NACIÓN
Los nombramientos del gobierno Santos en los que muchos callaron
El nombramiento en el Banco de la República de la hija de embajadora Alicia Arango desató una controversia, pero omitió situaciones similares en las que se incurrió en la administración del entonces presidente Juan Manuel Santos.
Toda una tormenta política desató el nombramiento de Bibiana Taboada como una de las codirectoras del Banco de la República. Múltiples voces reaccionaron airadas porque la madre de la recién nombrada en el Emisor es Alicia Arango, exministra del Interior y de Trabajo, ahora embajadora ante la ONU en Suiza. De hecho hubo quienes recordaron que la exjefe de la cartera política publicó un mensaje en Twitter reclamando por el nepotismo.
Arango, anteriormente ministra de Trabajo, publicó un mensaje en Twitter en el año 2017. “No al nepotismo! Los cargos no se heredan. Todos tienen derecho. Juego limpio”. Sin embargo, muchos de los críticos con el gobierno del presidente Iván Duque, por el nombramiento de Bibiana Taboada, han callado frente a una práctica de las mismas proporciones en la administración del entonces presidente Juan Manuel Santos.
Humberto de la Calle, exjefe negociador del Gobierno ante las Farc en los diálogos de paz de La Habana (Cuba), también contó con familia en el Estado. Su hija, Alejandra de la Calle, fue contratista en el Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena) y funcionaria de Colpensiones. Todo ello mientras su padre adelantaba las citadas conversaciones en la isla.
También es recordado el caso de Gina Parody y Cecilia Álvarez. La pareja tuvo diversos roles en la administración estatal. Parody fue, entre varios cargos públicos que desempeñó, ministra de Educación, mientras que su esposa fue ministra de Transporte.
De igual manera, está el caso de la familia de Alejandro Gaviria y su esposa Carolina Soto. Él se desempeñó como ministro de Salud y Carolina Soto como alta consejera para la competitividad desde el año 2015. En julio de 2018, antes de que finalizara el gobierno del entonces presidente Juan Manuel Santos, siendo Gaviria aún jefe de la cartera de Salud (hoy en día es el rector de la Universidad de los Andes), nombró a la esposa de este como codirectora del Banco de la República. Una situación muy similar a la vivida actualmente por cuenta de Bibiana Taboada y su madre, Alicia Arango.
No fueron los únicos casos. Alfonso Prada, excongresista del Partido Verde, fue nombrado como director del Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena) mientras su esposa, Adriana Barragán, era directora de 4-72. Los dos ejerciendo como funcionarios públicos al mismo tiempo. También se recuerda que el hijo del expresidente Ernesto Samper, Miguel Samper Strauss, fue viceministro en dos oportunidades y director de la Agencia Nacional de Tierras.
Tampoco se olvida que la hermana del exministro de Hacienda Mauricio Cárdenas, Patricia Cárdenas, ha ejercido como embajadora toda la vida. Fue embajadora de Japón desde 2007 hasta 2014 y posteriormente de Brasil, de 2014 hasta 2017. También fue la embajadora en México, nombrada en 2016. Tuvo cargos diplomáticos mientras su hermano estaba al frente de la cartera económica, desde el año 2012.
Un caso más. Federico Alonso Renjifo Vélez y Catalina Crane, su esposa. Él fue embajador de Colombia en Francia, ministro de Minas y Energía, mientras que ella se desempeñó como alta consejera para la gestión pública. Sobre todos estos nombramientos, muchos críticos de hoy en día callaron. En ese momento no se suscitó un escándalo como el de ahora.
Los casos dejan ver que los gobiernos suelen hacer nombramientos de personas afines dentro de su administración. También ha sucedido a nivel local, cuando varios alcaldes han tenido que rendir cuentas porque nombran en los diversos cargos públicos a personas de su familia, cercanas o de su misma colectividad. Así las cosas, los críticos de hoy han levantado su voz con lo hecho con el nombramiento en el Banco de la República, pero no hacen memoria respecto a prácticas de igual magnitud en el pasado.