DEBATE
Los nuevos Pablos de Mafialand: los ‘señores’ que parecen legales
Para dar con su paradero hay que “seguir el dinero” que logran lavar por medio de empresarios que tienen un pie en la ilegalidad. Han ido conquistando cada vez más el poder económico y político. “Existe una banca de la economía ilícita en Colombia”, aseguró en SEMANA en vivo Juan Ricardo Ortega, exdirector de la Dian.
La nueva élite del crimen organizado ha logrado conquistar el poder político y económico manteniendo un bajo perfil. Sin embargo, expertos señalan que para dar con su paradero hay que “seguir el dinero”, es decir, descubrir cómo han logrado lavarlo. “Con el juego de no pagar impuestos muchas estructuras, que lavan la plata de la evasión de impuestos, hacen que quede cobijado por la plata de la evasión, del contrabando”, explicó Juan Ricardo Ortega, exdirector de la Dian, en SEMANA en vivo.
Según Ortega, en el país hay “estructuras de esos señores que parecen legales” y que han puesto a personas en “sitios estratégicos y se están comiendo el Estado a mordiscos”, porque logran tener suficiente “influencia en la política y en instituciones claves” como las de justicia. “La justicia se vuelve precaria, la impunidad se vuelve algo de todos los días”, agregó.
Los nuevos mafiosos son prácticamente invisibles, tal como lo contó el primer capítulo de Mafialand, la serie en la que la periodista María Jimena Duzán busca desentrañar las conexiones entre el poder y la mafia en Colombia.
De hecho, Daniela Gómez, politóloga e investigadora de la Fundación Paz y Reconciliación, asegura que “la relación entre mafia y estado es mucho más orgánica de lo que se cree. Nos venden la lucha del narcotráfico, pero es más retórica, no van tras el dinero”. A su juicio quienes lavan activos son los que han ido acumulando el poder en Colombia sin ser detectados.
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Ese poder en la sombra ha logrado dos victorias clave, de acuerdo con el analista Daniel Rico, experto en narcotráfico, la primera es que el crimen organizado en Colombia “no tiene que quebrar las leyes, sino modificarlas” a su conveniencia y lograr que “todos les tributemos a ellos”, debido a que a su juicio están enquistados en el poder y desde allí mandan legalmente.
“Existe una banca de la economía ilícita en Colombia y no se ha querido entender cómo opera, son transnacionales, tienen empresas en Panamá, Chile, Brasil, en Perú y Colombia. Tienen la capacidad de pagarle a la demanda cuando la oferta vende y viceversa, es lo que permite que eso opere para todos los crímenes, no solo para el narcotráfico”, aseguró Ortega, quien también se desempeñó como viceministro de Hacienda.
Para la exministra Cecilia López, en Colombia los poderes regionales, convertidos en clanes políticos han logrado conquistar el poder en el Estado. “Lo que pasa con los Char es para mí evidente, esos poderes regionales han logrado que el poder central, político, se arrodillan ante estos clanes, están a punto de poner presidente. Yo no me atrevo a decir hasta dónde más llegan”, aseguró.
Según Daniel Rico los clanes políticos en Colombia son tan poderosos que entre ellos logran acuerdos políticos para repartirse y rotarse la ‘mermelada’. “La capacidad de estos clanes de engranarse y organizarse para definir un presidente, su agenda, sus prioridades, sus presupuestos. ¿Esto con qué se paga? Con el narcotráfico. Realmente la repartición de la mermelada es algo que no hemos logrado entender lo suficiente. Cómo el narcotráfico le da liquidez a estos clanes, que les permite a otros clanes comprarles las mermeladas que el gobierno les ofrece”, aseguró Daniel Rico.
La conexión entre el poder y las estructuras non sanctas viene desde las épocas de la bonanza marimbera en Colombia, según el general Carlos Buitrago, exdirector de la Policía Fiscal y Aduanera (Polfa), que lograron pasar a la segunda y tercera generación la herencia de dichos negocios.
“Hay varias familias, no quiero mencionar nombres, pero algunas de ellas están vigentes, especialmente en la costa Atlántica. Usted encuentra empresarios del fútbol, empresarios de grandes cadenas de supermercados. Encuentra igualmente algunas entidades financieras que hoy están en manos de una segunda o tercera generación de aquellos líderes regionales que en su momento eran las cabezas, los gamonales, tanto de la marimba, como del contrabando”, señaló el experto.