Los interrogantes en la extraña muerte de Madelayne Ortega

Los hechos son confusos. La muerte de la estudiante Madelayne Sofía Ortega Villa, en la madrugada de este miércoles en la sede centro de la Universidad  del Atlántico, está llena de interrogantes que los especialistas de la Fiscalía y Medicina Legal tendrán que responder.

Las primeras hipótesis plantean que la joven de 17 años y estudiante de primer semestre de Derecho habría fallecido al caer de un segundo piso, pero algunas señales en su cuerpo y los rumores de una supuesta fiesta en las horas anteriores a la muerte han abierto un ábanico de posibilidades en el caso.

La joven se había unido hacía dos semanas al grupo que lidera un paro estudiantil en las diferentes sedes de la universidad, el cual tiene bloqueadas las clases y los servicios administrativos hace dos meses. Situación que ya generó la suspensión de este semestre y tiene a 24.000 estudiantes en el limbo.

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Las primeras informaciones que circularon del hecho señalan que otro de los estudiantes había encontrado a la joven tendida en el piso a las 5 de la mañana del miércoles. Madelayne fue llevada a la Clínica San Diego, a una cuadra de distancia, pero llegó sin signos vitales. Según el reporte, el cuerpo presentaba politraumatismos y heridas en los brazos.

Momentos después, hombres del CTI llegaron hasta el centro educativo y luego de un acuerdo con los estudiantes tomistas lograron recoger testimonios de algunos de los que se encontraban en el interior de la universidad.

El comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, general Ricardo Alarcón, señaló que la muerte pudo ocurrir entre la medianoche del martes y las seis de la mañana del miércoles, y que será Medicina Legal quien determine las causas. Ademas, sobre las versiones que hablan de una posible fiesta de los estudiantes, el oficial señaló que hay “rumores con respecto a eso”, pero nada confirmado aún.

Régulo Calderón, subdirector Seccional de Fiscalías en el Atlántico, coincidió en que la versión inicial es que la muerte se haya producido por una caída accidental, pero llamó la atención sobre una posible alteración de la escena, ya que los hombres de la Policia Judicial no pudieron ingresar inmediatamente al lugar de los hechos. “Hay que esperar el informe técnico para determinar las causas reales”, agregó.

Roberto Ortega, padre de la menor, en diálogo con Caracol Radio, descartó la posibilidad de un suicidio y, por el contrario, dijo que las heridas que el cuerpo de su hija registra "no corresponden a una caída. "Ahí hay algo en el trasfondo y junto a la Fiscalía espero aclarar el hecho", dijo.  Además, sostuvo que las declaraciones de los presentes en el lugar "tienen inconsistencias y no son congruentes por lo que no descarto un homicidio".

De mal en peor

Durante los últimos tres años la Uniatlántico no ha podido funcionar con normalidad. Desde la llegada del ahora exrector Carlos Prasca a la rectoría las protestas en su contra se volvieron frecuentes. Por lo que luego de una asamblea general de estudiantes, realizada a finales de octubre, un grupo de estos inició una toma de las instalaciones del centro de educación superior y declaró un paro general.

La presión de los estudiantes y las declaraciones del Gobernador del Atlántico, Eduardo Verano, desembocaron en la petición de un doble periodo de vacaciones por parte de Prasca y su salida definitiva en los últimos días. Sin embargo, a pesar de su renuncia  y de la llegada del investigador Jorge Restrepo como encargado en la dirección, la toma persiste.

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Entre las principales exigencias de los estudiantes está una reforma estatutaria de la universidad, especialmente los artículos que tienen que ver con los requisitos y el proceso de escogencia del rector y los decanos. Quieren que estos sean elegidos por consulta directa de profesores y estudiantes y no por votación en el Superior como se hace hasta ahora.

Los tomistas, a quienes otro grupos de estudiantes y algunos profesores señalan de estar exigiendo participación en el presupuesto de la universidad como chantaje para levantar el paro, también piden a la rectoría la salida de un buen número de funcionarios, que según ellos llegaron como cuota burocrática del saliente Prasca. En respuesta a esto, el nuevo rector encargado ya anunció la salida de 15 empleados de altos cargos y la suspensión de 65 Órdenes de Prestación de Servicios.

Unas horas después de la muerte de Madelayne, los líderes de la toma decidieron desalojar la sede centro de la universidad para permitir el desarrollo de las investigaciones. Sin embargo, aún no se ve una solución definitiva al paro y muchos miembros de la comunidad educativa ya hablan de una necesaria intervención del Ministerio de Educación para susperar la crisis que vive la principal universidad de la region Caribe.