EDUCACIÓN

"Mi mayor orgullo es ser egresado de una universidad pública"

Egresados de instituciones estatales exitosos en sus campos profesionales afirman que haber estudiado allí les cambió la vida. Ingresar es casi un privilegio por lo que sus graduados lo ven como un verdadero honor. Ahora, apoyan que se les den más recursos para que más jóvenes puedan acceder a estas.

10 de octubre de 2018
"Me siento muy orgulloso de ser egresado de la Nacional por la sensibilidad social que despertó en mi" | Foto: Fotomontaje Semana

Uno de los días más felices en la vida de Julián de Zubiría, pedagogo y director del Instituto Alberto Merani, sucedió cuando le dieron la noticia de que había sido admitido para estudiar en la Universidad Nacional de Colombia.

Su emoción sigue intacta y se refleja en su rostro y su voz cuando cuenta esa parte de su historia. 

"Otro de los días más felices fue cuando culminé mis estudios", afirmó este economista y pedagogo, quien aseveró que haber estudiado en una universidad pública le cambió la vida de manera profunda. 

Julián de Zubiría

"De un lado me ayudó a desarrollar mi pensamiento crítico, gracias a que pude contar con los mejores docentes en economía de la época. También fortaleció mis competencias investigativas, pues es una universidad con altísimos estándares a nivel de investigación. Además, a nivel social me ayudó a atender que el proyecto de vida de un joven tenía que hacerse no solo pensando en él, sino también en el país",  apuntó. 

Para De Zubiría las universidades públicas han reunido, tal vez, a los que son, fueron y seguirán siendo los mejores del país. 

"Me siento muy orgulloso de ser egresado de la Nacional por la sensibilidad social que despertó en mi; creo sinceramente que eso le hace falta al país, jóvenes más sensibles con los problemas de los otros", recalcó. 

Opinión que comparte, Marcela Portocarrero, consultora de Recursos Naturales del Banco Mundial, quien aseguró que haber escogido a la universidad pública sobre la privada fue la mejor decisión que ha tomado hasta ahora. 

"Siento que me dio una formación integral y no solamente académica; creo que escogí un programa muy completo que me permitió conocer el país, viajar y observar la realidad de mi territorio, de las comunidades y salir de la burbuja que es Bogotá. Me mostró un mundo real, a Colombia, a su gente y sus regiones", dijo. 

Marcela Portocarrero

Esta bióloga de la Universidad Nacional considera que a nivel académico salió muy bien preparada, gracias a la calidad de sus docentes. "La universidad pública es una fiel representación del país", comentó. 

Por su parte, el cineasta Ciro Guerra, quien cursó sus estudios de Cine y Televisión en la Universidad Nacional de Colombia, indicó que estudiar en una institución superior no debería ser un privilegio. 

"No lo veo como motivo de orgullo. Nadie presume de su acceso al agua potable o al aire. Es un derecho básico, que nos pertenece y del que nos beneficiamos todos", apuntó Guerra, quien cree que invertir en su gente es la apuesta más inteligente que puede hacer cualquier gobierno.  

Ciro Guerra
"Es, literalmente, la construcción del futuro. La mayoría de colombianos no tienen acceso a ningún tipo de educación superior y es responsabilidad de cualquier Estado que se diga a sí mismo moderno, garantizar ese acceso a la mayor cantidad de personas.  No es algo en lo que se pueda escatimar; la ignorancia, en el largo plazo, es muchísimo más costosa para la sociedad que la mejor educación. Hacen falta recursos", expresó. 

Idea con la que concuerda el caricaturista Julio César González, más conocido como Matador, quien cree que uno de los componentes para tener un país verdaderamente en paz se basa en tener un sistema educativo público fuerte. 

"La universidad pública cumple un rol fundamental para que un país  avance en cuanto a investigación e infraestructura. Colombia tiene gente muy brillante e inteligente, solo que no tienen esas oportunidades para que esas competencias florezcan, por lo que la educación pública es un semillero de mentes y un laboratorio de paz", puntualizó. 

A su turno, el atleta Paulo César Villar Nieto, abogado de la Universidad del Atlántico y actual presidente de la Comisión de Atletas del Comité Olímpico Colombiano, afirmó que de no existir la educación pública no habría podido superarse académicamente. 

"Si yo no hubiese tenido la posibilidad de ingresar a la universidad pública, simplemente no hubiera tenido acceso a la educación superior porque mis papás no tenían las condiciones de pagar los costos de una matrícula y demás gastos que conlleva una institución privada. La Universidad del Atlántico me dio la oportunidad de tener una beca como atleta por los 5 años que duró la carrera", declaró Villar para quien es necesario desarrollar una verdadera política pública de fianciación de la universidad estatal.
 
