Bogotá
Los carros parquean en los andenes: ¿y dónde está la Alcaldía de Claudia López?
Vecinos de Chapinero Alto señalan que se ha incrementado el parqueo de vehículos en el espacio público.
Siguen aumentando las denuncias de varios residentes de Chapinero, quienes aseguran que se volvió insostenible la movilidad por el uso indebido del espacio público sin que las autoridades hagan algo.
En varias calles se observa cómo los conductores de carros y motos parquean a su antojo tanto en las vías y sobre los andenes, impidiendo la movilidad de los peatones y el ingreso de las personas a los parqueaderos de sus respectivas viviendas y edificios.
Una de las calles más afectadas es la 66, entre avenidas cuarta y quinta. Se trata de una calle angosta en donde el común denominador es ver carros y motos parqueados a los dos costados de la vía y sobre los andenes.
En diálogo con SEMANA, una vecina del sector aseguró: “El problema no es el comercio, de hecho, nosotros respaldamos el comercio porque es generador de empleo y de reactivación económica, en lo que no estamos de acuerdo es en el uso indebido del espacio público, convirtieron la calle en un parqueadero y eso no tiene porqué ser así”.
En imágenes compartidas a SEMANA, queda en evidencia cómo incluso los conductores de manera irregular se tomaron el anden de un local que está vacío y en arriendo, como si se tratara de un parqueadero público.
Este uso indebido del espacio público se hace más frecuente desde el mediodía hasta altas horas de la noche, principalmente los fines de semana.
Varios vecinos han hecho reiterados llamados de atención a los conductores de estos vehículos, pero las respuestas que reciben vienen cargadas de numerosos improperios y hasta temen que se puedan ver afectados físicamente al velar por el derecho que tienen a una libre movilidad.
Cansados de esta situación, los vecinos han buscado a la Alcaldía Local de Chapinero para que les brinden una solución. En ese sentido, radicaron un derecho de petición y aunque en la respuesta les dijeron que vienen adelantando acciones preventivas de sensibilización e incluso han impuesto sanciones a los conductores mal parqueados, los vecinos aseguran que se trató de operativos de un solo día y el problema continúa.
Los vecinos también se han comunicado con la Secretaría de Movilidad, pero no les dan respuesta.
SEMANA se trató de comunicar en varias oportunidades con el subsecretario de Gestión de Movilidad, Nicolás Correal, pero no contestó las llamadas.
Parqueadero a cielo abierto
Las denuncias de hoy se suman a la conclusión de otros residentes de Chapinero quienes aseguran de forma tajante que Bogotá se convirtió en un verdadero parqueadero a cielo abierto.
Este fenómeno se da a pesar el Distrito implementó, desde noviembre del año pasado, la estrategia del pago por parqueo en vía pública iniciando en la localidad de Chapinero, donde se demarcaron varias zonas para que los vehículos hagan uso del espacio.
Y aunque esta iniciativa lo que busca es mejorar la movilidad y promover una cultura vial, lo cierto es que cuatro meses después de iniciado este programa son más las falencias que los aciertos y de momento las personas siguen parqueando a su antojo, no solo en Chapinero sino en toda la ciudad.
A principios de marzo la Terminal de Transporte habilitó la segunda zona de parqueo en vía extendiendo los lugares habilitados desde la Calle 72 hasta la Calle 100, entre la Carrera Séptima y la Autopista Norte, pero en esta localidad el común denominador es la desorganización y la falta de control a los que parquean tanto en las cajas habilitadas como en los lugares no permitidos.
“Hay desorden a la hora de parquear porque ha faltado mucha pedagogía, aunque eso no significa que el programa no tenga sentido hacerse, el error ha estado en que inicialmente el proyecto era a una escala menor y posteriormente lo ampliaron, pero no se informó adecuadamente y esto ha generado traumatismos en la zona”, aseguró Omar Oróstegui, director de Futuros Urbanos.
El parqueo irregular en las vías no es un mal menor, es un asunto que agrava la ya alarmante problemática de movilidad que vive la ciudad, pues como bien lo señala Omar Oróstegui: “Bogotá se está convirtiendo en un parqueadero a cielo abierto, porque se ha subestimado el crecimiento del parque automotor; porque se le ha prestado poca atención al parqueo en andenes, sobre todo de motos; porque no hay suficiente oferta de parqueaderos en conjuntos residenciales, y porque hay una alta dependencia del vehículo privado ante la deficiente calidad del transporte público”.