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Los E-Mails secretos

Semana revela escandalosos correos del computador de Reyes que demuestran que el gobierno de Chávez les dio armas, plata y refugio a las Farc.

17 de mayo de 2008

La noticia de que la Interpol ratificó que no se había manipulado la información contenida en el computador de Raúl Reyes, más que entusiasmo, debería generar una gran preocupación entre los colombianos. Los últimos hallazgos entre las comunicaciones de Reyes, el Secretariado y Manuel Marulanda, 'Tirofijo', demuestran de manera detallada el escandaloso grado de colaboración del gobierno de Hugo Chávez con las Farc en los temas militar, político, económico y logístico.

Que un vecino con el cual Colombia comparte una frontera de 2.199 kilómetros haya decidido ponerse del bando del enemigo interno es de una gravedad insospechada. En otras partes del mundo ha sido motivo para iniciar guerras. Y la explicación es sencilla: es casi imposible derrotar una fuerza insurgente que tiene un apoyo externo sostenido y una retaguardia segura. De Chávez siempre se sabía que tenía simpatía ideológica con la guerrilla y que incluso algunas unidades suyas se hacían las de la vista gorda en la frontera. Que hasta podía haber una política de no agresión mutua entre las Farc y militares venezolanos. Pero la realidad terminó siendo mucho más grave, según queda al descubierto en los correos del Secretariado.

En los mensajes se constata que en los últimos dos años el gobierno de Chávez, a través de sus más altos funcionarios -y él mismo-, les ayuda a las Farc a conseguir armas en el mercado internacional, financia la lucha insurgente en Colombia, ofrece refugio y protección a guerrilleros en una "zona de descanso" al otro lado de la frontera, y trabajar conjuntamente con ellas en un "plan estratégico" que incluye la expansión del proyecto bolivariano de Chávez y el reconocimiento de beligerancia de las Farc.

Los colombianos aún recuerdan la imagen de Chávez, el miembro del Secretariado Iván Márquez y la senadora Piedad Córdoba a la salida del Palacio de Miraflores el 8 de noviembre de 2007. En ese momento se hablaba de los avances para un acuerdo humanitario para la liberación de los secuestrados por las Farc. Pocos sabían que esa no fue la única reunión que sostuvieron, y que en la agenda había mucho más que un interés humanitario. En un mensaje fechado el 12 de noviembre de 2007 por Márquez a 'Tirofijo' y sus camaradas del Secretariado quedan al descubierto los objetivos ocultos de estos encuentros.

En ese correo de 12 puntos, Márquez y Rodrigo Granda, el guerrillero liberado por el presidente Álvaro Uribe hace un año por solicitud expresa del mandatario francés Nicolas Sarkozy, informan sobre el "éxito" de sus gestiones con Chávez. El primer punto es el más aterrador. "Chávez aprobó totalmente y sin pestañear la solicitud de 300", refiriéndose a los 300 millones de dólares que las Farc les habían solicitado a altos funcionarios venezolanos en varias reuniones anteriores. Mientras en las cámaras de televisión Chávez anunciaba que se avanzaba hacia un acuerdo humanitario, por debajo de cuerda las Farc y el gobierno venezolano habían acordado un plan de cooperación militar. "Las relaciones con el Ejército (venezolano) están muy próximas a lo que plantea el Plan Estratégico. Tenemos amistad y buena empatía, por lo menos con cinco generales. Es más, Chávez impartió delante de mí la instrucción de crear en la frontera sitios de descanso y atención de enfermos y designó una especie de Estado Mayor para estas relaciones. Ya nos están preguntando dónde sugerimos hacerlos. Chávez dio a entender que ayudarían sin importar que se diera una situación de confrontación. Dijo que si Uribe toca un delegado de Farc, se ganará un enemigo de por vida". Esto ayudaría a explicar la indignación de Chávez con la muerte de Reyes, cuatro meses más tarde en el bombardeo, y el minuto de silencio que le concedió como homenaje.

El correo tiene otro aparte que deja en evidencia el doble juego de Chávez y el grado de confianza que existe con las Farc, e incluso con el ELN. "A instancias de Chávez nos reunimos en nuestro búnker en el Fuerte Tiuna con Antonio y Gabino (comandantes del ELN) en un ambiente muy fraternal". El Fuerte Tiuna es el cuartel general de las Fuerzas Armadas venezolano. Sorprende, por decir lo menos, que un grupo armado que busca derrocar al gobierno colombiano tenga las puertas abiertas al corazón del estamento militar venezolano, y aterra que las Farc se sientan como en casa.

