POLÍTICA
“Magistrados de la Corte perdieron sus valores”: monseñor Francisco Ceballos tras despenalización del aborto
Monseñor Francisco Ceballos, presidente del Departamento de Promoción y Defensa de la Vida de la Conferencia Episcopal Colombiana, habló con SEMANA. Dijo que el aborto es un pecado, un homicidio y que la sociedad tocó fondo.
SEMANA: ¿En qué pensó usted apenas conoció la decisión de la Corte Constitucional frente al aborto?
FRANCISCO CEBALLOS: Más bien fue un sentimiento de tristeza, perplejidad y un profundo dolor ante la nota de prensa de la Corte Constitucional. Es desafortunada la decisión porque están tocando lo más sagrado, si lo queremos mirar desde el punto de vista de la fe. Estamos tocando lo más importante para el ser humano que es la vida humana, máxime desde seres inocentes, pienso que estamos tocando fondo como sociedad y humanidad. Estamos perdiendo los valores porque la vida humana es lo que tenemos que respetar sobre cualquier otra cosa.
SEMANA: ¿El plazo de seis meses de gestación no es mucho tiempo para practicar un aborto?
F.C.: Es demasiado, pero es lo mismo 15 días, 2 meses, 3 meses, lo del tiempo escandaliza un poco porque en seis meses un niño ya tiene reacciones, según los estudios de la embriología humana. Siente, sonríe y hasta llora. Yo conozco un caso de unas gemelas que nacieron de cinco meses y medio y están ahora de 7 años, es decir, que es un asesinato completamente, un homicidio, es acabar la vida de seres inocentes.
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SEMANA: ¿Un asesinato?
SEMANA: A propósito, ¿desde qué momento hay vida para la Iglesia Católica?
F.C.: Desde el momento en que se une el óvulo y el espermatozoide, viene luego el proceso de anidación. Para la iglesia es desde el momento de la concepción hasta la muerte natural.
SEMANA: Ya la decisión está tomada, ¿qué hacer?
F.C.: Es un fuerte trabajo en la formación de la conciencia de las personas, hay que formar a los cristianos para que al enfrentarse a una ley de estas, en conciencia, puedan decidir. Personas bien formadas que decidirán en favor de la vida. Es decir, tenemos un trabajo difícil, complicado.
SEMANA: ¿No reconoce la Iglesia el aborto, al menos en mujeres abusadas o ante niños con malformaciones genéticas?
F.C.: Estos tres casos que despenalizaron en 2006 son dolorosos, uno dice una mujer violada, violentada, uno tiene que tener consideración, pero la solución a eso no es acabar con el ser inocente que es el niño, hay otras maneras de tenerlo, entregarlo en adopción.
SEMANA: ¿Qué debió pasar por la cabeza de los magistrados de la Corte que votaron en favor de la despenalización del aborto?
F.C.: Estamos en una sociedad que va perdiendo los valores fundamentales, los principios morales, una sociedad relativista. En esta sociedad relativista surgen ideas contra la vida, que contradicen y hasta niegan lo que siempre ha gozado de claridad en la conciencia humana: que matar a otro ser humano es un acto intrínsecamente malo. Por lo cual es importante reafirmar que para nosotros los cristianos el quinto mandamiento está vigente y el artículo de la Constitución no ha sido derogado. Hay pérdida de valores en estos magistrados que, usurpando al Senado, están haciendo leyes sin ser los artífices naturales de hacer las leyes en Colombia.
SEMANA: Es decir, ¿los magistrados de la Corte Constitucional perdieron sus valores?
F.C.: Al menos, desde la óptica nuestra se han perdido y desde el punto de vista del humanismo. La vida es el valor fundamental y cuando se arriesgan a despenalizar el aborto hasta la semana 24 uno dice qué está pasando en nuestra sociedad, estamos tocando fondo. Algo está pasando, nos hemos dejado envolver por una sociedad profundamente relativista donde los valores no cuentan. Así no podemos llegar a ninguna parte.
SEMANA: La Iglesia se ha pronunciado muchas veces contra el aborto, pero a la Corte parece que no les interesa mucho sus posiciones
F.C.: No sé si les interese o no, no obstante, seguimos defendiendo la vida. El problema del aborto no es de religión, no es de fe, es de humanismo. Ese es el problema. Y cuando ya eso se pierde lo estamos perdiendo todo.
SEMANA: ¿Pero abortar es pecado?
F.C.: Para el cristiano católico y cristiano en general el pecado es un homicidio y por tanto es pecado. Para los que tenemos fe y miramos a Dios como el artífice de la vida, para nosotros sí, para los que no creen, pienso que no se les pasa por la cabeza que es pecado. Pero no se les puede quitar de la cabeza que sí es un homicidio.
SEMANA: Algunos sectores promueven un referendo contra la decisión de la Corte Constitucional, ¿la Iglesia lo apoyará?
F.C.: Los laicos, católicos, están en todo su derecho de manifestarse. De una u otra manera nosotros sí estamos de acuerdo en que ellos ejerzan su papel de ser luz y sal del mundo en la sociedad a la que pertenecen.
SEMANA: ¿La Iglesia teme por las consecuencias que pueda acarrear la decisión de despenalizar el aborto?
F.C.: Por supuesto, seguimos avocados a que estos centros de muerte, hospitales, clínicas, Profamilia y todo eso se sigan lucrando con los asesinatos de estos niños. Seguirán murieron muchos niños ya totalmente legalizados.
SEMANA: Por último, si esta entrevista la lee una mujer que esté a punto de abortar, ¿qué le diría?
F.C.: Que no está sola, que los problemas se enfrentan no con soluciones drásticas, como es asesinar un niño en su vientre, la sociedad la tiene que acompañar. Comprendemos el momento difícil por el que atraviesan, pero la solución no es abortar sino llevar a feliz término el fruto de sus entrañas.