Masacre en Ábrego: ofrecen 50 millones de pesos por información sobre los responsables

En un billar de la vereda Oropoma, ubicada en la vía que comunica a los municipios de Ocaña y Ábrego, las personas están conmovidas tras un ataque desmedido cometido por dos hombres armados contra diez personas que se encontraban en el lugar.

De inmediato se reportó la muerte de cuatro, seis más fueron trasladados a centros médicos, pero uno de ellos tenía heridas graves y murió, lo que aumentó el número de fallecidos a cinco.

Tras la masacre perpetrada en esa región del país, las autoridades tuvieron un consejo extraordinario de seguridad celebrado en Ocaña, en el que participaron Ejército, Policía, Fiscalía y el Ministerio de Defensa.

Ante esto y para avanzar con la captura de los responsables, el ministro de Defensa, Diego Molano, anunció una recompensa de hasta 50 millones de pesos a quien suministre información que facilite la captura de los autores del crimen.

Asimismo, el Ministerio de Defensa señaló que para brindar más tranquilidad a los habitantes de la región, “se dispondrá de patrullajes conjuntos y coordinados entre el Ejército y la Policía Nacional, especialmente en la vía que conduce de Ocaña, Ábrego y la Playa de Belén”.

La Policía Nacional, según el funcionario, dispondrá de forma inmediata el despliegue de la unidad especial de identificación, ubicación y judicialización de perpetradores de homicidios colectivos, quienes en coordinación con el Cuerpo Técnico de Identificación (CTI) desarrollarán las actividades para el esclarecimiento de los homicidios.

Vale mencionar que el municipio de Ábrego queda ubicado en el corazón del Catatumbo, una de las zonas en las que se concentra el negocio ilegal del narcotráfico en todos sus eslabones de la cadena: cultivo, producción y tráfico por rutas de Venezuela. Detrás de este negocio hay un enfrentamiento, en esta zona en particular, entre el ELN, Los Pelusos y las disidencias del frente 33 de la Farc.

Por su parte, el coronel Carlos Martínez, comandante Departamento de Policía Norte de Santander, explicó que “recibimos información que, en un billar ubicado en el sector rural, en la vía que conduce del municipio de Ábrego al municipio de Playa de Belén, cerca a la vereda Capinal Largo, varias personas habrían resultado heridas, víctimas de una agresión con armas de fuego. El Ejército y la Policía se trasladan a la zona encontrando, en un billar de dicha vereda, cuatro personas fallecidas”.

De acuerdo con información de la ONG, Indepaz, que se dedica a hacer seguimiento al conflicto, en especial a las masacre y asesinato de líderes sociales, esta sería la masacre 16 ocurrida en el país en lo que va de 2021.

La Defensoría del Pueblo también ha emitido alertas tempranas que advierten de un confinamiento de las personas en algunas regiones, las presiones de los grupos armados relacionadas con el tráfico de drogas, y la presencia de diferentes organizaciones ilegales que se encuentran en guerra por el dominio de los cultivos, las rutas y el control del territorio.

Hace pocos días, las autoridades anunciaron la captura de Esteban Arango Restrepo, alias el Viejo, y de Juan Carlos Serna Vélez, alias Ratoncel, quienes serían los responsables de la masacre de cinco campesinos en zona rural del municipio de Andes, en el suroeste de Antioquia, el pasado 16 de febrero.

En un tuit, el general Juvenal Díaz Mateus, comandante de la Séptima División del Ejército, dijo: “Capturamos en Andes, Antioquia, a alias Ratoncel, uno de los responsables de la masacre de cinco campesinos hace una semana en este municipio. Este bandido tiene además, orden de captura por concierto para delinquir, porte ilegal de armas y homicidio agravado. Todos caen”.

Ya las autoridades habían ofrecido hasta 100 millones de pesos para quien brindara información sobre el paradero de los presuntos responsables de la masacre. Vale decir que el suroeste antioqueño se ha visto envuelto en una guerra entre facciones urbanas de los Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) y combos delincuenciales de Medellín que buscan quedarse con las rentas ilegales del microtráfico y la extorsión.