TEMPORADA TAURINA
Luis Bolívar brilló, abrió la puerta grande y es candidato a llevarse el máximo trofeo, la réplica de la Catedral de Manizales
Tomás Rufo cortó una oreja y Emilio de Justo se fue en blanco. Toros de las Ventas del Espíritu Santo, muy bien presentados, de juego desigual, con notas más bajas que altas. Para destacar, Gorra Roja, toro serio y encastado de Juan Bernardo Caicedo, segundo sobrero de la tarde-noche.
Día soleado en Manizales. Sol picante, de ciudad a 2.150 m.s.n.m. Ambiente taurino y murmullo de tarde importante. Toros de casta de las Ventas del Espíritu Santo, del maestro César Rincón, para Luis Bolívar (Colombia), Emilio de Justo y Tomás Rufo (españoles). Cartel de plaza de primera categoría. Cerca de 10 mil espectadores en los tendidos.
Al ruedo, finalmente, salieron ocho astados, siete de Rincón (incluido el de reserva, Indocumentado, de 446 kilos) y uno de Juan Bernardo Caicedo, Gorra Roja (532 kilos); toro serio, aplaudido por los espectadores desde la salida, como reconocimiento a su trapío —buena planta y gallardía del toro de lidia, según la definición del Diccionario de la lengua española—, casta, bellas hechuras y cornamenta imponente y peligrosa.
Lo anterior, producto de las dos solicitudes de cambio de toro que exigieron los entendidos asistentes a la corrida, que fueron aprobados por la presidencia de la plaza, ante falencias presentadas en astados de las Ventas del Espíritu Santo. Vea acá el resumen de la corrida de Feria TV.
Inicio del festejo
Paseíllo. Himnos. Minuto de silencio para rendir homenaje a taurinos que fallecieron recientemente. Sonó el pasodoble Feria de Manizales y los tendidos cambiaron la solemnidad por un fuerte olé, que vino acompañado de la alegría de los tendidos.
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El primer toro de la tarde le correspondió al matador de toros colombo-panameño Luis Bolívar, de nombre Perfumado (472 kilos), negro azabache, listón, enmorrillado. Bien presentado y armado de pitones. El astado salió distraído, recorriendo el ruedo sin fijeza.
El astado fue bien al capote de Bolívar, embistió con clase por el pitón izquierdo, humillando y encelado. Por el derecho mostró menos calidad. En la pica, un puyazo en buen sitio. Pelea corta en el caballo. Palmas para el picador Édgar Arandia. En banderillas, buen par de Emerson Pineda, exponiendo su cuerpo ante la cara de Perfumado. Vea acá el resumen de
Bolívar brindó la lidia y muerte del toro a los asistentes. Muleta a la mano derecha, citó de lejos y el toro arrancó con velocidad. Faltó temple en la primera tanda. El toro se quedó cortó en algunas embestidas, acusando falta de fuerza. Las mismas que Bolívar acompañó. Toreo por el pitón izquierdo, ante un toro que humilló, protestó, pero ante todo repitió. El colombiano disfrutó frente a la cara del toro.
Nueva tanda, dos molinetes. Toreo en redondo. Faena de menos a más. Demostró el torero su experiencia y tauromaquia. Cerró con manoletinas y un pase de calidad por bajo.
Entró a matar en corto, aguantando la embestida, recibiendo. Espada completa, apenas tendida. Dobló sin puntilla un perfume del bueno (Perfumado) y llegaron las dos primeras orejas de la tarde. Palmas para el toro en el arrastre y claveles blancos y rojos para el matador durante la vuelta al ruedo.
“Ha sido un toro serio, bravo, que acometió hasta los últimos llamados con la muleta. Fue fijo y con embestidas de mucha calidad. Al toro bravo hay que dejarle la muleta en la cara, con suavidad. Enhorabuena para el ganadero”, expresó Bolívar en los micrófonos de RCN Radio.
Panela, dulce pero bajo de casta
Panela, toro castaño (470 kilos) de las Ventas del Espíritu Santo, requemado, listón, ojo de perdiz, partió plaza. La salida del astado dejó ver falta de fijeza, no atendió a los capotes y anduvo suelto por el ruedo. Emilio de Justo lo llevó al caballo por delantales.
Pelea fuerte en la vara. Gran puyazo de Clovis Velásquez, quien tuvo un desempeño alto durante la Temporada Taurina de Manizales. En banderillas, par destacado del subalterno manizaleño Héctor Fabio Giraldo.
No brindó el toro Emilio de Justo. Muleta en la mano derecha, doblándose con el animal, mimando sus embestidas. Humilló Panela y llegó el poderío de Emilio con la muleta, qué barrió la arena del ruedo de la plaza, con mucho temple y entendiendo las condiciones y falencias del astado.
Se rajó Panela, buscó las tablas en dos oportunidades. Huyó, se refugió, se desentendió de la muleta y escarbó, como excusa para no ir a la muleta.
De Justo igualó al toro, entro a matar y dejó media estocada en buen sitio. Toques de pitón a pitón. Se alistaba para descabellar y el astado desarmó al torero. Panela resistió en tablas. Descabello defectuoso. Silencio para el torero y pitos en el arrastre para el toro de la ganadería de César Rincón.
Un Lulo agridulce
Recibió Tomás Rufo a Lulo (440 kilos), toro negro azabache que fue al capote, pero sin la clase del primero de la tarde. Verónicas a pie junto del torero español, sin terminar de transmitir, porque el animal no se enceló en la faena de capa.
