Entran a operar nuevos peajes en Cundinamarca

NACIÓN

Los tres nuevos peajes que comenzarán a funcionar en Cundinamarca

Por un periodo de un año no se cobrará la tarifa a usuarios con automóviles, camperos y camionetas, que residan en el área de influencia de los peajes.

10 de febrero de 2021

A partir de este mes se pondrá en marcha el Plan 500 en Cundinamarca, uno de los proyectos del Plan de Desarrollo Departamental que busca intervenir 500 kilómetros de vías a través del funcionamiento de cinco peajes en varias zonas de este departamento.

El Instituto de Infraestructura y Concesiones de Cundinamarca – ICCU entrará a administrar las cinco casetas de recaudo, que servirán para la financiación y ejecución de obras que beneficiará a las comunidades ubicadas en en las troncales del Carbón y Guavio, así como en las vías Zipaquirá-Pacho-La Palma, vía Sibaté- Fusagasugá y la vía a El Colegio por la Troncal del Tequendama.

La gerente del ICCU, Nancy Valbuena Ramos aseguró que “desde el año 2020, cuando iniciamos la construcción del Plan de Desarrollo ‘Cundinamarca, ¡Región que Progresa’ lo consultamos con las comunidades y lo hemos ido socializando con las administraciones municipales, con los Concejos y con las comunidades a través de las redes sociales y las socializaciones que estamos haciendo en cada uno de los municipios”.

La primera estación que entrará en funcionamiento este miércoles será la de Pacho, que comprende desde el municipio de Zipaquirá hasta La Palma; la estación de la Balsa, entre Ubaté y Villapinzón, empezará su operación el 12 de febrero; y el 15 de febrero, iniciará la caseta del Amoladero, ubicada en el corredor vial Guasca- Gachetá-Ubalá-Gachalá (Troncal del Guavio).

La caseta de San Miguel, que va de Sibaté a Fusagasugá, continuará siendo administrada por el ICCU y entrará a hacer parte del Plan 500; la de Nuevo Salto, que conduce del Salto del Tequendama a El Colegio, volverá a manos del Departamento en el mes de abril, tras ser operada por una concesión.

A diferencia de los peajes, los recursos recibidos a través de las casetas serán invertidos exclusivamente en el mantenimiento rutinario, mejoramiento o rehabilitación de los corredores viales de influencia.

La gerente del ICCU señaló que “debo decirle a los cundinamarqueses que con el recaudo de estas casetas vamos a hacer el mejoramiento y el mantenimiento de todos nuestros corredores, no solamente donde están instaladas las casetas, sino que también nos permitirá atender más de 500 kilómetros de vías del departamento de Cundinamarca”.

Entran a operar nuevos peajes en Cundinamarca.

En cuanto a las tarifas, se determinó con el gobernador Nicolás García Bustos que en el primer año de funcionamiento de las casetas Amoladero, Pacho y La Balsa no se cobrará la tarifa especial a automóviles, camperos y camionetas en los municipios de las áreas de influencia, previo cumplimiento de los requisitos establecidos por el Instituto de Infraestructura del Departamento para la tarifa especial categoría I. A partir del segundo año, se empezará a cobrar gradualmente, a medida que se vayan realizando las inversiones en los corredores viales.

Respecto al transporte de pasajeros (tarifa especial II) el cobro será de $1.500, mientras el transporte pesado (categorías III, IV y V) tendrá una tarifa que oscila entre los $24.800 y los $45.400.

De acuerdo con el ICCU el funcionamiento de las casetas permitirá garantizar el buen estado de las vías, reducir tiempos de transporte, potencializar la economía y el turismo, generar empleo, disminuir accidentes, reducir costos de operación y contar con servicios como grúa y ambulancia.

En Amoladero, Pacho y La Balsa también se implementará el recaudo electrónico vehicular, con el objetivo de hacer control, agilizar y hacer más eficiente el tránsito.

Proyecto para reducir número de peajes

Y mientras en Cundinamarca se anuncia la entrada en operación de nuevos peajes, en el Congreso de la República se estudia un proyecto de ley, autoría del representante a la Cámara del Partido Alianza Verde Fabian Díaz explicó que busca no sólo reducir el número de casetas en las carreteras del país sino una revisión de las tarifas al considerar que son de las más costosas de Suramérica.

“Pese a esto, quieren seguir imponiéndonos más y más peajes en todo el territorio nacional con distancias cada vez más cortas. Cada año se recaudan cerca de 4 billones de pesos en peajes, dinero que no se ve reflejado en la calidad de las vías ya que cada vez están más deterioradas y llenas de huecos”, indicó el congresista a SEMANA.

Agregó que “los peajes en nuestro país es un negocio que se inventaron para saquear al pueblo colombiano. Con esta iniciativa queremos acabar con este abuso”.

“A través de esta iniciativa buscamos establecer que la distancia mínima entre dos peajes sea de 150 kilómetros lineales acabando de esta manera con esta estafa en vías como la que une a Cali con Pereira donde existen cinco peajes en 200 kilómetros o en la vía Barrancabermeja-Bucaramanga donde van a terminar instalando seis peajes en una distancia no mayor a 100 kilómetros”, explicó.