Nación
Los videos de la masacre de militares por parte del ELN son aterradores. Los mataron en estado de indefensión
SEMANA tuvo acceso exclusivo a las imágenes que resultan impublicables por la crueldad y brutalidad de los hechos. Se ven los cuerpos recién masacrados de los militares. Otros que, malheridos, luchan por sobrevivir y se arrastran buscando auxilio de sus compañeros.
El país se despertó con una noticia que solo produce impotencia, rabia y dolor; los criminales del ELN atacaron cobardemente, mientras dormían, a un grupo de militares que se encontraban en la vereda El Carmen, del municipio de Villanueva, en la región del Catatumbo. SEMANA tuvo acceso a las primeras imágenes de los hechos y son tan demoledoras que, por su contenido, resultan impublicables, pero el país debe conocer la brutalidad con la que esta guerrilla, que supuestamente está negociando la paz, atacó a ese grupo en forma despiadada y en completa incapacidad de defenderse.
Uno de los videos más fuertes fue grabado por uno de los soldados sobrevivientes del ataque quien, con celular en mano, recorre el devastado lugar donde solo se ven cuerpos tirados en el piso y bañados en sangre. Paso a paso entre la maleza ve a cada uno de sus compañeros.
En ese momento graba a uno de los soldados que aún está con vida y entre quejas y gritos de moribundo trata de moverse, como si de eso dependiera salvar su existencia. Su cuerpo está boca abajo, sin camiseta y con el pantalón del camuflado puesto; la espalda está desnuda, bañada en sangre. Mientras se queja trata de lograr la misión imposible de levantar la mirada.
El soldado que graba con la voz entrecortada le da ánimo: “Carroloco, no te vayas, marica, que de esa salimos, no te muevas, no te muevas, no te muevas, quédate quieto, no respires así”. Enseguida viene una imagen desgarradora, al lado del cuerpo del soldado moribundo, apenas a unos cuatro pasos, hay otro militar, muy joven, su rostro es el de apenas un niño, pero él sí está muerto. La parte de atrás de su cabeza está destrozada.
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La muerte de este joven, por la brutalidad de la herida, debió ser en el instante, lo sorprendió dormido, tirado en su catre improvisado, hecho con tela verde militar y amarrado con ramas a su lado, al estilo de una camilla.
El soldado sigue caminando por la apocalíptica escena, en su recorrido no se ven más que cuerpos sin vida, tirados en el piso, jóvenes que apenas superan la mayoría de edad. Al acercarse a cada cuerpo trata de verificar si aún tienen signos vitales, los llama por su apellido esperando la milagrosa respuesta. Nunca llega. En ocasiones, ni los llama ni los nombra, pues a simple vista se nota que están muertos.
Los cadáveres están seguidos, uno tras otro, solo hay unos pasos de distancia entre ellos. Algunos están bocarriba, con los ojos abiertos y su cara desencajada. Todos tienen los camuflados maltrechos, rotos y bañados en sangre. La imagen de uno de ellos es aterradora, resume el caos del lugar, está tirado en el piso, aunque ya falleció tiene cara y ojos de dolor.
Su cara es un reflejo del macabro ataque, que al haber sido realizado con tatucos, la explosión no tiene nada de control. En su cuerpo se ven las esquirlas y un palo que le atravesó el pecho, y seguramente fue el que le ocasionó la muerte instantánea. El joven tiene un incipiente bigote de quien apenas entró a la adultez, y su vida le fue arrebatada en este ataque.
Uno tras otro están tendidos, agarrados de sus camas, o abrazados de lo primero que encontraron. En los rostros también se ven los rasgos indígenas de algunos de ellos, pues como se pudo confirmar, tres de los nueve muertos y uno de los heridos, son del pueblo wayúu.
Es aterrador su camino en la espesa manigua por donde pasa en medio de cuerpos sin vida. Apenas se puede ver el gesto de dolor en los rostros, por las heridas que recibieron mientras dormían y que se tradujo en sus muertes. Paso a paso, se ven algunos con vida retorciéndose en el piso, los que se pueden mover, otros apenas dan quejidos nerviosos que solo describen el temor de dejar de existir.
