Elección de procurador: a barajar de nuevo

Desde cuando fueron postulados por el Consejo de Estado y la Corte Suprema de Justicia, el exministro Fernando Carrillo y el ex vicefiscal Jorge Fernando Perdomo no tardaron un minuto en iniciar su campaña por la Procuraduría General de la Nación. La semana pasada, antes de que se conociera el nombre del candidato del presidente de la República, ambos le madrugaron a la contienda y se aparecieron en el capitolio para empezar a sumar los votos del Senado, encargado de la elección.

Mientras Carrillo inició sus contactos bancada por bancada, Perdomo ha preferido instalar su despacho en la sede social del recinto del Senado, y allí los aborda uno por uno. Este miércoles se le vio con Bernabé Celis, de Cambio Radical, y con Maritza Martínez, del Partido de la U.

Carrillo es favorito por haber sido ministro del Interior del actual gobierno, por su condición de liberal y porque para muchos podría ser una garantía en el Ministerio Público, no sólo para el posconflicto, también para asuntos tan controvertidos como los relacionados con los derechos de los LGTBI, el aborto y la eutanasia. Ese giro ideológico que él representaría en la Procuraduría les cae bien a muchos. Se sabe que aunque no fue ternado por la Casa de Nariño, cuenta con su respaldo.

Perdomo tiene muchos amigos en el Senado, algunos son paisanos y lo respaldan hasta el final. Pero también tiene contradictores. Por ejemplo, se da por descontado que no tendrá uno solo de los 20 votos del Centro Democrático, quienes lo acusaron de “persecución política” como vicefiscal de Eduardo Montealegre.

Los últimos días, le han hecho daño las polémicas que ha suscitado su nombre referentes a los contratos que pudo dar a familiares de magistrados cuando era fiscal y a la supuesta pelea que tuvo con un concejal. Aunque él ha explicado ambas situaciones, las reservas han calado en una parte de la opinión pública.

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Por lo menos hasta la semana pasada, en el Partido de la U y el Liberal parecía definido el voto a favor de Carrillo. Pero las cosas cambiaron y ahora, en estas dos bancadas, hay división frente a estos dos nombres. Ambos partidos decidieron votar en conjunto y mediante una elección interna (que debía ser esta semana), escoger al candidato.

Pero todo cambió desde el pasado viernes, cuando el presidente Juan Manuel Santos nominó a la abogada María Mercedes López. Parecía que su postulación sería un puro contentillo para ella, que ya había sido postulada por el presidente hace cuatro años, y para el Partido Conservador, con el que se identifica la exmagistrada.

Por ahora parece que no es así. Tres días después, María Mercedes López recibió el apoyo de toda la bancada de senadores del Partido Conservador, 18 en total, respaldo que la pone con un amplio margen de maniobra, más aún cuando el presidente del Senado, Mauricio Lizcano, confirmó que la elección de procurador no se adelantará antes del mes de noviembre. Es decir, una vez haya pasado la campaña del plebiscito que ha dejado la impresión de que existen algunos compromisos burocráticos entre las diferentes casas políticas.

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Los senadores Efraín Cepeda y Luis Emilio Sierra, así como el representante David Barguil, presiente del partido, fueron los conservadores que anunciaron públicamente el respaldo. “Es una gran oportunidad para escoger una mujer muy capaz en la Procuraduría”, dijo Barguil. “No hay ninguna división, el apoyo es unánime”, insistió Sierra.

El Centro Democrático, como lo ha hecho en elecciones pasadas, podría hacer alianza con los conservadores y respaldar a María Mercedes López. Pero este partido, que tendrá capacidad de decisión, esperará a último momento y definiría entre quien pueda derrotar a Perdomo.

Cambio Radical definirá su posición en los próximos días, pues quedaron un poco en el limbo cuando Eduardo Pizano le pidió al presidente no ser ternado.

El senador Antonio Navarro, de Alianza Verde, dijo que la terna de candidatos es de la mayor calidad y que la decisión para el partido va a ser bastante difícil.

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Opción Ciudadana cuenta con cinco votos, que no son despreciables por ninguno de los candidatos. El Polo Democrático también cuenta con cinco votos, y para el partido es prematura la decisión.

Con estos movimientos la exmagistrada comienza bien su campaña, pero hay un hecho que podría complicarle lo que viene. En diferentes espacios ha venido corriendo la tesis de que ella se encontraría inhabilitada para ejercer el cargo.

La razón sería que la Reforma de Equilibrio de Poderes aprobada el año pasado prohíbe lo que se denomina “puerta giratoria”. Es decir, que un funcionario pase de un cargo inmediatamente al siguiente. Por eso, ese acto legislativo estableció el plazo de un año para que un magistrado pudiera aspirar a otro puesto. López dejó de ser magistrada el pasado mes de diciembre y no ha cumplido ese año.

Sin embargo, existe otra tesis jurídica que la favorecería y es que en el artículo 126 de la Constitución, en la que se encuentra esa prohibición, se mencionan los cargos de varios altos funcionarios, pero no el de magistrado del Consejo Superior de la Judicatura que ella ejercía. Quienes sostienen esta visión aseguran que las inhabilidades son taxativas.

El argumento tiene un revés y es que la razón por la cual no se encuentra ese cargo mencionado es porque la misma reforma había eliminado el Consejo Superior de la Judicatura. La Corte Constitucional lo revivió en un polémico fallo hace unos meses.

El mismo alto tribunal regló el tema cuando hace unos meses excluyó de la contienda para registrador a los exmagistrados del Consejo Superior de la Judicatura. En un concepto que fue votado unánimemente por la sala plena quedó claro que ese organismo no podía quedar por fuera de la prohibición de la puerta giratoria. Sin embargo, como muchas de las discusiones del derecho, este es un problema en el que la interpretación tendrá mucho peso.

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Queda más de un mes de campaña en el capitolio y, por ahora, los candidatos tienen las mismas posibilidades. Las cartas se han vuelto a barajar.