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“Saldremos adelante”: Luis Guillermo Plata
En diálogo con SEMANA, Luis Guillermo Plata explica su papel como gerente para atender la crisis del coronavirus. Advierte que el aparato productivo no está parado y que el sistema de salud tiene una base importante para atender la emergencia. Pero acepta que el desafío es gigantesco.
SEMANA: ¿Cuál es su rol como gerente del coronavirus para Colombia?
Luis Guillermo Plata: Garantizar el uso eficiente de los recursos y coordinar el músculo del Estado para que Colombia pueda sortear esta situación de la mejor manera posible, con el menor número de pérdidas humanas. Esta crisis está en todo el planeta, y estamos entendiendo cómo manejarla porque esto nunca había sucedido en nuestros 200 años de historia. Si bien es una emergencia de salud, tiene muchas otras implicaciones y nos toca hacer una coordinación impecable en todos los frentes: acciones en la economía, en la tecnología, de abastecimiento, de logística, entre otras.
SEMANA: ¿Cómo ha visto la curva de infectados de Colombia?
L.G.P.: La infección en Colombia ha crecido bastante. El primer caso se identificó el 6 de marzo y hoy 27 de marzo llegamos a 539; seguramente cuando esto salga a impresión los números serán más altos. No es una curva desorbitada, de hecho es más baja que en otros lugares, pero lo importante acá es que hemos logrado brindar atención en casa a la mayoría de pacientes –a 475 personas, con el debido aislamiento– y realmente en hospital solo hemos tenido a 25 (8 en UCI). Este dato es fundamental porque en la medida en que tengamos las camas libres en los hospitales, tendremos más ventiladores para atender a la gente que más lo necesitaría. Debemos enfocarnos en cómo lograr recuperar a los infectados y en cómo los vamos a atender. Ya hay un número de fallecidos que nos duele profundamente, pero por ahora el número de recuperados es superior al de personas muertas.
SEMANA: ¿Qué es aplanar la curva?
L.G.P.: Es un término sofisticado para decir que no podemos enfermarnos todos al mismo tiempo. Se lo voy a poner en palabras más sencillas: si nos enfermarnos en pequeños grupos o poco a poco, el sistema de salud actual tendrá más capacidad para responder. El problema del coronavirus es que nos enfermamos muchos al mismo tiempo, y eso para un sistema de salud que está diseñado para manejar un cierto volumen es insostenible.
Lo que hacemos aplanando la curva es tener un tiempo de contagio más prolongado para no sobrecargar el sistema al tiempo que vamos ampliando las capacidades para poder atender más personas cada vez. Debemos tener presente que ningún sistema de salud del mundo podrá salir aireado de esta situación, pues ninguno tiene hoy la capacidad de absorber en su totalidad el número de personas afectadas.
"Lo importante acá es que hemos logrado brindar atención en casa a la mayoría de pacientes –a 475 personas, con el debido aislamiento– y realmente en hospital solo hemos tenido a 25 (8 en UCI)".
SEMANA: ¿Cómo lo están haciendo?
L.G.P.: Eso no es fácil y tiene varias implicaciones. La obvia es hacer hospitales en hoteles, coliseos y otra infraestructura existente. Eso está bien, pero el elemento crítico en esta cadena se llama ventilador. El ventilador es aquel equipo médico que ayuda a las personas a respirar en un momento de emergencia, y eso es lo más importante. No es un tema de colchones y camas, es de tener realmente la capacidad de una unidad de cuidados intensivos.
SEMANA: ¿Estamos trayendo los ventiladores suficientes a Colombia?
L.G.P.: Esos ventiladores en el mundo están agotados porque hay una sobredemanda. Tenemos más de 180 países que al igual que Colombia están buscando ventiladores y eso hace que sea difícil conseguirlos. Además, estamos llegando a un punto en el que los países que los producen están poniendo restricciones a la exportación. Y el cuello de botella es ese: cómo podemos aplanar la curva suficientemente para poder diferir la enfermedad en el tiempo y en simultáneo ampliar la capacidad hospitalaria teniendo en cuenta que los respiradores son el elemento crítico de la cadena. El presidente y todo su equipo estamos dedicados a esta importante tarea.
SEMANA: En esta semana al frente de la crisis, ¿qué ha encontrado?
L.G.P.: Yo encontré un país que está mejor preparado de lo que cualquier ciudadano del común creería. En Colombia nos gusta quejarnos del sistema de salud y de las capacidades, aunque la verdad es que para esta crisis estamos bastante mejor que muchos. A mi sorpresa, y si nos comparamos con los llamados países del primer mundo, estamos un poco mejor que algunos de ellos: Italia tiene 12,5 camas UCI por cada 100.000 habitantes; Francia cuenta con 11,6; y Colombia, con 13,8. Eso no quiere decir que sea ideal, porque es un sistema de salud diseñado para una situación normal, pero eso nos va a permitir tener una base importante con la que arrancar. Aquí hay mucha gente trabajando muy duro, en todos los lugares: los médicos, los enfermeros, el Gobierno nacional, los ministros, los alcaldes, los gobernadores, el sector privado, todo el mundo está comprometido con esto desde lo que puede aportar, y lo importante es que lo hagamos de una manera muy coordinada.