Entre tanto, para el senador Iván Marulanda Gómez, economista de la Universidad de Antioquia, la educación pública es un patrimonio social. 

"Para mí fue una experiencia extraordinaria haber pasado por la universidad pública porque allá te encuentras con compañeros de todos los sectores sociales, culturas y regiones, y eso te permite formar en medio de todos los valores que encarnan las personas: sus distintas maneras de pensar, expectativas y propuestas", mencionó. 


Iván Marulanda

El congresista afirmó que en este tipo de planteles existen además, debates muy profundos, ideológicos y de interpretación de las realidades sociales que enriquecen mucho el aprendizaje. 

"Estas instituciones te permiten estudiar teniendo recursos económicos limitados y eso es fundamental. Yo vengo de una familia de 11 hermanos y todos pudimos estudiar, pero si no hubiera sido por la universidad pública seguramente no todos hubiésemos logrado pasar por la academia", indicó. 

Adicionalmente, Marulanda considera que desde la universidad pública los problemas de las profesiones se observan desde una perspectiva muy distinta a como los ven los estudiantes de las instituciones privadas. 

"Te permite conocer las perspectivas y los ángulos a partir de cada realidad social, del contexto", expuso el senador. 

"Si yo volviera a estudiar, si tuviera esa oportunidad, no dudaría en buscar una universidad pública nuevamente", expresó. 
El ministro de Vivienda, Ciudad y Territorio, Jonathan Malagón, es otro orgulloso egresado de la Universidad Nacional de Colombia. De Malagón se sabe que en su paso por la universidad fue uno de los estudiantes destacados: obtuvo el primer lugar en los exámenes de admisión y así ingresó al pregrado de Economía. Y entre los diversos aprendizajes que le dejó su paso por la educación pública fue el camino de la investigación. 
"No solamente recibí una educación de la más alta calidad, sino que me abrieron las puertas de la investigación a muy temprana edad. La universidad pública es ese espacio donde ocurren tres maravillosas coincidencias. Primero, conviven todos los enfoques, todas las regiones y todas las procedencias. Segundo, se fomenta la investigación a gran escala y entendida como un bien público. Finalmente, se materializa esa, muchas veces esquiva, ilusión de movilidad social que tanto demanda un país como el nuestro", expresó.

Ministro de Vivienda Jonathan Malagón. Foto: cortesía.

Y el ambientalista Carlos Lozano Acosta, agresado de la Universidad Nacional, aseguró que la primera vez que entró a las instalaciones de esa institución se impresionó por la belleza simple y su blanca arquitectura.

Carlos Lozano Acosta
"Años después me emocionó saber que el campus tiene forma de búho, en alusión al conocimiento. Para mí, la Nacional es sinónimo de cultura, activismo, debate, compromiso, ciencia, innovación, movilidad social e historia. La educación pública me cambió la vida, pero sobre todo, es un proyecto de país y patrimonio de todos los colombianos", concluyó. 

Finalmente, Francisco Acuña, magistrado de la Corte Suprema de Justicia, dijo que uno de sus grandes orgullos fue graduarse de la Universidad Nacional. 
"La formación como ser individual con énfasis en lo social solo se puede beber en la fuente donde concurren todas las ideas del pueblo", apuntó. 
Ilustres que también pasaron por la pública 

Un gran número de personajes que han marcado la diferencia en Colombia han estudiado en la universidad pública. En todos los sectores y profesiones existen egresados de instituciones estatales que han sobresalido. 
Artistas como Fernando Botero, Alejandro Obregón, Jorge Velosa y Totó la Momposina; políticos como Jorge Eliécer Gaitán, Germán Arciniegas, Gerardo Molina, Eduardo Santos, Laureano Gómez, Carlos Lleras Restrepo, Virgilio Barco y Antanas Mockus, y científicos de la talla de Manuel Elkin Patarroyo, Julio Garavito Armero, Juan N. Corpas y José Félix Patiño, pasaron por la instituciones universitarias estatales. 

Así mismo, dramaturgos como Pepe Sánchez y Lisandro Duque; escritores y poetas como José Eustasio Rivera, Manuel Mejía Vallejo, León de Greiff, Celso Román, Fernando Charry Lara y Piedad Bonnet, entre otros, y empresarios como Carlos Ardila Lülle y Luis Carlos Sarmiento Angulo salieron egresados de la pública.