Armas y plata

La cumbre de Miraflores fue la culminación de una serie de gestiones que comenzaron en enero de 2007, muchos meses antes de que Chávez fuera designado facilitador para el intercambio por el presidente Álvaro Uribe.

En un correo del 4 de enero de 2007, Iván Márquez le informa al Secretariado que se reunió con dos de los más importantes generales venezolanos, el director de Inteligencia Militar y el comandante de una de los principales guarniciones en la frontera con Colombia. "Me reuní con los generales Alcalá y Carvajal (con los cuales ya me había reunido en tres ocasiones en compañía de Ricardo, Rodrigo Granda). Hablamos del plan patriota, canje, la parapolítica y tres aspectos del Plan Estratégico: finanzas, armas y políticas de frontera". En ese mismo mensaje, Márquez les cuenta que les "van a hacer llegar (la próxima semana) 20 bazucas, de las cuales 10 serían para Timo (Timochenko, miembro del Secretariado) y 10 para acá. Alcalá sugirió que fuera una cantidad mayor. Reiteran la oferta de munición". Como si lo anterior fuera poco, en la reunión entre los generales venezolanos y Márquez se contempla la posibilidad "de aprovechar las compras de armas de Venezuela a Rusia para incluir unos contenedores con destino a las Farc".

Dos semanas después, las armas prometidas por los generales venezolanos llegaron a las Farc. "Los aparatos que hemos recibido con Timo (Timochenko) son cohetes antitanque de 85 mm, dos tubos y 21 cargas. El amigo dice que tiene más de 1.000 cargas y que próximamente nos hará llegar otras más, así como otros tubos", dice una carta el 20 de enero de 2007 de Márquez a 'Tirofijo' y los miembros del Secretariado. El tráfico de armas no era lo único que se tramaba.

En un mensaje al Secretariado del 18 de enero de 2007, se insiste en la urgente necesidad de coordinar una reunión de las Farc con Chávez. Plantean "fortalecer la alianza contra los gringos y sus aliados estratégicos y proponerle que nos ayuden a conseguir el armamento que dice el plan estratégico, el préstamo de 250 millones de dólares para pagarlos cuando tomemos el poder". Esta cifra no es arbitraria. Entre las conclusiones más importantes de la novena conferencia de las Farc, donde se determina las acciones a seguir de todos los frentes, se puso como objetivo conseguir 230 millones de dólares.

Entre febrero y agosto de 2007 parece haberse dado un enfriamiento de los contactos a alto nivel, que sólo se reactivaron con la designación de Chávez como facilitador del intercambio humanitario por parte del presidente Uribe. Lo que nunca se detuvo fueron los contactos para la adquisición de armas para las Farc. Allí jugó un papel fundamental el diputado venezolano Amílkar Figueroa. Conocido con el alias de 'Tino' por los guerrilleros colombianos, Figueroa es reconocido militante de la izquierda radical con muy buenas relaciones con movimientos revolucionarios en América Latina como el Mrta en Perú. En Venezuela es uno de los líderes del movimiento V República y se ha convertido en un hombre clave para la adquisición de armas para las Farc en el vecino país.

En un correo del 6 de septiembre, Márquez le cuenta a 'Tirofijo' y al Secretariado los buenos oficios de 'Tino' con los traficantes de armas. "Ayer recibí a dos australianos proveedores de armas traídos por el Tino. Ofrecen a precios muy favorables todo lo que necesitamos: fusiles, lanzagranadas múltiples, ametralladoras PKM y punto 50 y los misiles. Todos estos materiales de fabricación rusa y china. Nos suministraron precios. AK Chino repotenciado a 120 dólares. AK rusos normales a 175 dólares. Lanzadores de RPG a 3.000 dólares. Explican que tienen una granada termobárica que destruye todo lo que haya en espacios cerrados (como las bombas de los gringos contra los refugios de Al Qaeda) a 800 dólares. Misil chino (según ellos el más moderno en la actualidad), con un 97 por ciento de efectividad, a 93.000 dólares. Dicen que es simple de operar y que ellos garantizan la instrucción. La munición de AK a 21 centavos unidad. Pero que si la compra es de tres millones de cartuchos, el precio es a nueve centavos unidad. La carga, una vez que salga, puede durar entre un mes o mes y medio para llegar a Venezuela. Reiteradamente expresan que confían en nosotros y que el Tino como parlamentario de una institución muy reconocida es también buen garante".

