NACIÓN
Más de 10 muertos y varias familias desplazadas dejan combates entre grupos criminales en zona limítrofe de Caquetá y Putumayo
El Comité Internacional de la Cruz Roja logró recuperar siete cuerpos.
Bajo fuego han quedado decenas de familias que residen en la frontera entre el departamento del Caquetá y Putumayo, debido a los constantes enfrentamientos entre grupos armados. La situación es tan preocupante que, presuntamente, algunas zonas se estarían convirtiendo en fosas comunes.
El hecho se registra, desde hace varios días, en las veredas La Estrella y 4 de octubre; allí, el grupo denominado Comandos de Frontera y el frente Carolina Ramírez de las disidencias de las Farc adscrito al Estado Mayor (liderado por alias Iván Mordisco) se estarían enfrentando por el control de los territorios.
De acuerdo con la denuncia hecha por la comunidad, el cruce de disparos, principalmente de ráfagas de fusil, ha cobrado la vida de aproximadamente 15 personas, incluidos menores de edad; sin embargo, la cifra podría ser mucho más alta, teniendo en cuenta que algunos heridos son llevados a zona montañosa y no vuelven a aparecer.
“Uno ve que ellos (los armados) cogen a los que dicen ser su gente y se los llevan pa’l monte. A muchos se los llevan heridos y uno no los vuelve a ver y hay familiares de ellos que nos cuentan que después les llegan los comandantes y les dicen que no los vuelvan a buscar, que están enterrados en tal o cual parte”, le dijo a El Colombiano Jairo, un habitante de Puerto Guzmán (Putumayo).
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En imágenes y videos compartidos en redes sociales por las comunidades, se observan cuerpos tendidos en pastizales con múltiples impactos de bala. Los lugareños, en la medida de sus posibilidades, han tenido que trasladar ellos mismos los cadáveres hasta la orilla del río para que desde allí sean llevados a Medicina Legal.
En otros casos, según denuncian, las víctimas han sido llevadas a Puerto Piro, al sur del Caquetá, y allí han sido enterrados.
Una de las víctimas fue identificada por las autoridades como Jhonatan Guzmán Rodríguez. Él era oriundo del municipio de El Paujíl y su cuerpo permanece en la morgue de Mocoa (Putumayo).
Ante esta violenta situación, el Comité Internacional de la Cruz Roja (Cicr) realizó una labor humanitaria y logró recuperar siete cuerpos, los cuales fueron entregados a las autoridades competentes del departamento de Caquetá para su posterior identificación.
“La dignidad de una persona no acaba con la muerte; tampoco acaban los lazos que les unen a sus seres queridos. Por eso, realizamos la labor estrictamente humanitaria de recuperar y trasladar los cuerpos de estas personas fallecidas para que sus familias puedan recibirlos y darles sepultura digna. Cuando ocurre lo contrario y una familia no conoce la suerte o paradero de su ser querido, o no logra recuperar su cuerpo, este se convierte en una persona desaparecida, lo que genera profunda incertidumbre y una angustia inacabable para sus familiares”, dijo Hugo Fiz Palacios, jefe de la Subdelegación del Cicr en Florencia.
Así mismo, la Cicr hizo un llamado a los grupos armados para que no desaparezcan los cuerpos; al tiempo, la entidad les pidió a las autoridades reforzar la seguridad en estos territorios y brindarles garantías a los ciudadanos que han quedado en medio de los combates.
“Instamos a los actores armados a tomar las medidas necesarias para prevenir la desaparición de personas, como permitir contacto entre familias y, en caso de que se trate de una persona fallecida, hacer una gestión adecuada de cadáveres y permitir que los familiares sepan la suerte y el paradero de sus seres queridos. Insistimos en la importancia de que el Estado fortalezca su capacidad institucional para brindar una respuesta integral a las personas afectadas por los conflictos armados”, agregó Hugo Fiz Palacios.