Política
Los celos entre precandidatos de Centro Esperanza tienen a la coalición en aprietos
Precandidato afro no entrará definitivamente a la coalición. Esta noche, los integrantes de Centro Esperanza van a discutir propuesta de Galán de que solo tres vayan a la consulta.
Muchas dificultades para consolidarse como coalición tiene Centro Esperanza a menos de 50 días de ir a las urnas.
Los celos y las envidias entre los precandidatos han generado “fisuras” entre ellos, lo cual plantea riesgos para ir triunfantes a las urnas y envía un mensaje cargado de desconfianza a los electores.
Aunque hay varios factores de desunión, el detonante fue el desplante que le hicieron al exministro Luis Gilberto Murillo, quien iba a entrar a esa alianza en representación de la comunidad afro.
Murillo, quien renunció a la prestigiosa universidad estadounidense MIT para vincularse a la campaña presidencial con esa coalición, quedó sorprendido con el desaire que le hicieron.
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El tema predominante en la primera reunión de los precandidatos a la que asistió para vincularse fue que ya eran muchos los aspirantes en ese grupo y que los recursos que el Estado da para la campaña no alcanzaban para tantos.
A Murillo le sorprendió que la discusión sobre el “exceso” de precandidatos se haya enfocado en él, aunque el mismo día Íngrid Betancourt hacía su entrada como precandidata a la coalición.
Centro Esperanza tiene seis precandidatos: Íngrid Betancourt, Sergio Fajardo, Alejandro Gaviria, Juan Fernando Cristo, Carlos Amaya y Jorge Enrique Robledo.
Los principales enemigos de que los afro entraran a la coalición fueron, según supo SEMANA, Juan Manuel Galán y Sergio Fajardo.
Galán hizo pública su postura y en una declaración dijo que la coalición no debería inscribir más de tres precandidatos a la consulta interna, pero no explicó cuál sería el criterio para excluir a los otros tres, o cuatro contando a Murillo.
Fajardo, al parecer, teme que Murillo le quite votación en Antioquia y en el Pacífico, donde su candidatura ha recibido apoyos.
El único que hizo una vehemente defensa de que Murillo entrara a Centro Esperanza fue Jorge Enrique Robledo. Valoró como muy significativo el aporte de las etnias.
Murillo se apartó del proceso, armó rancho aparte con Colombia Renaciente de la cual será su candidato presidencial y denunció que hay un clima de hostilidad contra la comunidad afro en esta campaña presidencial.
Recordó que también en el Pacto Histórico de Gustavo Petro los afro fueron discriminados.
“Si eso es en la campaña, cómo será en un gobierno”, se preguntó desconcertado por el clima de hostilidad que reina.
El precandidato afro ha recibido llamados de algunos miembros de Centro Esperanza para que retorne, pero él cree que no hay condiciones para su llegada.
También ha recibido guiños desde el Pacto Histórico para que se incorpore a esa alianza, pero Murillo tiene la decisión de ir solo a la primea vuelta.
En Colombia hay cerca de 10 millones de afro que podrían ser clave en los comicios de 2022.
Galán, ¿excluyente?
Galán es uno de los precandidatos que más ha estrujado a Centro Esperanza: se opuso a listas de unidad al Congreso que los representara a todos, no quiere más de tres precandidatos en la consulta y ahora asegura que la coalición no tiene fuerza.
Galán cree que en caso de aceptarse su propuesta de inscribir solo tres precandidatos a la consulta de marzo, él sería uno de ellos.
“No hemos sabido emocionar y no hemos sabido conectar con el pueblo colombiano”, dijo en su declaración.
Aunque le pidió a Murillo que no se vaya, fue uno de los que impidió claramente su llegada.
Robledo, quien ya ha mostrado públicamente algunos desacuerdos con Galán, dijo que “no veo negativo para la democracia y para el éxito de la Coalición que seamos ocho los precandidatos, número al que llegamos por consenso, incluido entre ellos a Luis Gilberto Murillo. Luego no creo que a ninguno se le deba quitar su derecho a su precandidatura”.
Los únicos que estarían de acuerdo con Galán serían Fajardo y Alejandro Gaviria.
Íngrid Betancourt calificó como “súbita” la propuesta de Galán y reveló que el tema será discutido en una reunión de los precandidatos este domingo.
“En la coalición todas las decisiones se toman por consenso. Vamos a escuchar los argumentos y estoy segura de que saldrá algo bueno”, le dijo Íngrid a SEMANA.
Lo más seguro es que Galán sea derrotado esta noche en su iniciativa de dejar solo a tres precandidatos en la consulta y su actitud deja heridas entre sus aliados.
Fajardo, ¿incómodo?
Algo que también ha generado incomodidad, pero que en todo caso ha sido un instrumento de ayuda (doble filo), es que el partido de Íngrid, Verde Oxígeno, esté avalando tres precandidatos a la vez: a la propia Íngrid, a Carlos Amaya y a Sergio Fajardo.
Fuentes allegadas a la coalición le dijeron a SEMANA que Fajardo también se sintió incómodo con la llegada de Íngrid como precandidata, porque siente que le quita protagonismo, pero no puede decir nada, porque Íngrid es quien lo avala.
Fajardo ya había tenido tensiones también con Galán, pues inicialmente creyó que el Nuevo Liberalismo llevaría a sus candidatos en las listas para Congreso, pero eso no ocurrió.
Galán tenía claro que en las listas a Congreso del Nuevo Liberalismo solo irían personas de su equipo que empujarían su precandidatura todo el tiempo.
De la Calle, preocupado por “fisuras”
La incertidumbre que se vive en Centro Esperanza ha tocado, inclusive, a Humberto de la Calle, cabeza de lista a Senado, por la coalición.
De la Calle, quien declinó ser precandidato para encabezar la lista al Senado, ahora cree que en efecto “hay una situación muy delicada en la coalición Centro Esperanza”.
Dijo que “es urgente encontrar consensos” y que no se puede “desechar la oportunidad histórica de cambio en serio”.
De hecho, dejó ver su desaliento por las disputas internas y en su cuenta de Twitter advirtió que “si no logramos una bancada fuerte y comprometida, mi presencia en la lista de Senado carecería de sentido”.
De la Calle es consciente de que “las fisuras en la consulta presidencial afectan las listas” al Congreso y está claramente incómodo con lo que está pasando en ese proyecto político.
A menos de 50 días de la consulta interna para definir candidatos presidenciales en las urnas, la coalición Centro Esperanza tiene aún problemas por resolver y enviar mensaje de confianza para convocar y ganar. Y aunque no es la única que tiene esas dificultades, sí es donde se perciben mayores desacuerdos entre sus integrantes.