La exguerrillera Marilú Ramírez, alias Mata Hari, en el programa Vicky en Semana Foto: SEMANA | Foto: SEMANA

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La Mata Hari les dice de frente a víctimas de carro bomba que arrepentirse “no sería consecuente”

Tras recibir amnistía por parte de la JEP, la exguerrillera Marilú Ramírez, pieza clave en el ataque terrorista contra la Escuela Superior de Guerra en 2006, habló cara a cara con dos militares víctimas.

3 de marzo de 2020

Luego de que la Sala de Amnistía e Indulto de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) concediera la amnistía a la exguerrillera Marilú Ramírez, en entrevista con Vicky en Semana, la ‘Mata Hari’ de las Farc habló cara a cara con dos militares víctimas del atentado perpetrado por esa guerrilla en la Escuela Superior de Guerra el 19 de octubre de 2006, catalogado por ese tribunal como un "acto válido de guerra". 

Ramírez tuvo un papel fundamental en ese atentado terrorista que, tras la explosión de una camioneta Ford al interior del complejo educativo, dejó heridas a 23 personas. Dos de esas víctimas, ex altos oficiales del Ejército, acudieron a la entrevista para escuchar a la ‘Mata Hari’ y expresar su rechazo al polémico fallo de la JEP.

Un coronel retirado del Ejército contó las secuelas físicas que le dejó la explosión del carro bomba. “Tengo esquirlas desde la cabeza hasta los pies, una afectación severa en una mano, en el oído izquierdo no escucho prácticamente nada y en la espalda tengo cirugías de reconstrucción”, dijo el exuniformado, quien prefirió no revelar su identidad ante las cámaras.

Aseguró también haber perdonado “de corazón” y no guardar resentimientos contra la guerrilla. Sin embargo, admitió sentirse “defraudado” con el fallo de la JEP, que dice que el ataque se enmarcó en el Derecho Internacional Humanitario y, con base en esa decisión, les quitó la calidad de víctimas a la Escuela Superior de Guerra y a los militares que resultaron heridos. 

“Nos sentimos preocupados, tristes y defraudados, porque desde el proceso penal de 2007 traemos la condición de víctimas, tanto los militares como los civiles (…) Nos deja con una preocupación muy grande. ¿Qué va a pasar con las demás víctimas militares que se dieron en 60 años?”, agregó el coronel. 

Por su parte, si bien Ramírez agradeció el gesto del militar en retiro y dijo que el ejemplo de perdón y reconciliación hacía que todo el proceso de paz valiera la pena, también expresó que arrepentirse “no sería consecuente”. 

“Mi labor dentro de las Farc en todo momento fue el proceso de inteligencia. Reitero que nunca debió haber pasado, (pero) decir que me arrepiento de lo que hice no sería consecuente con mi labor dentro de las Farc. Esta es ya otra etapa, hoy sabemos que ninguno de los que estamos en este lado del proceso, los que estamos sentados y dispuestos, independiente de la falta de garantías o de que algunos hemos tenido que pagar y otros no, independiente de eso, siempre estamos dispuestos a que esto no se repita”, afirmó.