DEBATE
“Cuando son cosas de adultos no se necesita usar la fuerza, y él utilizó la fuerza con nosotras”
Así lo dijo Amaranta Hank. ¿Qué garantías hay para denunciar abuso? Hablaron también Angie Castellanos, Matilde de los Milagros y Catalina Ruiz-Navarro en SEMANA en Vivo.
¿Qué garantías tienen las mujeres que denuncian haber sido acosadas o abusadas? Este fue el debate en SEMANA en Vivo, justamente tras las denuncias públicas que han salido a la luz y que han involucrado a personalidades reconocidas en Colombia. Catalina Ruiz-Navarro, escritora feminista y cocreadora del movimiento Las Viejas Verdes, explicó que en el país las mujeres son revictimizadas al denunciar la violencia basada en género.
Justamente, en los ocho testimonios que publicaron por presunto abuso de Ciro Guerra, las denunciantes prefirieron guardar su anonimato. “Si una mujer no quiere denunciar penalmente y quiere otra forma de reparación, es legítimo, como la periodística”.
Matilde de los Milagros, fundadora de Las Escribidoras y cofundadora del movimiento Las Viejas Verdes, coincide en que para hacer esas denuncias las mujeres las buscaron pidiendo ese anonimato y decidieron no demandar. “Desde el principio, las víctimas nos buscaron a nosotras, habiendo ya contemplado y descartado la opción de una demanda, y es que ellas no estaban dispuestas a que su vida quedara relacionada con un caso tan traumático para ellas”, explicó.
Guerra las denunció por injuria y calumnia, y fueron llamadas a interrogatorio por la Fiscalía. “Recibimos notificación de dos demandas por parte de Ciro Guerra, una civil y una penal. Nos acogimos a nuestros derechos de no asistir a los interrogatorios, nos parecía extremadamente raro (…) que se mueva tan rápido en un país como este. Una demanda civil es para sacar plata y la penal para meternos a la cárcel”, aseguró Catalina. Matilda, por su parte, dijo que “luego del reportaje el que debería estar investigado es Ciro Guerra”.
El caso contra Salcedo Ramos
Las denuncias de acoso sexual fueron publicadas por Las Igualadas, un canal de El Espectador donde se discuten temas de género. En el programa hubo cinco testimonios contra el cronista Alberto Salcedo Ramos, dos de las denunciantes revelaron su identidad, Alejandra Omaña, conocida también como Amaranta Hank y Angie Castellanos. Las dos contaron de viva voz que cuando eran estudiantes de periodismo se sintieron acosadas por Salcedo Ramos, quien gozaba de gran prestigio.
En 2011, Angie Castellanos cursaba séptimo semestre de comunicación social en el Politécnico Grancolombiano y vio por primera vez en persona a Salcedo Ramos cuando una compañera lo invitó a la cabina de radio de la universidad. Angie decidió enviarle una solicitud de amistad por Facebook, él la aceptó, y después le empezó a chatear. Cuenta Angie que en julio la invitó a tomar café, pero al llegar al punto de encuentro le dijo que estaba cerrado y le propuso ir a su apartamento. Una vez dentro del edificio, “en el ascensor se abalanzó sobre mí”. Después asegura que la tocó en su habitación y pese a que ella le pidió que parara, no lo hacía. Angie se sintió muy mal y quería irse, pero no sabía qué excusa dar, se sentía intimidada.
Dos años más tarde, dice Amaranta, ella también se sintió acosada. Según su relato, era estudiante de comunicación social de segundo semestre en Cúcuta y viajé a Bogotá para ser parte del equipo de comunicaciones de una editorial en noviembre de 2013 y justo la asignaron como una de las asistentes de Salcedo Ramos. Amaranta cuenta que el 7 de marzo de 2013 la invitó a unas cervezas por Usaquén. Ella aceptó porque “soñaba con ser escritora”. Sin embargo, cuando salieron del lugar e iban por un callejón, “a mitad de camino me empujó contra una pared e intentó besarme a la fuerza. Lo alejé, pero me tomó con fuerza con sus manos grandes y me intentó meter la lengua”. En ese momento, tomaron un taxi. Él le insistió en que se quedara en su casa donde, dice Amaranta, la tocó sin su consentimiento. “Cuando son cosas de adultos no se necesita usar la fuerza, y él utilizó la fuerza con nosotras”, dijo en SEMANA en Vivo.
Ante las denuncias, Salcedo Ramos expidió un comunicado en el que asegura que es inocente y que no aprovechó su poder para acceder a las mujeres. “Los lectores pueden confiar en que, tan pronto reciba la respuesta al derecho de petición, me acercaré a la Fiscalía a entregar las pruebas de mi inocencia. En ellas se verá que con Omaña y Castellanos tuve relaciones de adultos, y que nunca existió un vínculo de subordinación o una posición de poder que representara una amenaza para ellas. Dada la contundencia de las pruebas a mi favor, no descarto entablar más adelante procesos penales y civiles contra Las Igualadas y, naturalmente, contra el periódico El Espectador, que les da respaldo”, aseguró.