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Medellín: índice de la calidad del aire mejora, tras medidas anunciadas por la pandemia
Según Juan David Palacio, director del Área Metropolitana, la recién finalizada contingencia atmosférica ha sido “la más limpia de la historia”.
Entre el 8 de febrero y el 10 de abril, el Valle de Aburrá presentó los menores niveles de concentración promedio en los índices de la calidad del aire. Según Juan David Palacio, director del Área Metropolitana, la recién finalizada contingencia atmosférica ha sido “la más limpia de la historia”.
Se llevó a cabo en los 10 municipios del Valle de Aburrá y, según el análisis del Área Metropolitana, son los más positivos que se hayan presentado. Además se registró un número muy bajo de hojas con índices ICA naranja, y en ningún momento se alcanzó el nivel rojo, por lo que el 90 % de la contingencia se mantuvo en verde.
Durante este periodo de contingencia la autoridad ambiental destacó que el comportamiento de la concentración de PM2.5 (partículas que se encuentran en el aire), sumado a las condiciones de lluvia nocturna y al bajo aporte externo de partículas, fueron claves al momento de decidir si las medidas restrictivas debían aumentarse o no.
Por otro lado, los motivos que llevaron a las autoridades a mencionar que había sido el periodo más limpio de la historia, tiene que ver con que se logró identificar el impacto real de los incendios forestales como factores externos que afectan negativamente la calidad del aire.
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Además, el fenómeno de La Niña, con las fuertes lluvias y las medidas de bioseguridad fueron circunstancias favorables para mejorar el ICA. Debido a las fuertes lluvias se evitó que los contaminantes se concentrarán en la atmósfera y afectarán la calidad del aire.
Por otro lado, las medidas de bioseguridad decretadas por los contagios de la covid-19 redujeron el número de vehículos que circulan en las vías, en al menos un 12 o 13 %.
“Es de resaltar que este ha sido un episodio que se ha gestionado de una mejor manera, tanto desde la adecuada y ágil aplicación de los protocolos, contemplados en el Pigeca (Plan Integral de Gestión para la Calidad del Aire), como desde la comunicación oportuna para la ciudadanía metropolitana”, se lee en el reporte.
Con el fin de evaluar las afectaciones que los incendios de biomasa y cobertura vegetal en la zona, la autoridad ambiental se alió con entidades como la Procuraduría General de la Nación, Bomberos Nacional, el Ministerio del Medio Ambiente, entre otros, para entender cómo los hechos inciden en la calidad del aire.
Palacio también explicó que luego de analizar la situación fue más fácil identificar que la carga contaminante debido a la quema de biomasa puede llegar a ser de más de un 40 o 45 por ciento “y por ende la incidencia de estos como los mayores causantes de un ICA naranja”.
Cabe mencionar que entre el primero de enero y el ocho de abril ocurrieron alrededor de 2.040 incendios en todo el país, mientras que en el valle de Aburrá se registraron 44 en enero, 42 en febrero y cuatro en marzo, para un total de 90.
Por lo que se sabe, estos incendios se presentan por condiciones metereológicas y atmosféricas particulares, que al combinarse con la topografía del valle producen un estancamiento de contaminantes en la atmósfera.
“Esta es una problemática que no cambiará mientras sigamos utilizando automotores y tengamos fuentes fijas como son las industrias. Pero podemos mitigar sus efectos si contribuimos en aportar a un mejor aire, mediante acciones que aporten a la sostenibilidad ambiental, económica y social”, explicó Palacio.