Política
Los expresidentes no se jubilan: así se mueven en la campaña del 2022
Cinco expresidentes de Colombia que han ejercido el poder en las últimas tres décadas están en campaña nuevamente. De una u otra manera cumplirán un papel clave en las elecciones al Congreso y en las consultas del 13 de marzo.
Belisario Betancur, al terminar su periodo (1982-1986), dijo que se retiraría de la política para cambiarla por la cultura. Y lo cumplió. “Tal vez no fui el mejor presidente, pero sí el mejor expresidente”, decía reiteradamente. En pocos países del mundo hay antecedentes de una participación tan activa de los exmandatarios como en Colombia. Muestra de ello, es la actividad que están teniendo los últimos cinco expresidentes en la campaña para el Congreso y las primarias del 13 de marzo. César Gaviria, Ernesto Samper, Andrés Pastrana, Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos están participando en la contienda, eso sí, cada uno con una estrategia totalmente diferente.
Gaviria, como jefe del liberalismo, se ha convertido en el más activo. Su primera apuesta para estas elecciones fue Alejandro Gaviria, pero se ha reunido con Álex Char, Enrique Peñalosa, Dilian Francisca Toro y este lunes recibirá en su casa a Gustavo Petro. Quiere apoyar a un candidato ganador.
Más de dos décadas después de terminar su presidencia, en 1998, Ernesto Samper volvió a salir a plaza pública. Aunque durante todos estos años ha hecho política, regresó a las calles para acompañar la aspiración de su hijo Miguel Samper al Congreso. En diálogo con SEMANA, Samper reconoció que le hacía falta dialogar con la ciudadanía y conocer sus problemas. Mantendrá un bajo perfil hasta que pasen las consultas para tomar partido por alguna candidatura presidencial. Por estos días se recupera de una intervención quirúrgica. “Me cambiaron el motor, pero me dejaron el mismo chasís”, contó.
El expresidente Andrés Pastrana está metido de lleno en la campaña. Su tiempo lo divide en recorrer el país, acompañar al candidato presidencial del conservatismo David Barguil y comunicarse con las bases mediante las redes sociales.
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Álvaro Uribe es un caso aparte. Cuando dejó la presidencia y pensó que su legado quedaría en manos de Juan Manuel Santos, vino la traición y se metió de lleno en la política para darle vida al Centro Democrático. Mauricio Jaramillo, internacionalista de la Universidad del Rosario, cree que Uribe quiso moldear una política de Estado entregando sus banderas a Santos y ahí se equivocó. “Las rencillas no son buenas en política, pero esa denominada traición fue la que evidenció cómo los expresidentes siempre están activos en política”.
Aunque Uribe por atender sus asuntos judiciales quiso marginarse de la contienda, se dio cuenta de que hay mucho en juego, y se echó al hombro la campaña del Centro Democrático y, de paso, la de Óscar Iván Zuluaga. Volvió a la campaña tradicional del volanteo, de caminar en los barrios populares y aguantar insultos para demostrar que el diálogo es posible entre diferentes. En su partido saben que la lista al Senado depende, en gran medida, del impulso que él les dé a los candidatos y por eso está metido de lleno.
Finalmente, Juan Manuel Santos, quien está por estos días en la Universidad de Harvard, le ha puesto una vela a cada santo. Como buen jugador de póker, jugó sus cartas en el Pacto Histórico con un senador (Roy Barreras) que resultó en el petrismo, y en la Coalición Centro Esperanza con un exministro muy cercano (Alejandro Gaviria). Además, aunque lo ha negado, puso un huevo en la canasta de apoyos a Luis Gilberto Murillo, quien irá solo a la primera vuelta. Incluso, en la partida de Santos estaría Álex Char, que desempeñaría un papel clave para dividir a la derecha y la centroderecha. Sin estar en las calles o en tarimas, el expresidente está jugando en la campaña y sacando sus cartas poco a poco.
En Estados Unidos, los expresidentes lanzan guiños a sus candidatos preferidos con el riesgo de que a veces pueda resultar equivocado ese juego político. En Colombia, salvo Betancur, los demás han jugado a seguir influyendo en las urnas desde su condición de jubilados, lo que les tributa importantes dividendos.