POLÍTICA

Marta Lucía Ramírez e Iván Duque serán fórmula en las presidenciales

Andrés Pastrana le confirmó a SEMANA que solo faltan por definir los roles sobre quién buscará la Presidencia y la Vicepresidencia. Alejandro Ordóñez queda por fuera de esta alianza. La derecha decanta sus fuerzas para 2018.

18 de diciembre de 2017
| Foto: Fotomontaje Semana

Durante los últimos días de este 2017 se están produciendo movimientos y reacomodamiento de fuerzas políticas para enfrentar las elecciones de Congreso (marzo) y de Presidencia (mayo) del próximo año, y en muchos casos se están dando algunas sorpresas. Claro que este es un proceso natural en un momento preelectoral como el que vive el país y ayuda a decantar el panorama entre las tendencias ideológicas de izquierda y de derecha que toman relevancia.

Y, precisamente, esto es lo que justo ahora está sucediendo en las huestes más conservadoras del país, entre los partidos que el ciudadano de a pie suele identificar con los sectores de derecha. Aquí, en este escenario, ya hay tres aspirantes: Marta Lucía Ramírez y Alejandro Ordóñez, por firmas, e Iván Duque, por el uribista Centro Democrático.

Entre ellos se ha hablado de explorar una fórmula para unirse y, de ser posible, enfrentar la primera vuelta presidencial juntos para así poder asegurarse un cupo en la segunda ronda de votación que, de darse, sería en junio. Para avanzar en este punto se nombraron compromisarios de las tres campañas, pero la voz líder la tienen el expresidente y senador Álvaro Uribe, jefe del Centro Democrático, y el expresidente conservador Andrés Pastrana.

Lo que ya quedó prácticamente definido en este grupo es que entre los candidatos de Uribe -Iván Duque- y de Pastrana -Marta Lucía- se optará por una fórmula que, entre ellos dos, lleve al uno a disputar a la Presidencia y al otro a apoyarlo desde la fórmula vicepresidencial. Esto ya está tan avanzado que, de acuerdo con varias consultas hechas por esta revista, solo falta por definir el mecanismo (encuesta, consulta o consenso) para materializarlo.

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Es un acuerdo directo entre estas dos tendencias de derecha para que quien quede disputando la jefatura del Estado sea apoyado por la otra persona, evitando así que haya heridas abiertas que puedan golpear la alianza que vienen impulsando Pastrana y Uribe para emular la campaña por el NO que se impuso hace un año en la votación del plebiscito por la paz.

"Lo ideal, y lo que se ha venido hablando, es que el que gane de acuerdo con la fórmula que se escoja sea el presidente y el otro el vicepresidente, porque esto afianzaría la alianza", le confirmó Pastrana a SEMANA. Así las cosas, es casi fijo que en el tarjetón de las presidenciales del 27 de mayo próximo se verá la llave Ramírez-Duque, pero aún falta por definir el rol que desempeñarán.

Las últimas encuestas le han dado una mayor ventaja a Duque sobre Ramírez, y más ahora que se confirmó dentro de su partido, el Centro Democrático, como candidato presidencial tras derrotar -precisamente a través de estudios de opinión- a Paloma Valencia, María del Rosario Guerra, Rafael Nieto y a Carlos Holmes Trujillo. Y, sin lugar a dudas, ir a todas partes de la mano de Uribe le da mayor potencia electoral.

Claro está que Ramírez, quien en las presidenciales de 2014 y con varios factores adversos, logró obtener en las urnas poco más de 2 millones de votos, demostró que quiere y puede dar la pelea por un cupo en la elección por llegar a la Casa de Nariño. Y aunque en las últimas encuestas, las que miden la intención de voto para 2018, aún no ha despegado con fuerza, ha dicho que se mide a cualquier mecanismo para definir un candidato único.

¿Y Ordóñez?

Lo cierto es que solo faltan unos detalles mínimos para concretar los roles que cada quien jugará en la fórmula Duque-Ramírez, por lo que esta llave es casi fijo que la verán los electores en los tarjetones de mayo. Y, de esa manera, el que queda excluido es el exprocurador Alejandro Ordóñez.

Cuando nació la alianza entre Uribe y Pastrana se invitó a participar a Ordóñez, quien presentó poco más de 2 millones de firmas a la Registraduría para avalar su candidatura presidencial. De hecho, el expresidente conservador le propuso que buscara un mecanismo con Ramírez para que alguno de los dos, desde ya, fuera a hacer fórmula directa con el aspirante del uribismo.

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Esta revista supo por varias fuentes que Ordóñez declinó la propuesta con el argumento de preferir seguir su camino de manera independiente y buscar entre conservadores, uribistas y otras tendencias de derecha (incluyendo sectores católicos) los votos necesarios para abrirse un cupo en el panorama presidencial. Es por eso que -como estrategia- se le ha visto en algunas disputas públicas con la misma Ramírez y con senadores del Centro Democrático como Paloma Valencia. Han sido discusiones de mucha tensión y con alta dosis de ironía.

Y, por otro lado, ha mantenido contactos con las instituciones conservadoras. Su presidente, Hernán Andrade, confirmó que "él ha estado cerca al Partido Conservador y dialogando con las directivas". Lo que no se sabe aún es qué efectos se deriven de este proceso, tanto con azules como con los uribistas más radicales de derecha, que también los hay.

Con todo esto queda claro que la derecha colombiana también comenzó su proceso de decantamiento interno para enfrentar -si es posible con unidad- las presidenciales de mayo próximo, radicalizando su discurso contra el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos y, por supuesto, alertando por lo que consideran son los riesgos de que la izquierda avance. La fórmula Duque-Ramírez, que estará definida a principios de 2018, demuestra que quiere organizarse para buscar la Casa de Nariño. Ya el electorado dará su veredicto en las urnas.