Los mil rostros de la violencia contra estudiantes. Urge detener el fenómeno; Unesco y Colombia harán cumbre para hallar salidas

Dos chicas adolescentes se suicidan. Un joven de colegio ataca con un arma de fuego a su maestra. Requisas de morrales que deberían llevar libros y cuadernos, que terminan evidenciando el porte de arma en las aulas. Uso cada vez más frecuente de sustancias psicoactivas. Todas esas noticias aterradoras son más frecuentes de lo que se cree y están sucediendo en escuelas y colegios.

La época que debería contar con los mejores recuerdos se está volviendo una pesadilla para muchos niños y jóvenes por cuenta de la violencia en el entorno educativo. El instructor que maltrata, el directivo que acosa, el grupo de compañeros que matonea, aunque son problemas graves que afectan a los estudiantes, terminan siendo pequeños si se les compara con la permanente exposición a los expendedores de droga, el reclutamiento forzado y similares.

Millones de niños y jóvenes en la región de América Latina y el Caribe están en riesgo de tener que alejarse del mundo académico debido a la violencia estudiantil, lo que al final de cuentas es una herida de muerte contra el derecho a la educación.

La violencia en el sector educativo es una preocupación para la Unesco, que junto con Colombia, abrirá un espacio para abordar esa problemática, la cual debería ser abordada con prioridad por los gobiernos de todas las naciones.

Por ello, durante 3 días esa temática se tomará el debate en el que participarán ministros del sector educativo, organizaciones regionales, expertos y sociedad civil.

El encuentro tendrá lugar en Bogotá, para definir el plan de acción que permita avanzar hacia la eliminación de la violencia en los entornos educativos.

En pos de identificar nuevas formas de violencia

Algunos estudios mencionan que la violencia contra estudiantes –de escuelas y colegios– ha cambiado con los años y se centra cada vez más en circunstancias gravosas, como la violencia sexual cibernética, patrimonial, económica y social. Por ello, en el encuentro de la Unesco en Colombia el fin será “identificar tensiones, desafíos y lecciones aprendidas para proteger el derecho a la educación de toda forma de violencia”.

Las secuelas pueden ser insuperables

Una de las razones para que la Unesco, junto con el Ministerio de Educación de Colombia, se lancen a abordar el tema entre el 5 y el 7 de noviembre en Bogotá, es que el efecto de la violencia en el entorno educativo no se disipa tan fácilmente. Por el contrario, podría tener consecuencias difíciles de superar una vez ocurrido el hecho.

Según la Unesco, dos de cada cinco estudiantes de sexto grado reportaron haber sido víctimas de acoso, y al menos uno de cada ocho sufrió agresiones físicas. En este segmento se está hablando casi de niños, teniendo en cuenta que es frecuente que los estudiantes inicien la secundaria a muy temprana edad (11 o 12 años).

A las situaciones que viven en el entorno académico se suma la constante amenaza contra los niños y jóvenes que acuden a escuelas y colegios en la región. “La violencia en el ámbito educativo es una problemática que afecta la vida de los estudiantes de la región. Esta reunión regional representa una oportunidad invaluable para que los países desarrollen respuestas colaborativas y fundamentadas en evidencia, aprovechando la experiencia acumulada en nuestra región”, aseguró Esther Kuisch Laroche, directora de la Oficina Regional de la Unesco para América Latina y el Caribe.

Rumbo a la primera cumbre mundial

La directiva agregó que además de proteger el derecho a la educación, con la aplicación de soluciones a la violencia en el entorno educativo, se está haciendo una tarea mucho más trascendental aún y es la de prevenir el enorme daño que causa a la sociedad el hecho de tener ciudadanos afectados por ese fenómeno.

“Nuestro compromiso es luchar por la integridad de nuestros niños y jóvenes, agregó la vocera de la Unesco.

Así las cosas, las conclusiones del encuentro, que terminará con una propuesta de plan de acción, servirán para visibilizar las experiencias, voces y posiciones del sector educativo en la Primera Conferencia Ministerial Mundial para Poner Fin a la Violencia contra la Niñez.

El canciller, Luis Gilberto Murillo, se refirió al evento que tendrá lugar en el país: “Seremos sede de la Primera Conferencia Ministerial Mundial para Poner Fin a la Violencia contra la Niñez, un paso crucial en la protección de los derechos de nuestras niñas y niños”.