Mafialand segundo capítulo
Mafialand, segundo capítulo. | Foto: SEMANA

Investigación

Mafialand: ¿quién es el jefe del Ñeñe Hernández?

La periodista María Jimena Duzán explica en cinco capítulos cómo se mueve la nueva élite del crimen organizado. La serie ha generado expectativa entre periodistas de la talla de Jon Lee Anderson y ha sido reseñada por Infobae. Espere el nuevo episodio hoy a las 6:30 p. m. por Semana.com y sus redes sociales.

SEMANA
5 de noviembre de 2020

¿Quiénes son esos mafiosos que nadie conoce y que, por el contrario, son considerados como empresarios? Esta es la pregunta que resolverá la periodista María Jimena Duzán en la serie Mafialand, que tras una investigación de seis meses salió al aire con su primer capítulo ‘Los nuevos Pablos’. En redes sociales la serie ha generado gran expectativa.

“Qué prometedora está la nueva serie #Mafialand presentada por la reportera de reporteras @MJDuzan”, escribió el reconocido periodista de The New Yorker, Jon Lee Anderson. Por su parte, el medio internacional Infobae reseñó el primer capítulo: “Mafialand, la serie sobre mafiosos de María Jimena Duzán que desenmascarará a los ‘criminales silenciosos’ del país”.

Espere el próximo capítulo de Mafialand este jueves a las 6:30 p. m. por Semana.com y sus redes sociales. En este episodio se revelará: ¿Cuál era la verdadera relación del Ñeñe con el poder? ¿Quién es ese clan criminal que mueve droga, carbón, marimba y gasolina de contrabando en la costa Atlántica? ¿Quién es el jefe del Ñeñe?

Estas son las tres claves de Mafialand:

1. ‘La generación fantasma’

Los carteles de Cali, Medellín y el Norte del Valle, con cabezas tan visibles como Pablo Escobar, generaron una ola de rechazo en la sociedad colombiana por su sevicia. Por eso, los nuevos narcos optaron por un nuevo perfil: son mucho menos ostentosos y, en apariencia, menos violentos. La nueva élite del crimen organizado funciona como poderosos mercados ilícitos de todo tipo, cuya principal función es facilitar movimientos financieros del bajo mundo. Se les conoce como los banqueros del crimen organizado.

Los capos de hoy no tocan un kilo de cocaína ni mucho menos una pistola 9 mm chapada en oro. Sus armas son un teléfono móvil encriptado, una variada cartera de negocios establecidos legalmente y un íntimo conocimiento de las finanzas mundiales”, explicó Insight Crime, fundación que realiza investigación sobre el crimen organizado.

2. “Es más importante atacar el dinero que a los narcos”

Así lo dijo hace unos años la exfiscal federal Bonnie Klapper, quien durante 25 años trabajó en la justicia estadounidense en la guerra contra las drogas. Es conocida como la “fiscal de hierro”, porque logró atrapar al cartel del Norte del Valle, al que llegó por investigaciones de lavado de dinero tras años de investigación y bajo amenazas. En Mafialand, Duzán recuerda las palabras de la exfiscal de hierro, porque los nuevos mafiosos han descubierto que lo importante del negocio del narcotráfico no es la droga, sino el dinero que mueve.

La historia de Klapper resulta paradójica: se retiró de su carrera como fiscal y pasó a ser abogada defensora de algunos narcotraficantes. Según cuenta, no lo hace para hacerlos parecer inocentes, sino para lograr colaboración con el Gobierno y un mejor trato para sus clientes. Pero el meollo del asunto es que la exfiscal de hierro cree que la guerra contra las drogas cayó en un punto muerto.

“Existen muchas maneras de esconder el dinero y siempre he pensado que atacar el dinero es mejor que atacar las drogas. Un traficante pierde más cuando le quitas el dinero que cuando le quitas las drogas”, le dijo Klapper al periodista Moisés Naim en 2016.

Los expertos coinciden en que para dar con el paradero de la nueva élite mafiosa hay que “seguir el dinero”, pues de esta manera se descubre que empresarios que en apariencia están en la legalidad podrían terminar involucrados en negocios turbios. “Existe una banca de la economía ilícita en Colombia. Con el juego de no pagar impuestos, muchas estructuras –que lavan la plata de la evasión de impuestos– hacen que quede cobijado por la plata de la evasión, del contrabando”, explicó Juan Ricardo Ortega, exdirector de la DIAN.

3. Quieren todo el poder

La nueva élite del crimen organizado ha logrado conquistar el poder político y económico manteniendo un bajo perfil. De hecho, Daniela Gómez, politóloga e investigadora de la Fundación Paz y Reconciliación, asegura que “la relación entre mafia y Estado es mucho más orgánica de lo que se cree. Nos venden la lucha del narcotráfico, pero es más retórica, no van tras el dinero”. A su juicio, quienes lavan activos son los que han ido acumulando el poder en Colombia sin ser detectados.

“Los narcos de los 80 y de los 90, personajes oscuros con los que los políticos no querían ser vistos, se transformaron en grandes empresarios que tenían incluso acceso a los clubes sociales y una relación con el poder, hasta el punto de que invitaron a candidatos –que llegaron a ser presidentes– a sus reuniones sociales; muchos de ellos incluso llegaron a ser miembros e invitados de la ceremonia de posesión de muchos en el poder”, aseguró Duzán.