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"Me pegaron un planazo y casi me mochan la cabeza": dijo joven antes de que le dispararan en base militar

SEMANA revela un nuevo audio que daría pistas sobre qué sucedió momentos antes de que Rafael Antonio Caro ingresara a la base militar La Lizama y muriera tras disparos de un suboficial. Un presunto altercado entre el joven y los militares habría desencadenado la reacción del muchacho.

6 de agosto de 2019
Rafael Antonio Caro nació el 1 de septiembre de 2002. Según su familia, él estaba validando el grado sexto y séptimo en una institución educativa. | Foto: Fotomontaje / SEMANA

Mientras las autoridades intentan esclarecer la muerte del menor Rafael Antonio Caro, impactado por un disparo de fusil dentro de una base militar en Barrancabermeja, aparecen nuevas pruebas que darían luces sobre lo que sucedió minutos antes del fatal desenlace.

SEMANA tuvo acceso a un audio de casi dos minutos de una charla telefónica entre el adolescente Caro, su hermana y su mamá, a las 11: 40 a.m de ese sábado. De acuerdo con la conversación, todo indicaría que el menor de 16 años junto a otro joven, habría sido golpeado por los militares, uno de ellos identificado por la víctima con el nombre de Jersin.

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Lo revelador del material es que dejaría en evidencia una rencilla entre el joven víctima y algunos de los uniformados, tal como lo ha denunciado la familia desde que ocurrieron los hechos el pasado 27 de julio.

Hasta el momento se sabía de la existencia de cinco videos que daban cuenta del enfrentamiento entre un grupo de jóvenes -donde estaba Rafael- y los soldados del Batallón de Artillería de Barrancabermeja. Pero se desconocía el material extra con el que cuenta la familia para apoyar su teoría de que la muerte de Rafael fue premeditada. 

Según Sergio Martínez, hermano mayor de Rafael, esta conversación se habría dado minutos antes de que su hermano se dirigiera a la base militar La Lizama para confrontar a los uniformados que supuestamente lo habían golpeado.

- María…- dice Rafael.

- Qué - responde María Ángel Caro, una de las hermanas del joven.

- Oiga dígale a mi mamá que ese sapo hijueputa de Jersin me acabó de planear. Iba pa´ la fortuna y me cogieron y me pegaron un planazo y casi me mochan la cabeza.

- ¿Quién? – el Jersin, el Jersin ¿quién más? y a Jhon también le pegaron un planazo en las dos piernas.

– ¿Pero, los soldados?

– ¡Los soldados, quienes más! Los voy a matar. A ese sapo hijueputa lo estoy esperando acá con una macheta.

De acuerdo con Sergio, María Ángel se habría comunicado con Rafael para preguntarle si había pagado "un pin de la luz porque ya se estaba acabando" y en ese momento el joven le contó lo que ocurrió al encontrarse con el Ejército. 

Después de relatarle brevemente a su hermana lo sucedido, María Ángel le pasó el teléfono a su madre Dioselidia Álvarez para ponerla al tanto de la situación y decirle: 

-Oiga mami, es que ahorita iba bajando pa´ La Fortuna con Brayan y Jhon a comprar las cosas del almuerzo con el veneco y el ejército nos cogió a plan. (...) Sí, me pegaron dos planazos en el brazo y casi me mochan la cabeza de un machetazo y a Jhon, a Jhon le pegaron un planazo en la espalda.

A lo que Dioselidia respondió que era mejor poner la denuncia en la Fiscalía. No obstante, el joven le dijo que no lo hiciera y que él tomaría la justicia por su cuenta. 

-No mamá, yo a esa loca lo espero acá arriba y lo voy a picar a machete, lo estoy esperando que suba porque le voy a dar macheta. Me planearon duro, me planearon duro mamá.

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Según la madre y varios de sus hijos, esta no sería la primera vez que los militares abusaban de su autoridad con Rafael y por eso creen que él reaccionó de forma violenta aquel sábado. 

Sergio recuerda que, previo al primer video que se conoció de este caso (donde Rafael y un amigo atacaban con piedras y machetes a dos uniformados) hubo otro altercado que desató la furia de su hermano y que quedó grabado en otro fragmento -inédito hasta ahora- (vea aquí) En las imágenes se escucha como Rafael le pregunta a uno de los militares por qué le pegó y por qué le está tomando fotos. A lo que el hombre responde diciendo: "Yo le pedí permiso".

Después de esto, Rafael publicó el video en su cuenta de Facebook y según la familia, eso habría llevado a que los militares enviaran audios retando al joven para que se presentara a la base militar. Esto relata Sergio: "Cuando lo iban a requisar le hacían quitarse prácticamente toda la ropa y a él no le gustaba eso. Y él les decía ‘yo no tengo nada‘ (...) pero le decían: ‘Loca marica". 

Oscar Martínez, otro hermano del menor, asegura que "los soldados siempre llegan a hacerle requisas a los muchachos, de mala gana y a pedirles vicio. Y como no tienen entonces lo cogen a esculcarlos a la fuerza -que para eso es la supuesta requisa- con fotos y videos", dice. 

Hay que recordar que el Ejército mencionó en un comunicado oficial, después de la muerte del joven, que la Brigada Quinta del Ejército se encontraba en el corregimiento de La Fortuna "haciendo labores de registro para reducir el microtráfico en la zona". No obstante, sobre el tema de la droga, la familia de Rafael asegura que él nunca tuvo problemas con la Policía por este tema y que eran los militares de la base los que constantemente lo cogían y le pegaban al no encontrarle drogas en las requisas. 

¿Cómo va la investigación?

Diego Lozano, abogado de la familia, le dijo a SEMANA que está iniciando una demanda de reparación directa contra el Estado para demostrar que el cabo primero del Batallón de Artillería, Javier Manjarrés, no respetó los protocolos de seguridad cuando Rafael Caro ingresó a la instalación militar y que no actuó en legítima defensa. 

"De acuerdo a los videos y la investigación hubo exceso de fuerza e indebido manejo de armas porque este muchacho lo pudieron haber controlado de otra manera. El Ejército Nacional tiene experiencia en el manejo de estas situaciones y era un solo muchacho", dijo.

El abogado Lozano también señaló que en los próximos días se le practicará una nueva necropsia al cuerpo de Rafael porque "hay dudas de que en un terreno tan blando una bala haya rebotado y le haya dado al muchacho". Hipótesis que sostiene la Fiscalía y el ministro de Defensa, Guillermo Botero.

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La defensa buscará una indemnización que podría ascender a los 100 salarios mínimos legales vigentes para cada padre y a 50 para cada uno de los siete hermanos maternos de Rafael. Pero esta petición se hará una vez se termine el plazo para conciliar entre las partes y se de paso a la radicación oficial de la demanda ante un juzgado en Barrancabermeja.