NACIÓN
Los polémicos ofrecimientos del candidato de Rafael Correa para ganar la presidencia en Ecuador
Continúa la puja por la presidencia en Ecuador, mientras en Colombia apenas empieza la carrera por llegar a la Casa de Nariño. ¿Deben estar alerta las autoridades?
La compra de votos es un temor constante cada vez que se inicia con un proceso electoral.
Para nadie es un secreto que, partiendo de las ideas inescrupulosas y sobre todo el poder de los candidatos, los votantes se encuentran con ofertas llamativas para convencerse por el mejor postor.
Desde bonos de alimentación hasta tamales, todo se encuentra en el catálogo de las campañas electorales. Es una práctica que ha existido desde años atrás y que cobra vigencia en este momento.
Es de recordar que en Ecuador los ánimos están caldeados de cara a los comicios electorales. En un bando está Andrés Arauz, candidato de Rafael Correa –prófugo de la justicia ecuatoriana por cohecho y requerido por la Corte de Justicia de Ecuador a la Interpol–. Y del otro, Guillermo Lasso, candidato de la alianza Creo-PSC, calificado por algunos como el representante del anticorreísmo.
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Es de amplio conocimiento que Correa es acusado en Ecuador. La sentencia que lleva a cuestas lo señala de haber liderado una red de corrupción entre 2012 y 2016 por recibir aportes para la financiación de Alianza País –un movimiento de izquierda fundado por él en mayo de 2006– de manera irregular, a cambio de contratos a empresas privadas por parte del Estado ecuatoriano.
La puja por llevarse la presidencia en Ecuador continúa y va de la mano de los ofrecimientos de los candidatos. La campaña que lidera Arauz se ha centrado más en lo público que en lo privado. Más ayudas a los ecuatorianos de estratos bajos y un anunciado distanciamiento del comercio internacional.
En 2020, el déficit fiscal de Ecuador rondó los 6.900 millones de dólares y la deuda pública supera los 60.000 millones de dólares, pago que tendrá que empezar a asumir en un año cuando se cumpla el plazo establecido para el Fondo Monetario Internacional.
¡Mil de Una!, 1.000 dólares para un millón de familias, una ayuda que no caería nada mal para las familias de escasos recursos es una de las cartas que se está jugando el candidato del correísmo, Arauz.
“Invertimos en ti y en tu familia para dinamizar la economía del Ecuador. Así fortalecemos tu comunidad, tu barrio y apoyamos a las tiendas y negocios locales, generando inmediatamente empleo y tranquilidad para todos”, promete en su portal oficial, acompañado de un formulario en el que las personas pueden inscribirse para recibir la ayuda. Pueden elegir entre recibir un solo pago por los 1.000 dólares o cinco cuotas mensuales por 200 dólares hasta redimir los 1.000 dólares.
Mil millones de dólares que no saldrán de la billetera del candidato o de su padrino, sino de las arcas del Estado y, de cara a la crisis económica que tiene el Ecuador, desembocará en lo que muchos han advertido: este dinero sería tomado de las reservas internacionales que posee el Banco Central. Nada alarmante, ¿o sí?
Incluso, en entrevista con SEMANA, el presidente de ese país, Lenín Moreno, expresó su preocupación en materia económica si la izquierda vuelve a tomar el poder.
“De lo que sí estoy seguro es que el dólar ha significado para el Ecuador estabilidad económica y el intento, claramente, de estabilizar las cuentas públicas, va a dejar de funcionar en el país porque ha ofrecido inclusive tomar el dinero de las reservas que tiene el Banco Central y que corresponden al encaje bancario que los bancos depositan en el Banco Central y que pertenecen al ahorro de los cuentacorrentistas. Ese dinero, supuestamente, lo iba a utilizar para que no este ocioso, como dice él. No, no es un dinero ocioso, es un dinero que sirve para respaldar a la gente que tiene sus ahorros” advirtió Moreno.
Muchos temen que con la llegada de Arauz vuelva la política de Correa, centrándose en lo social, una práctica que ya se ha visto en la región. Qué mejor ejemplo de ello que Venezuela, donde el chavismo se ha encargado de ofrecer los bonos que sean necesarios para mantener el electorado de su lado y continuar en el poder del país que algún día era “el de mostrar” de América Latina y que ahora se distingue por ser el más pobre de la región.
El país que hoy comanda Nicolás Maduro está con hiperinflación, sumido en una crisis económica, social y política, con las consecuencias que trae este panorama de cara al comercio internacional.
El panorama anterior, las ayudas económicas para los sectores más vulnerables, los bonos de escolaridad, alimento o porque sí, son algo que bien podría verse en los próximos meses en Colombia.
Ya se están dando las primeras conversaciones en los sectores políticos para afianzar alianzas estratégicas y vencer a los competidores en esta carrera por la Casa de Nariño, ¿deben estar alerta los colombianos ante el ofrecimiento de ayudas tales como las que se están dando en Ecuador? ¿Se avecina una nueva oleada de corrupción? Está por verse.