Denuncia

Los gota a gota se han vuelto digitales, con boleteada en redes sociales y violencia física amenazan a sus deudores

Cientos de usuarios denuncian que pedir prestado en esa modalidad se está convirtiendo en su peor error.

4 de junio de 2023
Préstamos gota a gota. Imagen de referencia. | Foto: Foto: Archivo / El País

Como si se hubiese devuelto el tiempo a 1964, así viven quienes dicen ser víctimas de la tortura del gota a gota. En esa época quienes eran acusados de un crimen los amarraban para que no pudieran moverse cuando ubicaran su cabeza debajo del chorro de agua que caía gota a gota sobre el cráneo. La sensación era tan desesperante que provocaba a los castigados un estado de locura y los diminutos, pero constantes golpes, terminaban por causarles la muerte.

Robo celular.
Robo celular. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Esa es la misma sensación que describen las personas que sacaron un crédito fácil por una aplicación de internet, supuestamente queriéndose librar de los prestamistas, conocidos como “gota a gota”, que prestan dinero a unos intereses superiores al 300% y que pasan todos los días a cobrar, normalmente en una moto, amenazando con armas en la mano si no responden por la deuda.

Con la llegada de la tecnología, que aumentó su auge tras la pandemia de la covid -19, se intensificó la modalidad de entidades fintech que cubren, de alguna forma, servicios similares a los financieros, pero con mayor practicidad para acceder a ellos. Por ejemplo, prestan dinero por montos de $100.000 a $700.000, sin muchos requisitos, ni codeudores, simplemente con enviar algunos datos de manera electrónica. Los intereses no pueden ser superiores a la tasa de usura autorizada por el gobierno. Que actualmente está situada para microcréditos en 52,89%.

Este tipo de préstamos virtuales buscan, entre otras cosas, evitar que las personas acudan a los prestamistas ilegales, pero al parecer esos gota a gota también se tecnificaron y crearon empresas fachadas que se hacen pasar por fintech pero que en realidad siguen amedrentando a los usuarios de maneras delincuenciales.

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Las aplicaciones de celulares son cada vez más populares. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Mario Triana vive en Ibagué y narró con angustia cómo su única hija de 20 años, que sacó un crédito a través de esas apps, para arrancar un emprendimiento de postres, luego de recibir $300.00 que rápidamente se convirtieron en una deuda de $700.000, empezó a ser amenazada a través de mensajes de WhatsApp y extorsionada. Todos sus contactos recibieron un mensaje con una foto de ella, la misma que había enviado a la hora de llenar el formulario. La presentaban como una ladrona que no respondía por las deudas y pedían que el mensaje les llegara a través de ellos para evitar mayores complicaciones.

Transcurrieron dos semanas y de los mensajes pasaron a las llamadas, de estas a agresiones físicas. “Un día ella iba saliendo de la universidad y unos hombres que iban en moto, la jalaron del cabello y la dejaron tirada en el andén. Solo le gritaron que esas eran las consecuencias de no pagar las deudas”, narra el papá aún compungido por lo sucedido.

Cuando ella llenó el formulario del presta fácil, dio autorizaciones, sin darse cuenta, porque solo daba clic para continuar al siguiente paso y en ese afán entregó permisos para que la app accediera a la información de su teléfono, como contactos y demás.

La familia Triana se sentía como en la tortura del gota a gota, amarrados, con una angustia que aumentaba, así como la deuda, de manera descomunal. La frialdad de los cobradores parecía taladrar su cabeza y temían por su vida. La ley colombiana dice que el delito de usura se castiga con una pena de 2 a 5 años de prisión y una multa de 50 a 200 salarios mínimos. El Ministerio de Justicia también ha dejado claro que cuando se evidencia que hay acosos por un prestamista ilegal, se puede presentar una querella y exponer que su vida está en peligro mostrando las pruebas correspondientes en la Fiscalía.

El problema es que en internet es difícil muchas veces identificar a la persona para que responda por las acusaciones. La Superintendencia Financiera no es la entidad encargada de regular a estas apps porque estas no captan dinero, sino que lo prestan. Es la Superintendencia de Industria y Comercio la que regula tales aplicaciones, de hecho, se conoce que hay varías que están en procesos de investigación.