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SEMANA: ¿Qué papel va a jugar el sector privado?
L.G.P.: Estoy gratamente sorprendido con la reacción del sector privado. Estoy abrumado de ofertas de ayuda para alimentos, medicamentos, equipo, gente que se ofrece... Eso es extraordinario y estamos organizándonos para poder canalizar toda esa energía y esas ayudas hacia las necesidades más importantes, por supuesto, con el Ministerio de Salud, que es el que marca la pauta.
SEMANA: ¿Cuáles son esas necesidades?
L.G.P.: Lo más inmediato, aparte de los ventiladores, es el abastecimiento. Hay mucha gente en Colombia que se quedó sin empleo o que trabaja en la informalidad y lleva varios días sin recibir dinero. El Gobierno tiene que garantizar un ingreso para estas personas o, en su defecto, la alimentación, porque como ha dicho el presidente, debemos tener una crisis sin hambre. Por ello se ha hecho un esfuerzo gigantesco para enviar alimentos a las regiones, así como aportes económicos que la gente pueda utilizar para su sostenimiento. Esto es fundamental para poder sobrellevar la crisis de la mejor manera.
El segundo aspecto es el médico, y es justamente aplanar esa curva de la que hablamos y, en paralelo, ampliar nuestra capacidad. Pero, como ya lo dije, el cuello de botella se llama ventiladores y estamos consiguiéndolos.
SEMANA: ¿Cómo están nuestras capacidades?
L.G.P.: Una gran noticia es que hay una capacidad instalada de 5.400 camas de unidad de cuidados intensivos, es decir, hay condiciones de atender una crisis respiratoria. Hoy hay 2.640 camas UCI disponibles y con el plan de optimización del Ministerio de Salud esperamos liberar la mayor cantidad posible antes de llegar al pico de la pandemia.
SEMANA: ¿No se han debido conseguir antes?
L.G.P.: Era imposible prever la magnitud y la velocidad de esta crisis. Lo importante es qué tenemos hoy y cómo estamos solucionando el problema. Esta situación tomó por sorpresa a todos los países del mundo, y todos estamos en la misma carrera. Lo que tenemos es un buen punto de partida, ahora miremos hacia adelante.
"El fenómeno va a estar presente por varios meses mientras se desarrolla una vacuna. Tenemos que darnos cuenta que esto no va a terminar con la cuarentena".
SEMANA: ¿Qué sitios de hospitales de campaña están montando?
L.G.P.: Con el Ministerio de Salud, los alcaldes y gobernadores, ya estamos identificando los lugares más idóneos para montar esta infraestructura. No obstante, repito: el cuello de botella no es adecuar un edificio; esa parte no es que sea fácil, pero es más sencilla versus lograr obtener los ventiladores.
SEMANA: Con la parálisis de gran parte del aparato productivo y de servicios por la cuarentena, las empresas (grandes, medianas y pequeñas) están en riesgo. ¿Qué medidas de choque se han tomado para que no se quiebren?
L.G.P.: El aparato productivo no está parado. Justamente hemos sido muy cuidadosos para mantenerlo funcionando. Necesitamos abastecernos, que los supermercados, centros de abastos, los servicios públicos y todo lo que sea necesario funcione. Entonces, no podemos decir que hay una parálisis económica, por el contrario, tenemos que hacer que la economía opere para poder seguir atendiendo a los colombianos.
SEMANA: ¿Qué tan probable es que la cuarentena se prolongue?, ¿de qué depende?
L.G.P.: Eso no lo podemos saber todavía. Por el momento, la cuarentena va hasta el 13 de abril, como está decretada. Ahora, teniendo en cuenta el comportamiento de la pandemia, con los epidemiólogos se tomarán las medidas necesarias. Es importante recordar que el aislamiento para los adultos mayores va hasta el 30 de mayo y no habrá clases presenciales en los colegios hasta el 20 de abril. Estamos ante un fenómeno que va a estar presente por varios meses mientras se desarrolla una vacuna, por lo que tenemos que darnos cuenta de que esto no termina con la cuarentena.
SEMANA: ¿Qué mensaje le envía a los colombianos en estos momentos?
L.G.P.: El principal mensaje es que vamos a salir adelante con el apoyo de los ciudadanos, el sector productivo y el Estado de manera articulada. Sepan que el Gobierno nacional, los gobernadores, los alcaldes, el Congreso y todas las instituciones trabajan día y noche para superar esta crisis. Saldremos adelante.