El pedido de Luis Alfredo Ramos al fiscal general

El escándalo que sacude a la Corte Suprema generó unos impactos políticos inesperados. Quizás el principal tiene que ver con la contienda presidencial de 2018 y con quien se estaba perfilando como una de las cartas que podría tener el uribismo para esa campaña: Luis Alfredo Ramos. El dirigente antioqueño era hasta hace unos meses el gallo tapado de las elecciones del próximo año. Se anticipaba que podría ser el hombre que uniría al Centro Democrático al Partido Conservador para poder apuntarle a convocar al sector el No para la primera vuelta. 

Sin embargo, la mención que hizo el fiscal Néstor Humberto Martínez de su caso dejó su campaña en entredicho. Ramos fue uno de los tres políticos que fueron mencionados como posibles beneficiarios del carrusel de favores que existía entre magistrados de la Corte Suprema y el abogados como Gustavo Moreno. Este último fue el apoderado de Ramos durante buena parte de su proceso por parapolítica. 

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Por cuenta de esa mención, Ramos quedó en una incertidumbre jurídica y política. En primer lugar, su proceso está ad portas de fallo. Hace unos meses se anticipaba que una sentencia a su favor era casi segura pues en el transcurso de estos años, el expresidente del Senado había podido probar que los testigos que lo incriminaban mentían. Incluso, algunos de ellos fueron condenados penalmente por haber desviado no solo su proceso, sino el de otros dirigentes políticos. Con la nueva conyuntura, ya no se sabe cuál pueda ser su suerte en ese alto tribunal. 

Ramos le envió una carta al fiscal general, Néstor Humberto Martínez, en la que se autodefine como un hombre "que no debe nada". En la misiva, asegura que "la incertidumbre derivada de los escándalos de corrupción ha generado expectativa en los colombianos" y que él, como "hombre que ha sido mencionado en una investigación que adelanta su despacho" quiere hacer una petición. 

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El exgobernador de Antioquia le solicita al fiscal que "todas las pruebas que tiene en su despacho que se refieran a él "sean puestas de inmediato en conocimiento de la opinión pública". Agrega que autoriza que se levante la reserva sobre su proceso con miras a ponerle punto final a las especulaciones que se han dado respecto a su participación en los hechos de corrupción que hoy involucran a un grupo de magistrados de la Corte Suprema. Finaliza su misiva pidiendo también que exista celeridad en su caso. 

En una entrevista con SEMANA, Ramos había manifestado que contrató para su defensa a Gustavo Moreno porque era "una persona que tenía muy buenas referencias por ser catedrático, que tenía varios libros". Explicó que buscó un abogado con bajo perfil "porque en ese momento había el antecedente de que a las personas del uribismo les iba muy mal en la corte". Y agregó que lo contrató de "buena fe" sin anticipar lo que sucedería con él después. Puntualizó que nunca conoció a Leonidas Bustos.

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Más allá del proceso judicial, Ramos aseguró que le parecía una "coincidencia" que cada vez que él se lanzaba a las elecciones presidenciales revivían los procesos judiciales en su contra. Aunque el escándalo que hoy atraviesa la justicia no tienen nada que ver con la campaña presidencial, lo que es un hecho es que la mención en el proceso sí enreda su candidatura. 

Ramos le contó a SEMANA que no ha tomado la decisión de lanzarse oficialmente, pero que en caso de hacerlo su escenario sería el Centro Democrático. "Yo estoy dando una vuelta al país tomándole el pulso y cuando termine esa vuelta tomaré la decisión. Hay mucha gente que me pide de una vez que me lance como candidato, muchos ciudadanos. Pero lo haré en su momento", concluyó. 

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El punto fundamental para lo que viene respecto a sus aspiraciones políticas seguramente estará ligado a lo que suceda en el proceso en la Comisión de Acusaciones con los magistrados Bustos y Ricaurte. Como los tiempos de ese organismo no tienen nada que ver con los de la política, el pedido que más le debe urgir a la Ramos es el de la celeridad. Las posibilidades de que el fiscal se ajuste a ese pedido, sin embargo, son pocas. Las pruebas que señalan a Ramos hacen parte de un paquete que ha trabajado la DEA y hasta ahora no se han hecho públicas. No se sabe en qué momento se levantará esa reserva, pero sí que cuando esto suceda. puede que la clase política tiemble de nuevo.