BOGOTÁ
Los gritos desesperados de una mujer en la calle despertaron a los vecinos de La Soledad en Bogotá
Quienes se levantaron vieron a un hombre intentando subir a la fuerza a una joven a una camioneta. La tenía sujetada del pelo.
Eran casi las 11 p. m. y en el barrio La Soledad, uno de los más tradicionales de Bogotá, las calles ya estaban solitarias. De repente, los vecinos empezaron a escuchar los gritos desesperados de una mujer. Rápido se levantaron y empezaron a salir y a asomarse por las rendijas de las ventanas.
La imagen con la que se encontraron quienes acudieron ante los llamados de auxilio fueron angustiantes. Una joven estaba siendo obligada a la fuerza a subiste a un vehículo. “Me despertaron unos gritos y resulta que a una pelada que iba caminado, la abordó una camioneta blanca y se bajó un tipo que la intentaba subir a la camioneta para llevársela, la agarró del cabello para obligarla a subir, y ella gritaba. Ahí fue cuando empezó a aparecer gente del barrio y el carro se fue”, dijo un vecino.
Todo el episodio duró más o menos veinte minutos. “Sí, qué miedo, esa pobre pelada no podía casi ni respirar, cuando se terminó todo del susto”.
La solidaridad del vecindario la salvó porque en la noche y las calles solitarias su destino quién sabe cuál habría sido. “Empezaron a gritar y pues como el carro arrancó, ayudaron a la pelada, que estaba bien, en medio de todo”, insistió una de las personas que pudo ver todo lo sucedido.
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Cuando la mujer de un poco más de 20 años se sintió rodeada y acompañada por los vecinos supo que estaba a salvo. “Al principio gritaba asustada, como que no sabia qué hacer, miraba a todos lados, sacaba el celular y lo volvía a guardar, y repetía que había sido una camioneta blanca, que la habían halado del cabello, se veía muy asustada. Ya después más calmada contó todo lo que había pasado y llegó la Policía y ella entregó las placas de la camioneta”, relató uno de los testigos de La Soledad.
Hoy, todos en el barrio, atemorizados, se preguntaban quién o quiénes iban en la camioneta blanca. ¿Van a regresar? ¿Qué pasaría con la joven que iba a ser obligada a subirse al vehículo, mientras la tomaban del pelo?
Nadie quiere ir a la calle y, si lo hacen, es con miedo. Le piden a la Policía que la cuide y que cuide a sus jóvenes y mujeres especialmente. Horas antes había ocurrido un atraco en el mismo barrio, cuando hombres armados encañonaron a dos personas y les robaron el carro.
Los atracos y robos son ahora pan de cada día en esa zona de la capital, pero los vecinos necesitan que no los dejen solos.