“Con un caudal de mentiras querían condenarme”: Luis Alfredo Ramos

Luis Alfredo Ramos Botero tuvo la oportunidad este lunes de dirigirse por última vez a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia, en el juicio por parapolítica que el alto tribunal adelanta en su contra. Ramos enumeró las razones por las cuales cada uno de los testigos quedarían desvirtuados.

El exgobernador de Antioquia aseguró que su proceso estuvo plagado de un caudal de mentiras auspiciado por falsos testigos que esperaban obtener beneficios. Frente al exparamilitar Pablo Herán Sierra, alias ‘Alberto Guerrero‘, aseguró que cambió varias veces de versión en cuanto a una supuesta reunión a la que acusaban a Ramos de asistir: "Dijo mentiras sobre la supuesta presencia de Rodrigo Pérez, alias ‘Julián Bolívar‘; dijo mentiras sobre la supuesta llegada a la reunión en compañía de Ernesto Báez -unas veces decía que había llegado en helicóptero, otras veces decía que había llegado en carro-; dijo mentiras sobre todo".

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Según Ramos, alias Alberto Guerrero tenía el propósito de impedir su llegada a la Presidencia: "Dijo que (...) a él ya no le interesaba nada que porque yo ya estaba condenado, entonces no podría llegar a ser presidente porque él había sido la persona que se había atravesado en mi camino, que el doctor Óscar Iván Zuluaga no era ningún peligro, pero yo sí".

Además, el exgobernador de Antioquia citó el testimonio que dio Álvaro Uribe Vélez, presidente de la época. "Él manifestó que Báez era miembro representante y que tenía autorización del comisionado de paz para estar en todo el país visitando los diferentes bloques como están hoy los miembros de las Farc socializando el proceso de paz de La Habana".

El ex presidente del Senado se defendió diciendo que el testimonio de Iván Roberto Duque se contradice en la forma en que llegó y en las personas que estuvieron en la reunión. “El país sabe que es un confeso paramilitar y que fue jefe político del Bloque Central que se desmovilizó a finales de 2015, que era el miembro representante de esos bloques, muy distinto a mero vocero (…) tenía suspendidas las órdenes de captura en su contra y podía movilizarse por todo el territorio nacional para informarse sobre el mecanismo jurídico que se crearía para lograr la desmovilización”, manifestó Ramos.

La Corte investiga al expresidente del Senado por el delito de concierto para delinquir agravado por haber participado en una reunión en enero del 2005 a la que también asistieron los jefes paramilitares Alberto Guerrero, excomandante del Bloque Cacique Pipintá, y Ernesto Báez, líder del Bloque Central Bolívar. La cita tuvo lugar en la finca Bellanita, propiedad de Hugo Albeiro Quintero, empresario del transporte condenado por paramilitarismo.

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Ya han pasado más de cuatro años después de la captura de Ramos y mientras la Corte estudia su proceso, de manera paralela la justicia avanza en otro frente: el de los falsos testigos que hablaron contra el exgobernador.

En diciembre Ramos fue dejado en libertad por la Corte. Y apenas pocas semanas antes de la última audiencia, un juzgado de Medellín decidió imputar cargos por falso testimonio y fraude procesal contra otro de los testigos clave en este proceso. Se trata de Juan Carlos Sierra, más conocido como el ‘Tuso‘ Sierra, el narco que se coló en el proceso de desmovilización de los paramilitares y que fue extraditado a Estados Unidos donde finalmente terminó negociando una pena de cinco años de prisión.