Nación
Mancuso, el secuestrador de Piedad Córdoba, ahora plantea hacerle un reconocimiento público y pedir perdón
Así lo manifestó el exjefe máximo de los paramilitares en Colombia, quien se encuentra recluido en Estados Unidos y fue aceptado en la JEP bajo la figura de sujeto incorporado a la Fuerza Pública.
En medio de la noticia por la muerte de la senadora Piedad Córdoba, a quien le rindieron las honras fúnebres ayer en el Congreso, apareció una inesperada voz de solidaridad y apoyo, nada menos que el jefe máximo de los paramilitares, Salvatore Mancuso, quien participó en el secuestro de la dirigente política.
En un video, enviado desde su lugar de reclusión en Estados Unidos, Mancuso, quien fue detractor de Córdoba y la tuvo en la mira durante años, pasó al otro lado y aseguró que deja una huella imborrable para la historia de Colombia.
“Piedad Córdoba es una figura política única, reconocida por su franqueza y habilidad para decir las cosas como son, por poner los puntos sobre las íes, sin miedo a hablar sin reservas y con total sinceridad. No será fácil ni sucederá pronto que se encontrará a alguien con su coraje y claridad en el panorama político”, afirmó Mancuso.
Enseguida, Mancuso relató que luego de la desmovilización tuvo un cara a cara con ella y planteó hacerle un homenaje, el que propone realizar ahora como reconocimiento póstumo.
“Recientemente tuve el privilegio de hablar con ella sobre los escenarios factibles para la paz y le expresé mi deseo, que ella aceptó con generosidad, de hacerle un reconocimiento público y pedido de perdón por el secuestro que sufrió, por ser uno de los pocos responsables vivos de esos lamentables hechos. Un compromiso que mantengo en su honor como homenaje póstumo a su legado y a su familia en el marco de los procesos restaurativos que adelanto ante la Documentación Especial para la Paz”, afirmó Mancuso en el video.
Piedad Córdoba estuvo secuestrada por los paras y es poco lo que se sabe, pero lo que sí han reconocido hombres de las autodefensas y hasta el mismo Mancuso es que los encaraba con altanería, no se dejaba amilanar, pese a estar en poder de los criminales. El exjefe paramilitar, en el video enviado, recordó un capítulo de este hecho.
“Recuerdo cuando, en medio de su secuestro, envié un helicóptero para trasladarla desde las afueras de Medellín hasta los límites del Urabá cordobés y antioqueño. Pudo no haber regresado viva y siento una profunda responsabilidad moral por ello. Estos graves hechos representan una de las páginas más sombrías de nuestra historia”, afirmó Mancuso.
Y agregó que, “en reconocimiento a su incansable lucha, quiero expresar mi profundo pesar por su fallecimiento y extender mis condolencias a su familia. Su partida representa un enorme vacío y consternación por la ausencia que dejó una voz indispensable en nuestro país”.