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El falso testigo que enredó a Luis Alfredo Ramos
Carlos Enrique Areiza Arango reconoció haber dicho mentiras en el proceso contra el ex gobernador de Antioquia. El juzgado 16 de Medellín lo condenó a ocho años de prisión.
El proceso contra el ex gobernador Luis Alfredo Ramos está en su recta final en la Corte Suprema. Hace unos días el líder antioqueño fue dejado en libertad por vencimiento de términos. El alto tribunal lo había detenido preventivamente en el marco de un proceso por vínculos con grupos paramilitares. Sin embargo, pasaron más de tres años y aún no se resolvía el proceso, razón por la cual los mismos magistrados decidieron que Ramos esperara el fallo en libertad.
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Apenas estuvo libre, Ramos aprovechó para expresar una preocupación que lo ha acompañado durante todo su litigio. “Este ha sido un proceso en el que se ha detectado lo que son los falsos testigos en el país. Agradezco a Dios por la ayuda que ha recibido", dijo.
La justicia le acaba de dar la razón, en una parte. El juez 16 de conocimiento de Medellín condenó a uno de los testigos que soportan su acusación ante la Corte Suprema. Se trata de Carlos Enrique Areiza Arango, un polémico personaje que, según la Fiscalía, cobraba importantes sumas de dinero a cambio de no testificar contra una persona determinada sobre la cual tenía supuestas pruebas.
Areiza fue condenado a ocho años de prisión por el delito de extorsión agravada. Según las investigaciones de la Fiscalía, existen varios videos en donde se certifica que Areiza decía mentiras en los procesos judiciales en los que participaba como testigos.
El testigo siempre había sido polémico y por años la Fiscalía lo investigó. En el caso de Ramos se creía que muchas de las cosas que había dicho no coincidían con la realidad. Una de las más evidentes estaba relacionada con el dicho de Areiza dijo ser muy cercano a la casa de los hermanos Fidel y Carlos Castaño (fundadores de las Autodefensas Unidas de Colombia) y de que en el año 1992 estuvo en una reunión donde supuestamente le entregaron a Ramos 800 millones de pesos para su campaña política, de lo cual, según él tenía videos con un celular.
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La Fiscalía verificó que eso no era cierto puesto que para la época Areiza tenía 11 años de edad, con lo cual, a la luz de una estructura criminal, resulta imposible confiar responsabilidades de ese calibre. Otro de los aspectos que tenía el ente acusador se relacionaba con la imposibilidad de la tecnología celular de la época para grabar los supuestos videos, los cuales nunca entregó a las autoridades.
Otro punto fue su presencia en la publicitada reunión en el municipio de Bello que se convirtió en el eje de la investigación contra Ramos, donde supuestamente el excongresista y varios paramilitares, dentro de los que se destacan alias ‘Ernesto Báez‘, le entregaron una suma de dinero para su campaña política a cambio de beneficios obtenidos en la Ley de justicia y paz que se llevaba en el Congreso.
La Fiscalía desvirtuó esta declaración con el testimonio de Albeiro Quintero, dueño de la finca donde se realizó la reunión, quien aseguró que nunca había conocido a Carlos Areiza y nunca estuvo como empleado en su finca.
Ante las evidencias Areiza aceptó los cargos, manifestó que cometió un error y le pidió la Corte Suprema que desistiera de sus testimonios pues, según él, había sido presionado para testificar en contra de Ramos.
Con este nuevo hecho, el ex gobernador llega a los alegatos de conclusión en el proceso que se adelanta en su contra. La condena de Areiza seguramente jugará a su favor, falta ver si alcanza para que los magistrados se inclinen por su absolución. Se espera que la Corte Suprema de Justicia decida sobre este caso el próximo mes de enero.