En el campamento se ven algunas carpas, también hamacas y los improvisados catres que arman los soldados para acomodarse a descansar cuando los sorprende la noche en medio de la selva. Ahí fueron atacados cobardemente.
Aterrador, en medio de la penumbra, sin posibilidad de defenderse y sobre todo cobarde, así fue el ataque del ELN a este grupo de militares. El país está indignado por la doble moral del ELN que mientras está sentado en una mesa en la que solo pone condiciones para acercarse a una enredada negociación de paz fuera del país, en Colombia arrecian sus ataques terroristas y criminales.
Ahora solo quedan el frío reporte de los soldados muertos y heridos. Los fallecidos son: el cabo segundo Brayan Gómez Gamboa, el cabo tercero Juan Benavides Bohórquez y los soldados que apenas estaban prestando servicio militar: Kevin Acevedo Osorio, Hercel Fernández Bonivento, Johan Gómez Gelvez, José David Pushaina Epiayu, Fabio Epiayu Ipuana, Rafael Jiménez, Jaime Manuel Redondo Uriana.
Los heridos, según información confirmada por el Ejército, son: el subteniente Carlos Pacheco Pacheco y los soldados Álvaro Epieyu Epieyu, Arrieta de Armas, Adolfo Epieyu, Brayan Guerrero López, Gabriel Herrera Orozco, Luis Angarita Muñoz, Joselito Henríquez González, Yeison Julio Molina.
Presidente Gustavo Petro llama a consultas a la delegación del Gobierno en la mesa de diálogos con el ELN, tras masacre de nueve militares
Como respuesta a la masacre que perpetró la guerrilla del ELN, con el asesinato de nueve militares en el Catatumbo, el presidente de la República Gustavo Petro tomó una drástica medida que afectaría los diálogos de paz con ese grupo subversivo.
Por medio de su cuenta de Twitter, el mandatario colombiano tomó la determinación de llamar a consulta a su equipo negociador con el ELN, para revisar la voluntad real de paz del Ejército de Liberación Nacional.
En esa consulta también convocó a los países garantes del proceso de paz con el ELN, al asegurar que ese tipo de diálogos deben ser serios y responsables de cara a la sociedad colombiana que pide resultados.
“He convocado a consulta a la delegación del Gobierno en la mesa del ELN, países garantes y acompañantes. Un proceso de paz debe ser serio y responsable con la sociedad colombiana”, trinó Petro.
Los cañones desde donde el ELN lanzó los explosivos que asesinaron a nueve militares en Catatumbo
Aterradoras son las imágenes con las que se encontraron los militares que llegaron al área donde se presentó el ataque del ELN. Durante el barrido que hicieron las tropas para asegurar el área, se encontraron con los cañones desde los que los criminales lanzaron los explosivos contra los uniformados, quienes se encontraban descansando.
El ministro de la Defensa Iván Velásquez condenó lo ocurrido. “Es desafortunadamente un día de luto, de tristeza, el atentado cometido en el Catatumbo, nueve soldados, nueve luchadores por la paz, fueron asesinados. Con el sentimiento de repudio por este hecho que poco contribuye a la paz”.
“Esta aspiración de paz en medio de la guerra y sentimiento de repudio por estos asesinatos”, aseveró Velásquez tras presentar el informe de este ataque que enluta al país. El ministro no entiende cómo un grupo que ha manifestado estar interesado en la paz ejecuta este tipo de acciones. “Los grupos ilegales deben entender que la ‘paz total’ es la vía para garantizar los derechos y la vida de los ciudadanos”.
Para el ministro, este tipo de situaciones son claramente contradictorias ante los propósitos de paz que han anunciado en los últimos meses. “El sentimiento, pues de repudio por estos asesinatos, de condolencia a las familias, homenaje a estos soldados que dieron su vida por todos (…). Solidaridad con las Fuerzas Militares en este día tan trágico para todos”.