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Masacre en Buga: Juan Pablo Marín, una de las víctimas, en doloroso relato de su madre
Gabriela Pérez, madre de Juan Pablo Marín Pérez, una de las víctimas de la masacre en Buga, habló con Vicky en SEMANA.
Gabriela Pérez, madre de Juan Pablo Marín Pérez, habló con Vicky en SEMANA de la masacre registrada este fin de semana en Buga (Valle del Cauca) y en la cual fue asesinado Juan Pablo Marín, su hijo. De acuerdo con el reporte de policía, la agresión se produjo en una finca a la que llegaron hombres armados preguntando por el hijo del dueño del lugar. Luego los presuntos sicarios dispararon contra las personas presentes y asesinaron a cinco jóvenes que departían.
“No sé qué pasó. Son sus amigos de toda la vida, de infancia, del jardín, y no salían a discotecas, a bar, se reunían en la finca de Jacobo a departir y lo que me dicen es que llegaron unos hombres armados, dispararon y mi muchacho cayó ahí. Mi hijo estudió en el colegio y se graduó el año pasado de bachiller, él tenía su proyecto de estudiar Derecho. Había hecho el primer semestre en la Universidad Santiago de Cali, por la pandemia, y se quería trasladar para Medellín porque allí está su novia. Ya teníamos sus pasajes completos, para que se fuera a vivir a Medellín”, agregó.
Vea la entrevista en Vicky en SEMANA
De acuerdo con su relato, se reunían con ellos cada año y en esta ocasión con motivo de despedir, precisamente, a su hijo, quien emprendería una vida en pareja junto a su novia, con la que llevaba dos años y medio, y en un nuevo claustro universitario en Medellín. “Yo soy odontóloga hace 23 años y el papá, somos separados, es independiente. Todos somos gente de bien y los conozco (a los padres de los demás muchachos víctimas) de toda la vida”, agregó.
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Según dijo, recibió una llamada en la que le decían que su hijo estaba “impactado”, pero ella no sabía a qué hacía énfasis tal mención. En ese momento le pidieron dirigirse a un hospital, donde un médico le dijo que su menor llegó sin signos vitales. “No he hablado con nadie, llegué al hospital y eso fue una pesadilla”, agregó, al indicar que no tiene ciencia cierta de cómo sacaron a su hijo de la finca.
Alegre, extrovertido, de buen humor, con ganas de seguir estudiando derecho. Así lo describe su madre. “Quería ser el mejor abogado de Colombia, con muchos proyectos que tienen los jóvenes con su novia. Los otros muchachos iban a estudiar. Creo que Jacobo estuvo en intercambio en Canadá, todos tenían proyectos universitarios”.
De acuerdo con Gabriela Pérez, “ellos llevaban años reuniéndose con los mismos amigos. Para mí era tranquilidad que él estuviera en la casa de ellos, entonces nunca había nada raro. Estaban solos los niños en la piscina y los papás de los niños creo que estaban dentro de la casa”.
Tras la masacre, policías y militares de unidades especializadas en la lucha contra el secuestro y la extorsión, así como fiscales, se dirigieron al lugar “para dar con los responsables de este atroz crimen”, según indicó el genral Eduardo Zapateiro, comandante del Ejército. Las autoridades no han ofrecido más información sobre los motivos del ataque o la identidad de los agresores.
Numerosas bandas y grupos armados se disputan el control de rutas de narcotráfico y sembradíos de hoja de coca y marihuana en el Valle del Cauca, así como de plazas de microtráfico y cobro de extorsiones. Según el observatorio Indepaz, esta es la sexta masacre – o asesinato de al menos tres personas en un mismo evento – ocurrida en lo que va de 2021.
El año pasado Colombia enfrentó la mayor arremetida de grupos armados que se financian del narcotráfico y la minería ilegal desde la firma de la paz con la guerrilla Farc en 2016. Indepaz registró 91 masacres en 2020, que dejaron 381 muertos. Pese al acuerdo con las Farc, aún persiste en el país un conflicto que en casi seis décadas ha enfrentado a guerrillas, agentes del Estado, paramilitares y narcotraficantes, con un saldo de más de nueve millones de víctimas, entre fallecidos, desaparecidos y desplazados.