PERSONAJE
El neurocirujano en cuyas manos estuvieron Petro y Vargas Lleras
Con su sencillo y particular estilo, el reconocido neurocirujano Enrique Jiménez Hakim lleva cerca 28 años de ejercicio profesional.
Quien no esté advertido, seguramente se sorprenderá cuando ingrese al consultorio 822 de la Asociación Médica de los Andes y se encuentre con una especie de mercado persa. Allí es donde atiende el neurocirujano Enrique Jiménez Hakim, un hombre y un profesional definitivamente fuera de lo común.
En ese sitio pueden apreciarse mochilas, carros de colores, varias plantas, relojes viejos, botellas, avisos, estropajos, figuras de gatos de varios tamaños, sombrillas, cuadros con mariposas, un baúl antiguo y varios extintores de bronce.
Este hombre, por cuyas manos pasó el exalcalde Gustavo Petro y –más recientemente- el vicepresidente Germán Vargas Lleras, es más bien de talante sencillo y rehúye de los elogios. Quienes lo conocen advierten que se trata de alguien que ama la vida simple y que le encanta recoger objetos que los demás desechan.
Estudió medicina en la Universidad del Rosario, hizo su entrenamiento en neurocirugía en el Hospital Militar, estuvo un año en la Universidad de Minnesota y otro en Boston, en los dos hospitales de Harvard.
Suele mezclar su actividad con la lectura, su apetito por las noticias y con el diseño de carátulas de revistas reconocidas. También le encanta armar rompecabezas.
El especialista señala que una vez comenzó a poner todos aquellos elementos en distintos puntos de su lugar de trabajo manera ordenada, pero poco a poco fue llenándose sin control. Para él, muchos de sus pacientes, que llegan aquejados y angustiados, se distrae con las particularidades del lugar y termina por salir más relajada. Así, por lo menos, lo advirtió un perfil para KienyKe en 2012.
Primero Petro, luego Vargas Lleras
Es en medio de este curioso pero plácido y tranquilo ambiente que Jiménez Hakim programa sus más de 200 cirugías al año. Fue allí donde atendió de urgencia al exalcalde Petro, luego de que se descubriera que tenía hematoma subdural, ocasionado supuestamente por un golpe en la cabeza.
Y es que su nombre es sinónimo de garantía para cualquier paciente. Su padre, Alejandro Jiménez Arango, fue el tercer neurocirujano del país y uno de los creadores de la Fundación Santa Fe. Así mismo, es familiar del reconocido Salomón Hakim, quien innovó el mundo de la medicina con la válvula de Hakim, la misma que se emplea para tratar la hidrocefalia.
Este martes, el médico también tuvo entre sus manos la suerte del vicepresidente Vargas Lleras, el segundo hombre más importante del Gobierno y quien se sometió a una cirugía en la cabeza, luego de que le diagnosticaran un tumor benigno, localizado entre el cerebro y el cráneo.
La intervención estaba programada desde hace un mes después de que el alto funcionario sufriera un desmayo en plena actividad pública en noviembre pasado, entonces atribuido a un "exceso de trabajo" cuando presidía un acto de contratación de obras públicas en el municipio de Floridablanca (Santander).
Después de pasar unos días de descanso en España, el alto funcionario llegó el lunes pasado y por recomendación médica el martes fue internado en la clínica Santa Fe para dar paso a la preparación de la cirugía.
La operación resultó un éxito aunque los detalles quedarán consignados tan solo en su historia clínica. Todo fue un misterio antes del procedimiento, pero por fortuna las cosas salieron bien para el vicepresidente, quien deberá estar cerca de cuatro semanas en reposo.