El tema de las armas no quedó en un simple ofrecimiento. Dos meses después, en la famosa reunión del Palacio de Miraflores con Chávez, Márquez deja constancia en un correo enviado al Secretariado de que Ramón Rodríguez Chacín fue designado por el Presidente venezolano como su contacto para el tema de las armas. Este, según Márquez, "ya sugirió un mecanismo para recibirles a los australianos en el Orinoco". Estos correos dejan en evidencia que las Farc, con la complacencia del gobierno venezolano, utilizan el territorio de ese país para traficar armas con destino a la guerrilla en Colombia.

El plan estratégico

Rodríguez Chacín, nombrado ministro del Interior en enero de este año, es el hombre clave en las relaciones directas entre Chávez y las Farc y es quien tomó la batuta en los contactos con Iván Márquez bajo la sombrilla del intercambio, a finales de agosto de 2007. De entrada, los correos revelan que había dos agendas. Una, pública, lograr la liberación de secuestrados. Y la otra, clandestina, avanzar en el llamado "Plan Estratégico" y en especial lo relativo a los 250 millones de dólares. En un correo del 5 de septiembre, Márquez le cuenta al Secretariado sobre sus reuniones con Rodríguez Chacín, a quien se refiere como el 'Cojo'. "En la primera reunión le recordé al Cojo lo que habíamos hablado la primera vez sobre el préstamo. En la segundo venida me dijo que la reacción del amigo había sido preguntar cuánto, dando a entender que se podía considerar. El tema lo dejé ahí pensando en la eventual reunión con JE ('Tirofijo')" .Un mes después, el 6 de octubre, Márquez le escribe a 'Tirofijo' y al Secretariado que "lo que se viene no es préstamo sino solidaridad".

La importancia de lo prometido no puede ser subestimada. El mismo Marulanda lo reconoce en noviembre cuando les comenta a los otros miembros del Secretariado: "el aporte de (300) resuelve un serio problema estratégico en la lucha contra la agresión gringa en cabeza de Uribe y de primera vista da la impresión que el hombre (Chávez) está interesado en aportar a la causa bolivariana para lograr fortalecer su proyecto político en varios países".

El 8 de febrero de 2008, tres semanas antes del bombardeo al campamento de Raúl Reyes, Márquez y Granda le avisan a 'Tirofijo' y al Secretariado que les tienen buenas noticias. El mismo Chávez les informó que "ya tiene disponibles los primeros 50 y tiene un cronograma para completar los 200 en el transcurso del año". En subsecuentes correos se habla de futuras reuniones en donde se precisará cómo será el mecanismo de entrega de los recursos, que podría ser, incluso, por medio del establecimiento de empresas o entrega de contratos. Llama la atención que en estos últimos correos utilizan claves numéricas para referirse a lugares y empresas y se refieren a Chávez con el alias de 'Ángel'.

La entrega de dinero y de armas a las Farc no es un hecho aislado sino que forma parte de una estrategia política más ambiciosa donde tanto las Farc como el gobierno de Chávez ganarían. El Presidente de Venezuela se convertiría en líder continental y la guerrilla alcanzaría el tan anhelado reconocimiento como fuerza beligerante. Por eso, tanto a Chávez como al Secretariado les cayó como anillo al dedo la designación del primero como facilitador del intercambio. Los contactos, que hasta agosto de 2007 eran totalmente clandestinos, se podían ahora realizar con menos riesgo bajo la sombrilla de una mediación internacional. En los correos es evidente que tanto para Chávez como para el Secretariado, primaban más los objetivos políticos que los humanitarios.

En un correo de Raúl Reyes a 'Tirofijo', el 23 de septiembre de 2007, el abatido jefe guerrillero le dice al comandante de las Farc que "para nosotros por encima del acuerdo o desacuerdo del canje está afianzar el reconocimiento de fuerza beligerante". En otro mensaje, el 11 de noviembre de ese mismo año, Reyes le dice al Secretariado que "para Chávez es de gran ayuda recibir las pruebas de supervivencia antes del referendo". Las pruebas nunca llegaron porque el Ejército colombiano interceptó a los mensajeros de las Farc en Bogotá a finales de noviembre.

