NACIÓN
Marcha en calma y bloqueos temporales de vías: el balance del paro en Barranquilla
Gremios, centrales de trabajadores, mototaxistas y estudiantes se concentraron en la Plaza de la Paz, en horas de la mañana.
En la capital del departamento del Atlántico un buen número de personas se sumaron a las manifestaciones anunciadas, entre estas cientos de estudiantes, trabajadores de la rama judicial, maestros y mototaxistas, que se concentraron en diferentes puntos de la ciudad.
En las primeras horas del día, la concentración de un buen número de estos manifestantes generó un bloqueo en la esquina de la Avenida Murillo con carrera 8, un punto neurálgico para la movilización de los habitantes en el suroccidente de Barranquilla.
Allí la mayoría de los jóvenes, que llevaban tapabocas y máscaras de protección para la bioseguridad, gritaron y cantaron en contra de las políticas del gobierno del presidente Iván Duque, especialmente contra la nueva reforma tributaria.
“Estamos en contra, no solo de esta nueva reforma tributaria, que terminaremos pagando las clases más necesitadas, sino de la mayoría de las políticas del presidente Duque, que desde nuestro puntos de vista buscan favorecer a los grandes empresarios”, dijo Ingrid Hernández, una joven estudiante que participó en las marchas de este miércoles.
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Con el acompañamiento de miembros de la Policía Nacional, los manifestantes siguieron su el recorrido sobre la Avenida Murillo, en sentido sur - norte, para llegar a su punto de concentración junto a otros grupos de protestantes en la Plaza de la Paz, en donde cantaron consignas contra la reforma tributaria y expresaron su inconformismo en una rueda de prensa liderada por parte de los representantes de las principales centrales obreras.
Antonio Cano, uno de los mototaxistas que participó de la protesta, señaló que su principal motivación fue manifestarse en contra de la reforma tributaria anunciada por el Gobierno nacional, porque no cree “justo que en medio de la dura situación social y económica que se vive por la pandemia vayan a quitarle más dinero a la gente”. Sobre el riesgo de contagiarse en medio de las concentraciones y aglomeraciones, este trabajador informal dijo que le “parecía más malo el gobierno actual”.
Paola y Susana, otras jóvenes que se unieron a la movilización, señalaron que se decidieron a salir a la calle “porque estamos cansadas de que este gobierno haga lo que quiera”. Ambas cargaban pequeños carteles en los que. se quejaban contra la posibilidad de que sea aprobada una nueva reforma tributaria. “Es importante mostrar nuestro inconformismo y salir por aquellos que no pueden o no quieren”, agregaron.
A pesar de los traumatismos en la movilización y en el transporte del resto de la población, el balance de la jornada en Barranquilla es de total tranquilidad en comparación a otras ciudades del país, como Cali o Bogotá en donde se registraron enfrentamientos con la Policía y algunos hechos de vandalismo.
Jennifer Villarreal, secretaria de gobierno de Barranquilla, señaló que la jornada de manifestaciones en la ciudad empezó con unas dos 200 personas y en completa normalidad, y que en la Plaza de la Paz estaban concentradas otros 100 manifestantes. “En otros puntos también hay otro grupos concentrados, pero esto está en calma y bajo lo planificado”, agregó.
Horas antes, en diálogo con los medios de comunicación, el alcalde Jaime Pumarejo Heins calificó de “hechos muy tristes” las concentraciones convocadas por algunos sectores de la ciudadanía y dijo que estas pueden debilitar los esfuerzos hechos por su administración para contener la pandemia del coronavirus. “Tenemos a nuestros funcionarios trabajando hace más de un año de forma muy fuerte para cuidarnos a todos y haciendo un sacrificio”, agregó.
La marchas y concentraciones se dieron en Barranquilla a pesar de las advertencias de agremiaciones médicas y del llamado de las autoridades de evitar aglomeraciones que puedan empeorar la situación de salud pública que se vive por la tercera ola de la pandemia, que tiene a la ciudad bajo medidas como toque de queda y pico y cédula, y con una red hospital bajo alerta roja y casi a tope desde hace varias semanas.