito aumentó en seis de las diez ciudades principales del país durante los últimos cinco años. Villavicencio, Cali, Barranquilla, Medellín e Ibagué registraron los mayores incrementos en 2022”.
Además, indicó que las estadísticas sobre denuncias pueden estar mostrando tendencias muy distintas a la realidad, “pues muchísimas personas se abstienen de denunciar por temor a luego ser víctimas de acciones criminales contra su integridad y la de sus familias”.
Espinosa aseguró que la situación actual de Colombia, las nuevas dinámicas de la acción criminal y de los actores que buscan entorpecer la efectividad de las acciones de la Policía y de las Fuerzas Militares están generando nuevos riesgos en diferentes zonas. “Por ello es necesario hacer una reorganización estratégica con enfoque territorial para fortalecer las capacidades en todas las regiones colombianas”.
“Sentimos desesperanza”
Del otro lado del país, en Cauca, los alcaldes de los municipios más golpeados claman al Gobierno nacional para que pare el derramamiento de sangre, pues, según denuncian, los asesinatos contra integrantes de la fuerza pública no se han detenido. Uno de los casos más recientes ocurrió el pasado miércoles, cuando un joven de apenas 20 años fue asesinado por disidencias de las Farc tras revisarle el celular y encontrar en él fotos de la víctima durante su periodo de servicio militar obligatorio.
Al presidente le diría que mire bien si hay seriedad en esos grupos para el proceso de paz y, si no es así, que brinde garantías de derechos humanos a la población que lo apoyó”, señaló el alcalde de Argelia, Jhonatan Patiño. Asimismo, denunció que “en estos momentos continúan los enfrentamientos de grupos armados. El desplazamiento persiste, hay más de 100 personas desplazadas. El Ejército hizo un retroceso en el que dejaron solas varias veredas donde se están presentando las tensiones”. Agregó que el ambiente social en Argelia, Cauca, está marcado por la desesperanza. “Siento que esto no va a cambiar por mucho tiempo”.
A su turno, el alcalde de Caldono, José Vicente Otero, señaló que las disidencias de las Farc están jugando con el Gobierno nacional. “Los grupos armados no han tomado en serio la gran oportunidad que tenemos de construir la paz en el territorio. Es una oportunidad única, pero vemos con preocupación que la violencia en Caldono se ha incrementado, particularmente, por parte de las disidencias de las Farc. También ha entrado el ELN, el cual no operaba aquí”, manifestó el mandatario.
De igual manera añadió: “Al presidente le pido que mantenga abierta la propuesta de la paz total. El diálogo y la concertación son el camino. Sin embargo, también le pido que acompañe a estos territorios, que estamos sufriendo las secuelas de una guerra que no nos pertenece”.
Así las cosas, las principales voces de rechazo a cómo se está desarrollando el cese al fuego vienen desde las regiones más golpeadas por la violencia. La sensación de desamparo crece, mientras la percepción de un empoderamiento de las estructuras armadas hace vaticinar el regreso de los peores años del conflicto.