Este no fue el único favor que quisieron hacerle las Farc en contraprestación por la plata y las armas. En un mensaje del 22 de noviembre al Secretariado, 'Tirofijo' comentó el anuncio del fin de la mediación oficial de Chávez por parte del gobierno colombiano. El comandante de las Farc dice que "si estamos seguros que el hombre (Chávez) nos hizo la ayuda, tal como lo señala Iván (Márquez), sería bueno analizar si unilateralmente entregando a Clara (Rojas), el hijo (Emmanuel) y la señora del Huila (Consuelo González) para crear mayores complicaciones a Uribe es posible producir mejores efectos en busca de la beligerancia a través de Chávez".

A lo largo de un extenso cruce de correos entre los miembros del Secretariado durante todo diciembre de 2007 se coordinó con los venezolanos la mejor manera de sacarle provecho a la liberación de los secuestrados. De allí salieron varias iniciativas, entre ellas la de hacer una caravana humanitaria de la que harían parte Francia, Suiza, Argentina, entre otros. El mundo entero vio la concreción de esta propuesta en los últimos días de diciembre con la llegada a Villavicencio de personajes como el ex presidente argentino Néstor Kirchner y delegados de Ecuador, Cuba, Bolivia, Brasil, Francia, e incluso el afamado director de cine Oliver Stone.

Este show entre las Farc y el gobierno Chávez se frustró cuando se conoció que Emmanuel no estaba en poder de las Farc sino en un hogar del Instituto de Bienestar Familiar en Bogotá. Sólo a principios de enero se dio la anunciada liberación de Clara Rojas y Consuelo González. Queda claro por los correos electrónicos que la decisión de Chávez de solicitar, el día siguiente, ante la asamblea de su país, que la comunidad internacional le otorgara el estatus de beligerancia y dejar de considerar a las Farc como un grupo terrorista, era el pago político por las liberaciones.

Llama la atención que las comunicaciones entre las Farc y el gobierno venezolano no cesaron ni cambiaron cuando Uribe despidió a Chávez de la mediación. Los tres meses que estuvo autorizado 'oficialmente' fueron suficientes para estrechar la relación de las Farc con el alto gobierno de Venezuela. Un asunto de enorme gravedad para la seguridad nacional de Colombia. Mientras la guerrilla tenga en Venezuela una retaguardia estratégica para sus combatientes, una ayuda militar o económica, o un apoyo logístico, es muy difícil que en el país se firme la paz.

El hecho de que sea un Estado el que le brinde apoyo a las Farc puede tener profundos efectos en el equilibrio del conflicto colombiano. El grupo insurgente podría tener acceso a un armamento que está restringido en el mercado negro y que tiene un enorme poder de fuego, como lo son los misiles tierra-aire. Estos misiles, por ejemplo, fueron los que le permitieron a los rebeldes muyajedines en Afganistán repeler la invasión del aparentemente indestructible Ejército soviético. Esto gracias al apoyo de otro Estado: Estados Unidos. Sucede lo mismo en el Oriente Medio con el apoyo del gobierno de Irán al grupo Hezbollah, que en los últimos años ha logrado fortalecer su poder en Líbano. O lo que ocurrió en la guerra de Vietnam con el apoyo de China al Vietcong.

El caso de Colombia es aun más dramático porque se trata de un conflicto interno y no de una guerra internacional. Por eso el apoyo de Chávez a las Farc, más allá de su empatía ideológica o su retórica bolivariana, podría obedecer a que ve a Colombia como la cabeza de playa de una posible invasión de Estados Unidos. Dentro de una visión de guerra asimétrica, el Presidente venezolano lleva varios años preparándose para un ataque del Tío Sam a través de Colombia. Para Chávez, Colombia es el 'Israel' del imperio en América Latina y, desde esa perspectiva, las Farc tendrían un valor estratégico para él en la guerra de guerrillas, o guerra asimétrica, para enfrentar el poder militar convencional de Estados Unidos. Es por esta razón que ha armado a miles de venezolanos en milicias bolivarianas y solicitado, según se desprende de los correos del Secretariado, asesoría de las Farc.

Pero, más allá de las paranoias de Chávez, todos estos documentos deben poner en alerta a los Estados del mundo y a los organismos internacionales sobre lo que significa que un grupo catalogado como terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea tenga una relación tan estrecha y peligrosa para la sociedad colombiana como la que tienen sectores del alto gobierno venezolano con el Secretariado de las Farc.