Nación
Los descarados audios de un grupo de vigilantes que dormían a sus compañeros y cortaban la luz para atracar casas en Bogotá
La Fiscalía logró la captura de una banda dedicada a hurtar casas y apartamentos en Bogotá. El problema es que todos eran vigilantes de estos espacios.
“Los ratones cuidando el queso”, la frase que mejor se ajusta a la historia judicial que reveló este jueves la Fiscalía. Un grupo de vigilantes en conjuntos residenciales decidieron convertirse en una banda de atracadores, sin escrúpulos.
Los vigilantes, con la información en sus libros o minutas de seguridad, sabían en qué momento actuar, que casa asaltar y cómo salir sin dejar huella del hurto. Incluso cuando algún compañero, digno de moral y honestidad, se atravesaba en los turnos, lo dormían con somníferos en el tinto.
La Fiscalía obtuvo audios con el detalle de estos delincuentes, la forma en que actuaban y las descaradas estrategias que utilizaban para meterse a las casas, buscar por los cajones, sacar dinero en efectivo, joyas y relojes, nada de gran tamaño, solo artículos que su propio cuerpo podría disimular.
- Vigilante 1: El chiquitico ese se ve que es jodido el que yo te dije
- Vigilante 2: Eso toca como ellos me reciban el tinto a mi el que lo hace el recorredor ahí van las gotas,
- Vigilante 1: Claro
- Vigilante 2: Ese habla mucha monda
- Vigilante 1: Depronto si hay mane, de pronto si hay eso no lo pueden hacer así como así, esos manes no se dejan torcer, esos viejitos así, son difícil torcerlos, si fueran pelados como uno también
- Vigilante 2: Pues los pone a dormir…
- Vigilante 1: Ajá si ellos duermen
- Vigilante 2: Sí ahí están las gotas
- Vigilante 1: No, yo porque no jodan, hasta el sábado entro de día
- Vigilante 2: Si por ahí me llamó… yo le dije vamos a sentarnos a hablar que tal que cuando vayamos para encima va pa encima y tal, que no descargarla sin nada,no eso es viejo.
Las conversaciones entre los vigilantes revelan cómo coordinan los atracos, la forma en que consiguen dormir a sus compañeros, ajenos a su actividad criminal y hasta cómo cortan la luz para inhabilitar las cámaras de seguridad, con el claro propósito de evitar cualquier registro.
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- Vigilante 1: Hablalo
- Vigilante 2: Anda ¿qué todo bien?
- Vigilante 1: Mañana pregunta, la casa 10 está sola ya confirmé pero esa tiene cámara y toda esa monda
- Vigilante 2: ¿Los bajo de una vez?
- Vigilante 1: Bajale la luz que todo bien
- Vigilante 2: Si llegan a llamar, supongamos que llamen, “No, ha listo ya verificó”
- Vigilante 1: Eso que hay unos bajones de luz,
- Vigilante 2: Epa no pasa nada ya paso y miro y subimos los tacos
- Vigilante 1: Y si tiene alarma no importa tampoco
- Vigilante 2: De todas maneras si se dan cuenta les tienen que avisar a ustedes, entonces tú vas y verificas y dices “si se bajaron los tacos”
- Vigilante 1: En este momento este man se fue a almorzar y es la oportunidad que tengo para bajarlos
- Vigilante 2: Ahí no te ves cuando tú bajas los tacos, no hay cámaras.
- Vigilante 1: Ahí no coge, no coge.
- Vigilante 2: Hágale, bájaselo ahí, bien discreto.
Los hurtos, sin ser exagerados en cantidad, lo eran en valor. La cuantía superó los 1.700 millones de pesos. Atracos pequeños pero cuantiosos: dinero en efectivo, joyas, relojes y artículos de valor que sacaban en maletas para evitar llamar la atención o que resultara descarado, como un trasteo.
“Luego de asociar varias denuncias de hurtos a viviendas en Bogotá y algunos municipios de Cundinamarca, y recopilar abundante material de prueba, la Fiscalía General de la Nación identificó a una red delincuencial conocida como ‘Los Seguros’, la cual estaría conformada en su mayoría por vigilantes”, dijo Leonor Merchán, directora seccional de fiscalías en Bogotá.
Todos los capturados fueron presentados ante jueces de control de garantías para imputar cargos y solicitar una medida de aseguramiento. Los vigilantes ahora serán custodiados pero por el Inpec, fueron enviados a una cárcel.