Los aterradores audios de alias Tania con los que celebra el asesinato de soldados

Las burlas, la frialdad y el descaro criminal de Leidy Vanesa Bolaños Anacona, alias Tania, presunta integrante de las disidencias de las Farc, es perturbadora. En las interceptaciones que obtuvo la Fiscalía queda muy claro que tenía muy poco aprecio por la vida de sus víctimas, generalmente militares secuestrados, luego asesinados.

Los investigadores de la Dirección Especializada contra las Organizaciones Criminales lograron establecer, con prueba técnica, cómo alias Tania confesó los asesinatos y hasta le contaba a sus cómplices que los crímenes no la dejaban dormir, principalmente el asesinato del subteniente del Ejército, Cristian Calderón Jiménez, ocurrido el 5 de septiembre de 2021, que ella misma habría ultimado.

“El material de prueba presentado por un fiscal de la Dirección Especializada contra las Organizaciones Criminales fue determinante para que un juez de control de garantías impusiera medida de aseguramiento en centro carcelario a Leidy Vanesa Bolaños Anacona, alias Tania, presunta cabecilla de una estructura de la columna móvil Urías Rondón de las disidencias de las Farc”, explicó la Fiscalía.

Las pruebas que presentó la Fiscalía en contra de alias tania fueron suficientes, incluso descarnadas, para confirmar de qué forma estaría comprometida en los asesinatos selectivos, no sólo de militares, también de civiles, que se convertían en un problema para las disidencias, en el Valle del Cauca.

Los audios

En poder de la Fiscalía están las interceptaciones que se presentaron a un juez de control de garantías para imputar cargos contra alias Tania y que fueron contundentes a la hora de solicitar una medida de aseguramiento, que el juez consideró apenas obvia ante la crueldad de las conversaciones.

En un audio se escucha a Tania mientras conversa con otro disidente de las Farc. Ella le cuenta como el asesinato de un teniente le generó pesadillas. Su cómplice le da tranquilidad mientras le aconseja “controlar” la mente, como si el asesinato de personas se tratara de un acto rutinario.

• Alias Tania: Hace como unos 15 días o un mes creo yo, me llevaron para allá, ajusticiar un subteniente, entonces el mando me dijo hágalo usted y yo me puse a hacer eso y ahora tengo unas pesadillas horribles.
• Cómplice: Eso no es nada.
• Alias Tania: Sí, unas pesadillas.
• Cómplice: Tienen que controlar la mente, no más y ya.
• Alias Tania: El primero y el segundo. Pues nada, y este, y ya.

En otra conversación alias Tania le cuenta a otro delincuente cómo tenía en su poder, secuestrado, a un subteniente que le pedía de comer, pero se lo llevaron con la orden de matarlo. Alias Tania confesó que tenía nervios y su cómplice solo se ríe de la barbarie.

• Alias Tania: Sí, un subteniente, jovencito estaba ahí, primero lo teníamos ahí amarrado, luego nos decía que le diéramos agua, que le diéramos de comer y al rato nos lo llevamos por allá, en la carretera y me dijeron ahora hágale usted, porque no se le puede perdonar la vida y yo, hijueputa… por eso fue que me dieron nervios.
• Cómplice: Jajajjajaj
• Alias Tania: Sí y yo creo que ahorita a este me va a tocar también.

La Fiscalía investiga la participación que tuvo alias Tania en el asesinato de un grupo de indigenas Awá, en hechos ocurrido el pasado 3 de julio de 2022, en el resguardo Inda Sabaleta, en Tumaco, departamento de Nariño. Ella misma terminó por confesar el crimen, de acuerdo con las interceptaciones que tiene la Fiscalía.

“Hay evidencia que la involucra en otras actividades ilícitas como ataques contra la fuerza pública y pobladores del Pacífico nariñense, por instrucción directa de Euclides España Caicedo, alias Jhonier, quien murió durante una operación militar el pasado 23 de enero, en Toribío (Cauca)”, señaló el delegado contra la Criminalidad Organizada, Javier García Trochez.

A alias Tania la Fiscalía le imputó los delitos de homicidio agravado, secuestro simple agravado y concierto para delinquir agravado. Cargos que no aceptó, se declaró inocente, pero que fueron suficientes para enviarla a una cárcel, por orden de un juez.