Los diez datos más aterradores sobre la segunda ola de covid-19

La situación que vive Europa parece ser un espejo de lo que nos espera; la reapertura de las ciudades, la reactivación del comercio y la flexibilización de las medidas de bioseguridad han generado un aumento inesperado en los contagios de coronavirus y tiene en alerta a las autoridades.

Por ahora, las cifras para Colombia son preocupantes. En este momento el país supera las 31.000 muertes y el millón de casos registrados. Por otra parte, entre el 18 y el 24 de octubre la covid-19 fue la primera causa de muerte en el país. Además, tan solo este jueves y viernes se ha superado la barrera de los 11.000 contagios diarios. Estos son los 10 puntos claves para entender lo que está en juego con una inminente segunda ola del virus.

La segunda ola será más grave

Las cifras de Europa ya lo han demostrado. Por ejemplo, países como Francia han tenido más de 45.000 casos por día, una cifra récord que no se presentó en los meses de marzo o abril. El mismo presidente Macron aseguró que esta ola será más ‘asesina’. También en Francia, Alemania, Italia y Holanda han visto cómo los servicios médicos llegan a un punto crítico.

El otro factor que preocupa es la velocidad de los contagios, lo que se debería a un mayor efecto multiplicador, dado que hay una mayor base de infectados. Lo que complicaría la situación es la llegada de nuevas medidas restrictivas, las cuales también llegarían a Latinoamérica en cuestión de semanas, si se tiene en cuenta que el modelo de Europa se repite de manera similar en nuestros países.

En medio de la reactivación

Para países como Colombia las cosas se complican más si se tiene en cuenta que todos los sectores económicos apenas están tomando un respiro. En ciudades como Bogotá el impacto ha sido muy fuerte, pues se han liquidado unas 37.000 empresas entre enero y agosto. La economía colombiana ha perdido unos 70 billones de pesos por culpa de los cierres y apenas se ve una mejoría en las cifras de desempleo, las cuales rondan el 16,8 por ciento. Una segunda ola agresiva obligaría a los gobiernos a imponer cuarentenas, lo que terminaría borrando los esfuerzos hechos en la ‘nueva normalidad’.

Bolsas de valores por el piso

El temor de la segunda ola ha llevado a que los índices más importantes de Wall Street caigan en un 3%. Parte de esto se debe al anuncio del gobierno francés de imponer un toque de queda general en el país galo. Tan solo este miércoles, el Dow Jones, principal indicador de la industria en Estados Unidos, perdió un 3,43%. Las acciones de aerolíneas y compañías hoteleras son las más golpeadas, pero incluso compañías como Apple y Amazon perdieron entre un 3 y un 4,7 por ciento en los últimos días.

Crisis en la salud

Los datos de ocupación de las UCI en Antioquia reflejan la magnitud de este problema, pues incluso Bogotá le ha ofrecido ayuda a distancia y atención de pacientes por el colapso de los servicios médicos en esta ciudad. Esta misma situación se vive en Europa y la Unión Europea ha llamado a la cooperación internacional por la falta de médicos y personal de la salud en general. Además, los municipios apartados y regiones más vulnerables no cuentan con la infraestructura hospitalaria para recibir una ola de coronavirus más fuerte. Por ahora, el país cuenta con unas 10.800 unidades de cuidados intensivos para resistir este segundo round.

La gente está cansada

La actitud de los ciudadanos ante la pandemia complicaría el panorama de la crisis. Muchos parecen haber olvidado la dimensión de la pandemia y rechazan la idea de nuevos confinamientos. Los expertos aseguran que detrás de las razones de este comportamiento están actitudes naturales del ser humano. Los psicólogos aseguran que regresar a las calles es típico de un comportamiento individualista y que reivindica la sensación de poder. Por otro lado, se estima que una buena parte de los ciudadanos se siente solo y aturdido en el encierro.

El efecto en las ciudades pequeñas

Los rebrotes de covid-19 en el país se presentan de una manera uniforme y tal como ocurrió en la primera ocasión, algunas ciudades llegarán primero que otras al pico de contagios. Esto genera un grave riesgo sobre los municipios y pueblos del país que viven por estos días los momentos más difíciles de la pandemia. Departamentos como Huila, Caquetá, Caldas o Cesar están llegando al primer pico y un cierre de la economía afectaría a una gran cantidad de personas, si se tiene en cuenta que en muchas de estas regiones los sectores más importantes son los del comercio y los servicios.

La indisciplina no cesa

Día a día es más frecuente ver aglomeraciones, personas sin tapabocas y sancionadas por realizar fiestas o reuniones. Estos comportamientos han generado medidas como los toques de queda que se implementaron este sábado en la celebración del Halloween. Las autoridades continúan registrando aglomeraciones en playas, manifestaciones y lugares públicos. Por ejemplo, en ciudades como Bogotá, Medellín, Ibagué y la región metropolitana de Bucaramanga se vio cómo cientos de personas burlaron las medidas de seguridad para celebrar anticipadamente la noche de las brujas con desfiles y caravanas.

Temporada de fiestas

La jornada del Halloween es solo el primer gran reto del gobierno central y las alcaldías. Las vacaciones y las celebraciones de la Navidad generarán inevitablemente una gran movilización de personas y aglomeraciones en centros de comercio. Frente a esto, las autoridades tienen el gran reto de cuidar a la población vulnerable sin afectar los meses más prometedores para el comercio y el turismo.

Estocada final a la economía

Sobre este punto, lo que más preocupa es el impacto en la economía de los hogares y de los sectores más vulnerables de la sociedad. Según la encuesta del Pulso Social del Dane, unos 2 millones de familias colombianas no están recibiendo ingresos por culpa de la pandemia. Por otra parte, también se conoció que en los últimos meses el 18,09 por ciento de los hogares colombianos solo accede a dos comidas al día.

Desobediencia civil

Varios movimientos y gremios han amenazado con un desacato general a las posibles medidas de cuarentena. Lo más probable es que, de presentarse actos de desobediencia civil, sean encabezados por los comerciantes. Al respecto, Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, aseguró que: “La verdad es que algunos comerciantes están dispuestos a no cumplir, debo decir eso con toda sinceridad”. En países como Italia, las inconformidades han derivado en vandalismo y protestas violentas.