Un subteniente del Ejército le habló duro a Gustavo Petro. ¿Por qué?

“Me parece escandalosa su profunda ignorancia en todo lo que atañe a nuestra fuerza pública”, comienza diciendo el subteniente de infantería Mario Javier Gallo Lemus, y arranca a refutar una a una las afirmaciones de Gustavo Petro.

Lo primero que explica Gallo es que las Fuerzas Armadas son apolíticas y que al único enemigo que reconocen “es al delincuente, a todo aquel que trate de tomarse el poder por las armas, a todo aquel que atente contra la vida, honra, bienes, creencias y demás derechos y libertades de los colombianos”.

Y añade: “Usted y los muchos como usted son los que han popularizado esa peligrosa y falsa idea” de que las Fuerzas Armadas siguen corrientes de derecha.

La pregunta central de la columna de Petro es cómo lograr que la fuerza pública sea profundamente profesional y respetuosa de la Constitución. Luego de plantearla, el senador cuenta que se han propuesto una serie de proyectos para profesionalizar a las Fuerzas Armadas. Uno de ellos es que todo integrante profesional de estas últimas debe cursar estudios superiores en instituciones académicas, para así promover conocimientos multidisciplinarios. Otro, es la democratización de su estructura. “En el caso de la Policía, el control ciudadano es fundamental. Los ascensos de la carrera policial deberían contener la opinión de la ciudadanía”, dice el senador.

Gallo Lemus le responde con ejemplos: “Nuestra Escuela Militar de Cadetes General José María Córdova, nuestra alma mater, es una Institución de Educación Superior de puertas abiertas, donde las mujeres y hombres soldados, policías o civiles que ingresan, estudian dos carreras profesionales y egresan de ella con dos títulos universitarios: el primero es el grado de subteniente del Ejército Nacional de Colombia con título de profesional en Ciencias Militares y el segundo es de la carrera profesional complementaria que escoja entre derecho, administración logística, ingeniería civil o educación física militar”.

Y luego lo invita a reflexionar sobre lo que puede significar esa democratización que plantea. En Venezuela –dice– Chávez y Maduro permitieron que miembros de las Fuerzas Armadas ascendieran en la jerarquía sin haber aprobado los respectivos cursos. Hoy, ese país tiene cerca de 2.000 generales. Hacer lo mismo en Colombia sería destruir las Fuerzas Armadas, afirma el subteniente.

Para él, la jerarquía de estas últimas es fundamental, y para explicar cómo se entiende y cómo funciona, cuenta su experiencia en la institución: “En 1984, 324 jóvenes de todas las regiones del país y la gran mayoría humildes como este servidor, entramos a la gloriosa Esmic a desarrollar nuestra carrera militar. De ellos, la mayoría nos retiramos siendo cadetes y subtenientes. Otros más siendo capitanes, mayores y coroneles, y al día de hoy, de esa promoción solo quedan 3 generales activos, pero todos los 321 restantes nos sentimos orgullosos tanto de ellos como de cada uno de nosotros por pertenecer a esta hermandad. Y sabemos que ascendieron por mérito, y sabemos que demostraron ser los mejores, y los respetamos como superiores jerárquicos”.

Gallo Lemus termina diciendo que Petro “nunca logrará entender nuestra esencia, nuestro espíritu, nuestras necesidades, nuestro compañerismo, nuestro compromiso y amor por esta hermosa patria que miles de veces ha llevado a nuestros compañeros de armas a ofrendar su vida en defensa de Colombia”. Y firma con el “Patria, Honor y Lealtad” de las Fuerzas Armadas.