NACIÓN
Mar de leva: prohíben actividades marítimas en el golfo de Morrosquillo
Este fenómeno ha afectado el litoral Caribe.
Poblaciones del Caribe colombiano se han visto afectadas durante esta semana por el fenómeno del mar de leva. De acuerdo con el Centro de Investigaciones Oceanográficas e Hidrográficas del Caribe (CIOH), de la Dirección General Marítima (Dimar), se ha registrado en el mar un incremento de vientos con velocidades con intensidades de 12 a 24 nudos (22 y 44 km/h) y una altura de olas significativa que oscila entre 1,0 y 1,7 metros.
Esto ha afectado a San Andrés y Providencia, Puerto Bolívar, Riohacha, Santa Marta, Barranquilla, Cartagena, Coveñas y Turbo.
“Se prevé para las próximas 72 horas que las condiciones aumenten su intensidad presentando vientos de hasta 35 nudos (64 km/h) y una altura significativa de la ola próxima a los 3,6 metros, especialmente en aguas marítimas del archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina”, dijo la Dimar.
En el marco de estas condiciones, se han extremado las medidas de seguridad en zonas como el golfo del Morrosquillo, en donde se prohibió la navegación de embarcaciones menores y actividades marítimas.
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“Se prohíbe la navegación para embarcaciones menores y todo tipo de actividades marítimas en el espejo de agua para toda el área general del golfo de Morrosquillo; adicional, se prohíbe el ingreso al mar a todo el personal de bañistas en aras de salvaguardar su vida”, indicó la Dimar.
Cierran el acceso a playas de Santa Marta por mar de leva; hay fuertes vientos y alto oleaje
Las autoridades en Santa Marta también decidieron restringir el ingreso de propios y turistas a las diferentes playas del distrito, como medida preventiva debido a las condiciones hidrometeorológicas que se están registrando en la región Caribe.
Las predicciones indican que para este jueves se espera un aumento en la intensidad de los vientos, que podrían alcanzar velocidades de hasta 35 nudos (64 kilómetros por hora) y una altura significativa de la ola próxima a los 3,6 metros.
De acuerdo con el Centro de Investigaciones Oceanográficas e Hidrográficas del Caribe (CIOH), de la Dirección General Marítima (Dimar), se observa la interacción entre cuatro sistemas de alta presión ubicados a lo largo de la costa este de los Estados Unidos, con el sistema de baja presión del Darién, asociado a la vaguada monzónica. Así mismo, persiste la presencia de un frente frío el cual se extiende de norte a sur entre el océano Atlántico y las Antillas Menores.
De igual forma, el frente continúa produciendo el cambio de la dirección del viento y del oleaje, ocasionando así mar de leva a lo largo del litoral Caribe colombiano, afectando las poblaciones de San Andrés y Providencia, Puerto Bolívar, Riohacha, Santa Marta, Barranquilla, Cartagena, Coveñas y Turbo.
En Cartagena los estragos del fenómeno se hicieron evidentes; el pasado miércoles 7 de febrero, zonas turísticas como Bocagrande resultaron afectadas, pues el mar incursionó en vías y avenidas, inundando exclusivos sectores de la ciudad y, a su vez, impactando en la movilidad.
Daniel Vargas, jefe de la Oficina Asesora para la Gestión del Riesgo de Desastres del Distrito de Cartagena, dio a conocer las siguientes recomendaciones:
- Alerta para la navegación marina: se solicita a los navegantes que extremen la vigilancia y precaución en las aguas costeras debido a la presencia de vientos fuertes. Es fundamental verificar minuciosamente el estado de las embarcaciones antes de zarpar y seguir rigurosamente las instrucciones de las autoridades marítimas.
- Seguridad en áreas costeras: se hace un llamado a los residentes y visitantes de las zonas costeras para que estén atentos a la posibilidad de ráfagas de viento intensas. Se recomienda asegurar los objetos sueltos en áreas exteriores y tomar las medidas necesarias para protegerse.
- Comunicación y alerta ciudadana: se insta a la población a mantenerse informada a través de canales oficiales y a seguir las indicaciones proporcionadas por las autoridades locales en materia de gestión de riesgos. Es fundamental para garantizar una respuesta eficaz ante cualquier situación de emergencia.