Los Yeico se la tenían ‘al rojo’ a los comerciantes de La Guajira: atacaban a bala los establecimientos si los dueños no pagaban extorsiones

En un importante golpe contra la delincuencia, la Fiscalía General de la Nación logró que un juez de garantías ordenara el envío a un centro carcelario de cuatro personas señaladas de pertenecer al grupo delincuencial conocido como Los Yeico. A otras dos personas se les impuso medida restrictiva de la libertad en su residencia.

De acuerdo con las investigaciones, los procesados estarían involucrados en disparos contra viviendas y establecimientos comerciales, seguidos de extorsiones a sus víctimas en Maicao, La Guajira. Información suministrada por una fuente confidencial y labores de la Policía Judicial revelaron que los capturados serían los responsables de estas actividades delictivas.

Durante los allanamientos realizados por las autoridades, se decomisaron dos armas de fuego, incluida una escopeta, municiones, dos motocicletas, cinco teléfonos celulares y una libreta que contenía números y nombres de posibles víctimas. Los uniformados pudieron determinar que las exigencias económicas de los delincuentes oscilaban entre 5 y 100 millones de pesos.

Un fiscal de la seccional La Guajira les imputó a los procesados los delitos de fabricación, tráfico o porte de armas de fuego, accesorios, partes o municiones, así como fabricación, tráfico y porte de armas y municiones de uso privativo de las fuerzas armadas o explosivos.

Los individuos detenidos fueron identificados como Juan Diego Martínez Pirela, Rixion Antonio Espinoza Barrios, Yénderson López Martínez, Samid Pérez Mejía, Ever Lion Jiménez Gutiérrez y Juan José Pérez Martínez. Hasta el momento, ninguno de los investigados ha aceptado su responsabilidad en los delitos imputados.

Con esta importante acción, las autoridades dan un fuerte golpe a la estructura criminal de Los Yeico, enviando un claro mensaje de combate contra la extorsión y la violencia en La Guajira.

Esposos extorsionaban comerciantes de Riohacha

Katherine Cecilia Robles y Jesús Alberto Uriana Sijona, presuntos miembros del grupo delincuencial Los Calata, también se la tenían ‘al rojo’ a los comerciantes de Riohacha, en La Guajira.

De acuerdo con la investigación liderada por el grupo Gaula de la Policía en La Guajira, en coordinación con la Fiscalía, la pareja de esposos serían los presuntos responsables de extorsionar a un grupo de comerciantes y tenderos de la plaza El Mercado Nuevo y del barrio Villa del Sur de Riohacha.

La información suministrada por varias víctimas de las extorsiones, así como el reconocimiento hecho a los integrantes de la organización, que de manera presencial llegaban a los establecimientos para hacer las exigencias económicas bajo amenazas, fueron claves para la imputación de cargos contra la pareja.

La captura de Jesus Alberto Uriana se produjo luego de un procedimiento adelantado en un sector del barrio Los Laureles de Pereira, en Risaralda, hasta donde fue a parar el hombre.

Por su parte, uniformados de la estación de Policía de Dosquebradas materializaron la orden de captura expedida en contra de Katherine Cecilia Robles, cuando se acercó al lugar para saber sobre la situación jurídica de su compañero sentimental.

La Fiscalía General les imputó cargos por su presunta responsabilidad en los delitos de concierto para delinquir agravado, extorsión agravada y hurto calificado agravado.

Ante las pruebas presentadas por el ente acusador, un juez con funciones de control de garantías impuso medida de aseguramiento en centro carcelario en contra de Robles y Uriana. En contra de esta estructura, la Fiscalía General ha logrado la judicialización de siete de sus integrantes, quienes han sido enviados a la cárcel.

De acuerdo con las autoridades, se vienen más golpes contra esta estructura criminal que opera en la capital de La Guajira, y que tendría injerencia en municipios cercanos a Riohacha. Los operativos de la Fiscalía y la Policía Nacional en la región han permitido también dar duros golpes a otras estructuras delincuenciales que atemorizan a la comunidad.