“Los personeros trabajamos con las uñas”: Luis Gabriel Degiovanni, presidente de Fenalper

SEMANA: Usted ha sido un abanderado de las condiciones en que laboran muchos personeros en el país, ¿por qué hacer público este clamor?

Luis Gabriel Degiovanni (L. D.): Como presidente de la federación, yo represento el trabajo de 1.104 personerías del país, además de ejercer las funciones propias de mi cargo como personero de Montería. Hoy, a muchos personeros les toca muy difícil, salvo escasas excepciones. Hay mucho trabajo, tenemos más de 1.000 funciones, atendemos víctimas de conflicto armado, problemas inherentes a los servicios que prestan los municipios, apoyamos en asuntos judiciales, acompañamos en diligencias administrativas para garantizar que no se violen los derechos a los ciudadanos, participamos en las distintas mesas, comités y/o consejos en diferentes asuntos y a veces están solos, o no tienen ni siquiera una secretaria o una oficina o un computador. La Federación lo que busca, precisamente, es agruparlos y que exista una voz que pueda representar los intereses de todos.

SEMANA: ¿Cómo impacta eso el trabajo de los personeros?

L. D.: Antes de entrar en eso, quisiera poner en contexto la labor de los personeros. Nosotros cumplimos tres grandes funciones. Una de las más importantes es la protección de los derechos humanos y la promoción de los mismos en el territorio. También la salvaguarda del patrimonio público, y algo similar a lo que hace la Procuraduría, que es ejercer el control disciplinario de ciertos servidores públicos del orden local. Nosotros somos parte del Ministerio Público, el cual es liderado por la Procuraduría General de la Nación, como también por la Defensoría del Pueblo, entidades que nosotros reconocemos como hermanas y con las que dicho sea de paso, venimos trabajando articuladamente comoquiera que tenemos muchas funciones en común.

SEMANA: Y esa falta de recursos que usted comenta, ¿afecta esa labor?

L. D.: Sí, porque los personeros entre mayor autonomía tengan, entre más herramientas administrativas tengan, mayor control en el territorio de las funciones que anteriormente he comentado pueden cumplir. Entonces, lo que queremos nosotros es que ellos tengan garantías para su trabajo. Por ejemplo, en un personero difícilmente puede alzar su bandera y va a ser escuchado desde el nivel central, entonces lo que queremos nosotros como Federación es ser la voz de todos los personeros y personeras de Colombia. Mejorar las condiciones a cada uno de ellos significa que se van a mejorar las condiciones de todos los habitantes de sus regiones.

SEMANA: ¿En qué sentido?

L. D.: En que los personeros son la puerta de entrada del Estado al territorio, es el servidor público que hace presencia en todos los rincones de nuestro país. El personero está pendiente a los servicios públicos: que si las tarifas tan altas, que si las acciones de tutela las populares, que hay un niño que necesita una atención prioritaria, se le gestiona con las distintas autoridades un avión ambulancia. Suele ser la persona que tramita ante las distintas entidades prestadoras de salud, procedimientos, medicamentos. Es decir, hay una cantidad de funciones hoy en día que ellos prestan o ejercen una labor hermosísima que muchas veces es poco reconocida y difícilmente es exaltada.

SEMANA: ¿Cuál es el problema concretamente? ¿Por qué si ellos son funcionarios públicos no cuentan con esas cosas básicas?

L. D.: Porque a diferencia de otras entidades, los presupuestos de las personerías hoy en día dependen de los ingresos corrientes de libre destinación del respectivo municipio, y en la mayoría de los casos estos son insuficientes para la gran demanda de funciones que ellos ejercen. En la mayoría de los casos, las personerías tienen un presupuesto anual de 150 salarios mínimos y de ahí se debe sacar todo: su sueldo y el de sus colaboradores, el arriendo, los servicios, los equipos. Entonces, en muchos lugares, no alcanza. Entonces, cosas tan sencillas como tener un computador les va a permitir a ellos, por ejemplo, agilizar trámites en la recepción de las declaraciones de víctimas, producción de las acciones de tutela, derechos de petición, etc. Un dato importante: nosotros lideramos dentro del Ministerio Público la recepción de las declaraciones que realizan las víctimas del conflicto armado.

SEMANA: ¿Cómo se eligen hoy los personeros?

L. D.: Este es un tema que nos preocupa. Hoy es por concurso de mérito, donde obviamente se premia la preparación, la experiencia, los estudios. Este inicia mediante una prueba escrita y posteriormente se evalúan formación académica y la experiencia y culmina con la entrevista. Pero hay un proyecto de ley que busca quitar que los personeros lleguen al cargo por este concurso de méritos. Y eso nos parece que sería muy inconveniente.

SEMANA: ¿Cuáles son los principales problemas que registran los personeros?

L. D.: Hay preocupaciones en materia de seguridad, es lo que nos han manifestado los miembros en la última junta directiva de la Federación, junta conformada por personeros y personeras de todas las macrorregiones del país, nos preocupan casos, como los presentados en algunas personerías de los departamentos del Cauca, Caquetá, Chocó, Valle del Cauca, incluso algunos de ellos están despachando por fuera de la misma sede. Hemos hecho un llamado a que se le preste la atención requerida y, aquellos que verdaderamente lo ameriten, sean protegidos por parte del Estado. Nos preocupa la carencia de una infraestructura acorde con las necesidades propias del ejercicio de nuestras funciones, y sobre todo en el desarrollo de nuestra dignidad humana.

Por último, quiero aprovechar la oportunidad, y desde Fenalper, hacerle un llamado muy respetuoso al presidente de la República, quien conoce de primera mano la labor de los personeros y sus necesidades, comoquiera que fue personero de Zipaquirá, para que nos ayude fortalecer nuestro gremio, que es fortalecer a las comunidades en el territorio, y un primer paso sería sancionar la ley, que ya fue aprobada por el Congreso, que busca el fortalecimiento de las personerías, y la cual está a la espera de su firma.