Pica justo, incómoda, porque el toro embistió por la zona de las patas delanteras del caballo. Tercio de banderillas aplaudido. El mejor par, el de Ricardo Santana.
Faena. Inicio con mucha quietud, elegancia y, lo más valioso, lento. Todo con la mano derecha. Citó con la izquierda, mostrándole la muleta templada, lo llevó profundo, en redondo, dando muletazos desmayados y eternos.
Volvió a la derecha, quedó descolocado. Las embestidas de Lulo decayeron, quedándose a medio camino. Rufo lo entendió y sacó lo que pudo del toro. Molinete, pase por alto, y ovación de los espectadores.
Espada completa, caída y trasera. Una oreja para Rufo, con petición de la segunda.
Abúlico: estampa de toro bravo
Salió Abúlico, negro azabache, alegre, de hermoso fenotipo y cornamenta imponente. Buen puyazo y pelea del toro en el caballo. En banderillas, palmas para Carlos Manuel Rodríguez ‘Garrido’y Emerson Pineda, tras tres pares de buena ejecución.
Llegó la lluvia, tímida, aguó la tarde y la faena empezó fría, por la falta de fuerza y casta del toro. Lo intentó Bolívar, pero Abúlico tardó, luego empezó a humillar y el torero se ganó la música, por su tenacidad y capacidad para exprimir la bondad del ejemplar, que fue fijo.
Bolívar, muy inteligente, le dio tiempo y lo llevó muy templado por el pitón izquierdo. La música acompañó su entrega y calidad. Todo muy bien ejecutado. Recortes en la cara del toro.
No fue sencillo igual al astado, que escarbó y acudió con prontitud en los momentos que el torero levantaba la espada para ejecutar la suerte suprema. Estoconazo: solo bastaron unos segundos para que Abúlico rodara de manera fulminante. Dos orejas, discutibles. Bolívar, máximo triunfador de la tarde.
“Al toro había que conducirlo. Dejarle la muleta en la cara. Consentir sus embestidas. En momentos se quedaba, pero era noble y duró. Le estoy echando mucha afición, por los de ahora y los que vienen”, afirmó Bolívar en los micrófonos de Caracol Radio.
Meloso, quinto de la tarde, que correspondió a Emilio de Justo, fue cambiado por estar cojo de la pata izquierda. El quinto bis, reemplazo de Meloso, llevó por nombre Indocumentado (480 kilos) y se repitió el defecto, debilidad en la pata derecha, cojeaba y esto impedía su movilidad. Salió el pañuelo verde por segunda oportunidad y el toro regresó a los corrales. Desazón en la plaza.
Espera ante el tercer toro, para el segundo turno accidentado de Emilio de Justo. El consumo de bota se incrementó en los tendidos, tras más de 15 minutos para coordinar la salida al ruedo del segundo reserva.
Para abreviar, la presidencia adelantó el turno de Tomás Rufo. Salió al ruedo Escondido (486 kilos), negro, listón, cornidelantero. Chicuelinas y remate torero soltando el capote a una mano por parte del torero de Talavera de la Reina (Toledo, España).
Pica trasera. Aplausos para Ricardo Santana y Sergio Blasco por su labor en las banderillas. Brindó Rufo. Toro falto de fuerza. Lidia a media altura por la mano izquierda, ante medias embestidas de Escondido, que nunca rompió. No hubo emoción, por la falta de condiciones del astado.
Le robó pases Rufo, a punta de aguantar e incentivar a un toro que no quería embestir. Se encendieron las luces y el toro se apagó. Sonó la música, se arrimó a los pitones y se cruzó el torero y, lleno de compromiso, compuso una faena meritoria. En modo lidiador, lo dejó todo, ante todo la honestidad torera.
Pinchó, al salirse de la suerte. En el segundo intento, un pinchazo hondo. Acertó en el primer intento con el descabello. Palmas para Rufo y pitos para Escondido.
español
En el último toro de la tarde, Emilio de Justo realizó una gran faena con la muleta, de mucho mérito, Entendiendo las condiciones de Gorra Roja (532 kilos), de la ganadería de Juan Bernardo Caicedo, segundo reserva de la tarde. toro serio, que perfectamente puede ser lidiado en una de plaza de primera categoría de España o Francia.
Por su bravura y condiciones, el toro fue llevado dos veces al caballo de pica y recibió dos buenas varas, en las que Gorra Roja fue encastado y peleó. “De los toros más importantes de la ganadería, era un toro serio, de Madrid, dos puyazos, 530 kilos. El toro, de vacas”, comentó Martín Caicedo, hijo del ganadero Juan Bernardo Caicedo, en una publicación realizada en Instagram por la Plaza de Toros de Manizales.
Faena de torero poderoso, que entiende a los toros bravos y que está acostumbrado a lidiar animales como este en las plazas más importantes de España. Perdió la posibilidad de triunfar tras una espada levemente caída, que no tuvo efecto de muerte en el toro. Para rematar, falló en el momento de descabellar, al apresurarse y no preparar la suerte como corresponde. Se lamentó el matador español y también lo hizo el público, al ver truncada la opción de un triunfo grande del torero y poder acompañar a Luis Bolívar por la puerta grande.
Luis Bolívar: dos orejas y dos orejas.
Emilio de Justo: silencio, tras aviso y aplausos.
Tomás Rufo: oreja y palmas.