RELIGIÓN
El centro de cosmetología que 'maquilló' la ley
Aunque las autoridades ya habían puesto los ojos sobre el centro de estética Nubia D’lavalle, sus propietarios burlaron la ley para practicar procedimientos invasivos para los que no estaban autorizados.
El caso de Ximena López Cuervo, de 21 años, que murió después de aplicarse biopolímeros en las nalgas en el centro de estética Nubia D’lavalle, ubicado en el centro comercial Río Sur, en el sector conocido como La Milla de Oro, en Medellín, abre de nuevo la polémica sobre el negocio de las cirugías estéticas, que en la capital antioqueña parece estar al garete.
Ya la Fiscalía allanó el centro de estética el pasado viernes 25 de marzo, donde incautaron dos computadores portátiles, un par de discos duros, un DVR y la historia clínica de Ximena que no habían querido presentar a sus familiares. Allí, las autoridades se enteraron de que el centro de estética figura en Cámara de Comercio como una peluquería, por lo que no tenía sala de cirugías, ni quirófanos, ni el equipo necesario por si, en procedimientos de este tipo, se presentan complicaciones, como es común.
Pero el caso de Nubia D’lavalle no es nuevo. El 12 de marzo del 2014, después de una inspección de vigilancia y control sanitario realizada por la Alcaldía, se clausuró el establecimiento, la razón del Acta número 12206 dice: “Realización de procedimientos invasivos por personal cosmetólogo, no médico”.
El procedimiento se repitió el 14 de mayo del mismo año con el mismo resultado: clausura porque se realizaban procedimientos invasivos sin el personal y el equipamiento necesarios. El establecimiento fue cerrado nuevamente en el 2015 y en un informe presentado por la Secretaría de Salud al Concejo de Medellín después de un debate de control, dice: “Establecimientos que prestan servicios de cosmetología reincidentes en prácticas violatorias de la normatividad vigente y no permiten el ingreso. Los puestos en negrilla son reincidentes (…)”, y en negrilla aparece Nubia D’lavalle.
Por ahora, el centro cosmetológico está cerrado, pero ya ha demostrado su capacidad para reinventarse y abrir sus puertas nuevamente, aunque no cumple los requisitos de ley. Sólo en el 2015 se cerraron en Medellín 31 centros cosmetológicos —peluquerías, centros estéticos, spa— donde se realizaban procedimientos invasivos, en casos mayores, cirugías estéticas.