POLÍTICA
Tres mensajes que dejó la marcha a favor de la JEP
Partidarios del acuerdo de paz salieron a las calles, y aunque no se repitieron los llenos de las plazas de 2016, enviaron mensajes a la comunidad internacional y al Congreso.
El riesgo que tomaron los defensores de la JEP este 18 de marzo fue alto. En caso de que los colombianos no salieran a las calles para defender la jurisdicción especial, el uribismo aprovecharía esta derrota a su favor y la usaría para buscar las mayorías en el Congreso. Pero en caso de que la asistencia fuera masiva se marcaría un hito, los defensores del proceso de paz demostrarían su fuerza y enviarían un mensaje potente a un gobierno que ha demostrado que quiere cambios de fondo en la JEP. Ninguna de las dos cosas ocurrió.
La lluvia no logró ahogar la manifestación, pero fue un mal preludio. Sin embargo, desde el Planetario y desde la plaza de las Nieves -en donde convocó Gustavo Petro- salió la manifestación. Atravesaron la emblemática carrera Séptima hasta llegar a la plaza de Bolívar. Allí debían pasar la prueba de fuego. Había una tarima, sonido, y un gran espacio para llenar. Hacia las siete de la noche la afluencia de gente se empezó a notar con más claridad, pero también empezaron a rotar fotografías en redes sociales que mostraban la plaza casi vacía. Al final de la manifestación se vio a miles de ciudadanos con luces y banderas pidiendo paz, pero la plaza de Bolívar no tuvo un lleno total, aunque estuvo cerca.
Foto Esteban Vega / SEMANA
Se contrapusieron dos mensajes, como en las épocas de 2016 en el plebiscito por la paz el Sí y el No volvieron a las calles y a las redes sociales. El mensaje del No, que tiene su fuerza en el uribismo, fue potente y fácil de recordar: No marcho por violadores ni depravados. Esto en referencia a que la JEP juzgará los delitos sexuales que tengan relación directa o indirecta con el conflicto, y el presidente Iván Duque pide que estos delitos vayan a la justicia ordinaria. Con esto se ahorraron la explicación del argumento de la objeción, simplificaron el mensaje y condenaron moralmente a quienes decidieran marchar. Lograron ser tendencia en redes sociales y mantenerse durante casi todo el día.
Foto Esteban Vega / SEMANA
Por el lado del Sí el mensaje era más complejo de dar. La justicia transicional creada en el acuerdo de paz ha sido uno de los temas más difíciles de explicar, es complejo y el grueso de la población no sabría decir a profundidad qué hace la JEP, pero probablemente sí podría repetir algunas de sus críticas más sonadas. Por eso, la convocatoria unificó el mensaje alrededor de la etiqueta #HoyMarchoPorLaPaz. De esta manera se expresó el rechazo a las objeciones a la ley estatutaria -la reglamentación de la JEP- y envió un mensaje a favor de la implementación del acuerdo. El mensaje "no más guerra, sí a la paz" era más efectivo. También logró llevarlo a las redes, ser tendencia, aunque menos tiempo que el de los uribistas.
Foto Esteban Vega / SEMANA
La tarima estuvo de cara al Palacio de Justicia y de espaldas al Congreso. Se puede decir que esa es la esperanza que tiene la oposición, que la Corte Constitucional rechace las objeciones por no considerarlas basadas en razones de inconveniencia sino de inconstitucionalidad, es decir, que como pidió el presidente de la Cámara de Representantes, Alejandro Carlos Chacón, se declare "cosa juzgada constitucional" y se determine que el Congreso no tiene competencia para discutir las objeciones.
Pero mientras la Corte Constitucional decide si se pronuncia o no y en cuál sentido lo hace, en el Congreso el trámite continuará. Este martes se iniciará el análisis de los seis artículos que Duque decidió objetar. En la Cámara ya fue designada la comisión accidental que estudiará las objeciones y proponer una decisión a adoptar en la plenaria. Chacón le apostó a una comisión variopinta, incluyó al Centro Democrático, al Partido Conservador y a La U, que son de gobierno, así como a partidos independientes como Cambio Radical, y de oposición como Alianza Verde y Decentes. Sin embargo, fue estratégico en escoger los representantes porque optó por quienes defienden la JEP, aunque su partido no lo haga del todo, como en el caso de Cambio Radical. Así es como Chacón garantizó en la comisión accidental mayoría en contra de las objeciones. Por el lado del Senado será distinto, el presidente Ernesto Macías, no será tan plural en su elección, así que se espera que escoja a senadores que apoyan al Gobierno.
Más allá de eso los jóvenes fueron protagonistas, estuvieron encargados de la logística, convocaron, pidieron los permisos para realizar la marcha y una vez en tarima propusieron al Congreso hacer un pacto por la paz. Se trata de cuatro cláusulas que tienen como idea principal que no se aprueben las objeciones a la ley estatutaria, pero que además les piden a los parlamentarios comprometerse con la implementación y construcción de paz "como política de Estado".
Foto Esteban Vega / SEMANA
Otro actor fundamental en la marcha fue la Farc. Ya como partido político, su presencia pretendía también enviar un mensaje a sus bases que temen por el proceso de paz -así como ellos- y que se sienten en medio de una incertidumbre creciente. "Que no se tire la paz, es mi mensaje para Duque. Se puede pensar que se esté consolidando el delito de perfidia, si destruyen la JEP estarían confirmando que nos engañaron. La JEP es la espina dorsal de la paz, es la verdad para las víctimas, es la justicia para todos. No es un pacto de impunidad, es la oportunidad de que todos los colombianos conozcamos la verdad del conflicto, completa, no la verdad que Uribe quiere que el país conozca. En realidad este problema de las objeciones lo armó fue Uribe. Duque solo le está cumpliendo un mandado a Uribe, pero Uribe está callado ahora, que salga, que dé la cara y que no se tire la paz", dijo a SEMANA el senador Pablo Catatumbo.
La marcha a favor de la JEP es el preludio del debate. Envía varios mensajes, el primero de ellos es que hay una sociedad activa que defiende la implementación de los acuerdos y que, aunque el uribismo ganó las elecciones, también tiene un rol activo. El segundo es para la comunidad internacional, que le ha apostado a defender la JEP, y que puede ver que en Colombia también existe esta defensa. El tercero, es para la oposición: verdes, miembros del Polo, Decentes y liberales disidentes marcharon juntos. Sin embargo, hubo problemas y tensiones que se ventilaron en público y que afectaron la convocatoria. Falta ver qué tanta incidencia tendrán las marchas en las calles sobre el debate en el Congreso.